Capítulo 24

1.6K 102 6
                                    

Katia

 

Sentí todo en cámara lenta, no recordaba muy bien que acababa de pasar hace 5 segundos, simplemente asimile la sensación de caída con lo que escuchaba y veía a mí alrededor.

Abrí un poco mis ojos, el ambiente estaba alumbrado con muchas luces rojas y azules que no lograba comprender de donde venían, me encontraba en una superficie rocosa, sentía como algo liquido me corrían por las sienes y parte de mis mejillas hasta llegar a mi boca para después perderse en mi cuello, pude probar ese liquido y supe que era sangre.

¿Sangre? ¿Por que Sangre?

No podía moverme, fije mi mirada al frente, a lo alto se veían muchas personas, estábamos en el fondo de una especie de montaña... ¿Qué hacíamos aquí? Arriba, en el cielo, estaba la luna en todo su esplendor, me le quede viendo un rato, nadie hacia nada por sacarnos de ahí, pero la verdad es que yo tampoco comprendía mucho lo que estaba pasando.

La sangre en mi rostro seguía saliendo y no sabía muy bien de donde, me sentía como flotando, como si a mi alrededor hubiera demasiadas plumas y almohadas muy suavecitas.

Sopese mis pensamientos y entonces me di cuenta de algo, había hablado en plural… ¿Quién estaba conmigo? Volví a mirar al frente y entonces encontré la respuesta en el cielo.

Luna

Con algo de lentitud me voltee un poco y pude ver a alguien acostado a varios metros de mi, hasta ese momento no me di cuenta de que estaba como en una especie de bajada,  como cuando te puedes dar vueltas de una pequeña subida en el pasto, así precisamente.

En ese momento mis oídos empezaron a captar más sonidos aparte de las voces lejanas que se oían arriba de la montaña.

Era un sonido de agua, como si un especie de rio estuviera cerca y  en algún lugar algo alejado estuviera una cascada en todo su esplendor.

Fue entonces cuando la luz de la luna me dejo ver el gran rio a unos cuantos metros de donde estaba Luna, iba tranquilo y sin  prisa en esta noche tan preciosa.

Me quede viendo el agua mucho tiempo, y cada vez me sentía con menos fuerza, pero no me importaba, no podía recordar el porque estaba aquí, y porque Luna no se movía. Analice mi situación y mi postura en el suelo.

Estaba acostada, con una mano sobre mi cadera y la otra alado de mi cabeza, como cuando te dejas caer en una cama y te quedas totalmente relajada que no te quieres mover, no me dolía nada, sin embargo la sangre seguía saliendo de alguna parte de mi cara o de mi cabeza y sentía cierta pesadez en mis piernas, sin embargo no tenía nada encima de ellas.

Voltee al lado contrario de donde estaba Luna y pude ver un carro… “Mi Carro” Volteado y casi destrozado por completo. Aún así no podía entender mucho el porque.

¿Qué demonios paso?

Intente asimilar los hechos, pero no encontraba una explicación lógica a todo esto, pensaba y pensaba pero no lograba recordar mucho, mas que mucha velocidad y ansiedad.

“Tal vez chocamos”

Esa sería la teoría mucho más factible.

Una Hermosa MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora