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CINCO AÑOS DESPUÉS

Todo está hecho y viven felices. Todo paso y ahora están bien.

Vivir con Mimi no fue fácil pues entraba cada media hora a la habitación de John para revisar que no estuvieran cogiendo.
Paul terminó su carrera en artes y ahora planea abrir una galería en colaboración con otros artistas locales de Liverpool. John trabaja para una pequeña empresa en Liverpool y le va de maravilla. Luego de dos años de vivir con Mimi ambos de mudaron a su nueva casa.

Olvidando todo lo malo que les pasó pero siempre recordando lo bueno de eso, superando todo, aunque no fue fácil para Paul salir a las calles tranquilo el primer año en Liverpool, preso del miedo a que la gente lo rechace o lo atrape un policía homofobico pero eso nunca pasó y se sintió más tranquilo luego de enterarse de lo sucedido con dos de las mujeres que le hicieron la vida miserable.

—Acaba de hablar Freda—dijo John sentándose junto a Paul que está viendo la televisión.
—¿y cómo está todo en Blackpool?—sonrió el pelinegro.
—bueno...ella me dijo que Angelie se aventó de un puente a media noche, no dejó nota ni nada pero muchos dicen que se estaba volviendo loca y cielos...Cynthia se tomo un frasco de píldoras. No puedo creer que estén muertas.
—no siento nada por eso, lo siento si tú lo haces por Cynthia pero...
—tuvieron su merecido—interrumpió John—no de la mejor manera, pero ellas lo escogieron.

La verdad fue que John si se sintió mal por Cynthia, quería asistir al funeral pero no tuvo el valor de decírselo a Paul porque sabía que lo lastimaría.

—¡John!—llama Paul.
—¿si?

Ambos están en el supermercado buscando ingredientes para la cena de Navidad que tendrán hoy con sus amigos y Mimi, ya que Max y Freda iran a París.

—¿que te parecen estos limones?—pregunta Paul viendo las frutas.
—creo que no has aprendido nada, Paulie. No se nada de cocina o si los limones están bien.
—¿sabes que? Si un día me harto de ti te puedo dar una manzana podrida y no te darías cuenta—bromea Paul.

John se acerca a Paul y lo abraza tomándolo por la cintura, pero detiene el afecto cuando ve a una anciana pasando por el pasillo. Aunque pasaron años aún le cuesta un poco aceptar lo que es y demostrarlo en público, sin embargo sabe que no es homosexual y que está bien lo que siente.

—okey—murmura Paul alejándose.

Ya ha aprendido que John se pone tenso cuando la gente los mira, no siempre pero la mayoría de las veces lo hace, y no le reclama porque sabe que John aún se adapta, no es tan fácil para unos como lo es para otros.

—perdón—murmura John de vuelta.
—está bien ah...ve por el vino.

Cuando terminan de hacer las compras van a la caja para que la cajera cobre las cosas. La chica se le queda viendo Paul y una llama se enciende en el trasero de John porque explota en celos.

—no le gustas, zorra—dice John a la cajera.
—que me lo diga él—reta la pelirroja.
—no te lo dirá, no necesita decírtelo, fácil.

Paul solo se pone colorado y nervioso, la cajera termina de cobrar y en el ticket de compra deja su número, John se da cuenta y regresa a la caja.

—ten prostituta—sonríe John.

El castaño sale del supermercado para alcanzar a Paul.

—eres un celoso, John—se ríe Paul.
—claro que no, McCartney solo te amo.
—¿entonces también me amabas cuando te pusiste celoso de Max?—pregunta Paul abriendo la cajuela.

John se sonroja, ese era un secreto.

—no, me caías mal—bromea John.
—la verdad, Lennon—Paul toma a John de las solapas de la camisa.
—me traías loco—John besa a Paul.

McLennon-Verano En BlackpoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora