Capítulo Final

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Luna

Él se sentó en silencio un momento, saco varias cosas de un cajón del escritorio y me hizo una invitación a sentarme, lo hice aunque no deje la pistola en ningún momento, el me miro sonriendo un segundo para después ponerse serio.

–Bien, comencemos por Damián y Jared –me miro, yo asentí un poco contrariada, pensé que empezaría con alguien más– fuimos amigos mucho tiempo, sin embargo Damián y yo éramos los mejores debo decir, nos conocíamos desde pequeños, su familia y la mía siempre estuvieron juntas por muchas generaciones, luego entenderíamos porque.

Tomó una de las fotos que había sacado del cajón y me la enseñó.

Eran tres niños abrazados de los hombros, pude reconocer a Damián, tenía sus mismos ojos y la misma forma de la cara, a Jared, con sus ojos azul turquesa y su cabello despeinado, era el más pequeño, respecto al otro niño, tenía los ojos más claros que había visto en mi vida y el cabello negro como la oscuridad, voltee a ver a mi padre y si, era su viva imagen.

Detrás de los niños pude ver a 2 parejas, que supuse eran los padres de cada uno.

–Tus abuelos y los padres de Damián –los señaló– como dije, ambas familias se conocían desde hace mucho, incluso antes de que tus abuelos nacieran, era una unión que se forjo con el paso de los años, cuándo murieron mis padres y los padres ellos, solo quedamos nosotros para honrar a la familia Mallete y Rochester.

Me pasó otra foto dónde aparecían ellos tres en el mismo fondo, pero ahora estaba una niña con ellos.

– ¿Quién es ella? –la señalé.

–Es tu tía, mi hermana –sonrió.

Me asombré, ¿Tenía una tía? Vaya que no sabía nada de esta familia de locos.

–Y ¿Dónde está ella ahora? –pregunté con la más sincera curiosidad, estaba empezando a tener miedo de lo que esta historia me iba a revelar.

–Ya llegaremos a esa parte de la historia –se aclaró la garganta– como podrás imaginarte, algo no salió bien entre Damián y yo –suspiro– cuándo entramos a la Preparatoria, empezamos a descubrir ciertos nexos que tenían nuestras familias más allá de la amistad, tenían mucho que ver con la mafia y personas peligrosas que estaban rondando a nuestro alrededor, comenzamos a investigar, encontrando que las familias Mallete y Rochester eran acreedoras a varios asesinatos y lavado de dinero, como te darás cuenta, seguimos el ejemplo de nuestro pasado –abrió los brazos, señalando la oficina– empezamos a trabajar juntos los dos, ya que tanto Jared como mi hermana no quisieron unirse, hasta que accedieron o más bien, los obligamos –esto último lo dijo en un susurro, yo suspiré.

>>Sin embargo lo hicimos tan bien, que el negocio fue creciendo más y más hasta alcanzar cifras de dinero casi incontables, llenábamos bodegas y matábamos a montones de gente, cada día teníamos más aliados y muchos más enemigos, hasta alcanzar lo que ahora es ambas partes de los bandos.

>>Todo se vino abajo cuando entramos a la Universidad y conocimos a tu madre –tomó otra foto y me la enseñó.

En esta se veían a Damián y él con una chica más o menos de su edad, de cabello negro y lacio, casi hasta la cadera, un vestido blanco y de vuelo, tenía la sonrisa más hermosa que había visto, ella estaba en medio de los dos, que la abrazaban de los hombros y ella tenía sus manos detrás de la espalda de cada uno, los tres se veían increíblemente guapos y felices.

–Déjame adivinar, ambos se enamoraron de ella –solté de repente, el soltó una carcajada mientras asentía varias veces con ironía.

–Buena deducción, aunque esa no fue la causa de la "pelea" –volvió a suspirar– yo me enamoré de tu madre perdidamente y sé que Damián también la quiso muchísimo, pero tu madre me eligió a mí y él parecía estar de acuerdo con esa decisión, seguimos siendo amigos los tres después de que ella aceptará ser mi novia y después mi esposa, después de unos meses, él conoció a una chica, se enamoraron perdidamente...

Una Hermosa MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora