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John está en la biblioteca muy furioso y no piensa regresar a casa esta noche, en verdad está harto de las cosas raras de Paul, han tenido una pelea y todo empezó en la mañana.

POR LA MAÑANA

Paul se levanto muy temprano para limpiar la cocina y preparar el desayuno así que John sigue dormido.
El correo llega y el cartero como siempre se le queda viendo muy raro.

Revisa las cartas y se encuentra una de la maldita de Angie, revisa si John anda por ahí y al asegurarse de que no la abre con mucho cuidado de no hacer ruido.

Hola, Johnny.
Solo te escribo esto para informarte que haré una fiesta hoy, asistirán algunos amigos de la universidad, como sea espero que vayas porque te tengo un regalo que te encantará.

P.d: ojalá y seas tan bueno en la cama como te ves.
                     Siempre tuya: Angelie...

Paul frunce el ceño y vuelve a meter la carta en el sobre luego lo cierra y continúa limpiando.

—¡buenos días!—grita John bajando las escaleras.
—hola.
—¿que te pasa ahora?—pregunta el castaño estirándose.
—nada.

Paul está que revienta de enojo porque no puede ser que John frecuente a la sucia víbora de Angelie.

—bueno ¿quieres que te ayude con el desayuno?
—si, saca los platos por favor.

John asiente y va para la cocina a sacar los platos.

—¿llego correo para mí?—pregunta John desde la cocina.
—ah noup—sonríe Paul guardando las cosas de limpieza.

Los dos se ponen a hacer el desayuno mientras que Martha está jugando en la sala. Paul no piensa decirle a John lo de la carta, no se puede acercar a Angelie porque ella es una perra, la más perra de todas y puede meter a John en muchos problemas.

Ambos terminan y se ponen a desayunar, John está contando una historia a Paul quien está partiéndose de risa.

—...entonces Ringo, George y yo perdimos la apuesta contra la hermana de George y tuvimos que correr por toda Penny Lane solo en calzoncillos.
—me hubiera gustado ver—se ríe Paul limpiando sus lágrimas por la risa.
—lo peor de todo era que hacia un frío horrible.
—pobrecitos.

John solo asiente y busca a Martha con la mirada porque hace un rato que ya no se escucha, la encuentra al pie de las escaleras comiendo un papel. El castaño se levanta y Paul va detrás de él, ya valió.

—tráeme acá, Martha—John toma el papel que empieza a reconstruir—¿así que ninguna carta para mí eh?.
—John creo que no debes de juntarte con Angelie.
—Paul, creo que no me importa lo que digas.
—¡te lo digo por tu propio bien! Ella es una basura de persona.
—¿por qué es una basura de persona?

John sabe que Angelie puede ser un tanto maldita pero no es para exagerar tanto y que Paul se ponga a la defensiva.

—no quiero decirte—Paul hace un puchero.
—entonces seguiré hablándole.
—¡no!
—¡¿no?! ¡Pues lo haré McCartney porque prefiero estar con una mujer que se comporta como tal a estar todo el día aquí con un hombre que se comporta como una maldita mujer!—grita John.

Paul no dice nada y solo toma la carta y se la regresa a Martha para que la siga comiendo.

—¡sabes iré a la maldita biblioteca a comprar un libro donde hablen sobre mujeres!
—¡PUES VE Y CÓMPRALO MALDITO DESALMADO!—grita Paul subiendo las escaleras.

John ve como el pelinegro sube las escaleras y escucha el azotón de puerta.

—pis vi y comprilo mildito disalmado—John imita a Paul y Martha le gruñe—tú que perro.

El castaño sube a ducharse y se cambia rápido para salir e ir a la jodida biblioteca. Una vez afuera siente que puede respirar, a veces se siente asfixiado en esa casa.

—¡oh hola, John!—saluda la vecina.
—buen día señora Hyde.
—¿han tenido una disputa doméstica?
—¡no somos pareja!—grita John.

POR LA NOCHE

Y así pasó todo, John ha encontrado el libro sobre mujeres y empieza a leer las primeras páginas pero igual que las mujeres; es incomprensible.
Maldito Paul y su perro ahora ya no sabrá que decía la carta de La Mágica Angelie y para acabarla le grito muy feo a Paul.

Sale de la biblioteca y por el camino va pateando una botella de plástico. Siente la horrible necesidad de disculparse con Paul, después de todo es un tanto agradable cuando sueña con el desnudó, aunque John no esté consciente.
Llega a un restaurante y pide hamburguesas, papas y dos refrescos.
Le dan la orden y paga, maldita buena educación, si fuera un vago no le importaría disculparse con Paul.

Entra a la casa y observa que todo está como en la mañana, eso significa que Paul no ha salido de su habitación, todo por culpa del idiota de John.
Sube las escaleras y toca en la habitación de Paul.

—la señorita McCartney no está disponible—contesta Paul de muy mal humor.

A John no le importa la respuesta del pelinegro y entra a la habitación y ve a Paul acostado en su cama con Martha al lado y su lindo...y su cómodo suéter azul.
John se sienta a un lado de Paul, pone la comida en la mesita de noche.

—traje comida y quiero hablar con el señor McCartney, por favor.
—él dice que te vayas al infierno—dice Paul sin voltear a ver a John.
—son hamburguesas, anda come.

Paul se levanta y John puede observar que se la pasó llorando ¿por que siempre llora?

—se que soy un imbecil y no te voy a pedir explicaciones acerca de la carta.
—pues no te las iba a dar—se ríe Paul.
—claro claro—suspira John.
—¿fuiste a la biblioteca?—pregunta Paul dando una mordida a su hamburguesa.
—noup.

Paul da un ligero golpe a John en el hombro y este se queda un tanto estático ya que aún se siente nervioso pero trata de olvidar todos esos sueños eróticos totalmente involuntarios.

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Fue algo largo. Ese Paul ya saco la garra:v ¿ya quieren saber los misterios de Paul?🤔

Gracias por leer❤️🙏🏼

McLennon-Verano En BlackpoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora