Capítulo 18

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Luna

 

Se escucharon los rechinidos de las llantas, los carros avanzaron en fila hasta la carretera para después perderse en un desvió cercano, se fueron Jared, Ian y Jeremy por  ahí y yo seguí a Katia.

La adrenalina corría por mis venas, no era el tipo de adrenalina que sentía cuando mataba a alguien o cuando en mis manos se encontraba algún arma… Era el tipo de adrenalina que se siente en el momento de divertirte con algo que sabes que es peligroso y esta mal, pero aún así no puedes dejar de hacerlo, ese tipo de adrenalina por la cual no te detendrías hasta acabar el pequeño juego que sabes que puede terminar con tu vida pero que por eso lo hace aún mas emocionante.

La carretera estaba algo transitada, así que debíamos esquivar carros, estaba tan emocionada, la velocidad aumentaba o disminuía pero siempre era la misma sensación de libertad que me controlaba por completo, los carros sonaban sus claxon, lo que lo hacia mas emocionante… De la nada, empezamos a escuchar sirenas... ¡¡ESTO SE PONIA AUN MEJOR!! Escuche la risa de Katia atreves del rastreador, yo me reí con ella.

–Bien, démosle un paseo a estos chicos –dijo y acelero mas, en ese momento un carro se atravesó en mi camino ¿De donde apareció? Quien sabe, sin embargo tuve que frenar y pasarme de un volantazo al otro carril para que el auto de atrás no me pegara, me enoje, pero al ver el carro me reí de ironía… Era el de Jared.

–Gracias por casi matarme –le dije por el rastreador.

–Lo siento linda –escuche como rio, yo sonreí, en ese momento nos dirigimos a… Parecía una subida a algún puente, nuestros coches iban esquivando a otros, y nos íbamos esquivando a nosotros mismos, parecía una carrera entre nosotros, era chistoso.

En ese momento se escucharon un poco más cerca las sirenas.

–Bien, hora de la acción –dijo Jared– dejaremos que se acerquen un poco, así nos podrán perseguir, aquí cada quien tomara su rumbo, llevándolos a diferentes puntos de la cuidad, para después hacer que se pierdan, así que velocidad y eficacia ¿eh? –dijo divertido, nunca le había escuchado dar ordenes, pero se oía imponente y gracioso a la vez, lo imagine mas sexy, reí de pensar en esto.

–Pero yo no conozco esta cuidad –dije algo asustada… las sirenas se venían acercando cada vez más.

–Solo toma un rumbo cualquiera, cuando estés segura de que ya no te siguen, usas el rastreador y ves tu dirección, después me llamas –dijo Katia

– ¡BIEN! ¡Hora de irnos! ¡Que se diviertan! –dijo Jeremy, cada quien se fue por diferentes salidas de la autopista, de un momento a otro me hallaba sola, ok esto se tornaba bastante extraño pero divertido a la vez.

Acelere mientras escuchaba como las sirenas estaban ya detrás de mi, eran bastantes, 3 se fueron con Jeremy, 2 con Jared,  2 con Katia, 3 con Ian y yo tenía a 3 siguiéndome, así que esto iba a ser emocionante.

Metí velocidad, iba esquivando carros por doquier, me empecé a poner nerviosa ya que no veía ninguna salida, pasaron como 3 minutos, ¡DIOS! Por fin encontré una, salí de ahí a toda prisa.

En esa salida estaba un entronque, así que tuve que maniobrar demasiado para poder pasar entre los coches, las patrullas se quedaron un poco atrás por lo mismo, había algo de trafico, aunque para mi eso era mejor, era una calle bastante ancha, así que pude maniobrar comoda, me metí en una calle alterna, las patrullas me siguieron con algo de esfuerzo, ya que con tantos coches pasando se les hacía difícil seguirme el paso.

Les estuve dando vueltas por toda la cuidad, era divertido, la mayoría de las veces me estuve riendo de las maniobras que estos hacían, en este momento iba corriendo a toda velocidad por una calle poco transitada de doble sentido, decidí darle un giro a las cosas.

“Hora de cambiar de rumbo” susurre, de un volantazo gire el carro en el mismo eje frenando al mismo tiempo, para que este se pasara al otro carril, las llantas rechinaron y el carro se dio completamente la vuelta, volví a pisar el acelerador a fondo y metí primera, las llantas volvieron a rechinar esta vez sacando algo de humo, vi lo desconectados que quedaron los policías, yo me reí de nuevo a mas no poder, les costo mucho mas trabajo tener que darse la vuelta, algunos se quedaron parados y dando reversa para poder darse la vuelta, en fin…

Hubo un momento en que me cansé, decidí dejar de manejar, ya se estaba haciendo algo noche, en cuanto pensé esto, empezó a llover… ¡¡GENIAL!! Sonreí, me gustaba mucho ver llover, como sea… Les di unas vueltas mas para después meterme en un callejón oscuro, deje que pasaran, me quede ahí unos 10 minutos, después salí como si nada, conduciendo con tranquilidad… Me gusto mucho la tranquilidad de las calles. “UFF, fue divertido” reí, me estacione cerca de un Starbucks, necesitaba relajarme, cheque mi dirección en el rastreador para después salir del carro y meterme a la tienda, pedí un café de mocca y me senté en una mesa desocupada cuando me lo dieron, el ambiente era fresco por la lluvia que todavía seguía cayendo un poco, la llovizna tupida me hacia recordar muchas cosas.

Saque mi celular y le marque a Katia.

–Luna ¿Qué paso? ¿Como te fue? –la escuche reírse.

–Bien, realmente bien, fue divertido –sonreí

– ¡Qué bueno! ¿Donde estas? –Le di la dirección– ok, ya se donde, ahorita voy para allá.

–Si, estoy en un Starbucks.

–Uh! Genial ok ahorita nos vemos, espérame ahí.

–Si.

Fin de la llamada. Y en ese momento alguien entro a la tienda.

Una Hermosa MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora