Capítulo 22

1.7K 104 2
                                    

Luna

 

Cuando Isabella salió de ahí todos nos quedamos callados, fue cuando Jared decidió romper el hielo…

– ¿Y qué paso con la mercancía?

–No te preocupes, les dije a los chicos que se fueran antes de que todo pasara –dijo Katia sin voltear a verlo, ella solo miraba al piso y caminaba de un lado a otro.

– ¿Y ahora qué haremos? Jeremy esta muerto –dijo Ian suspirando de cansancio y recargándose en su auto.

–No se, pero no se preocupen, yo se llegar al Distrito Federal.

–Creo que la que no se tiene que preocupar es otra –la mire– Katia, cálmate.

–No luna, es que todo salió mal, ¿Cómo le voy a decir a Damián? ¡El confiaba en mí! ¡Y yo lo traicione! ¡Traicione su confianza! –dijo casi gritándome

–No creo que te diga nada –dijo Jared

– ¡No Jared! No solo por ser su novia me va a dar prioridad, dime, tú eres su hermano y ¿Acaso te da prioridad? –mire a Jared en cuanto Katia dijo eso, el solo la miro e hizo una mueca algo graciosa.

–Algunas veces –se agarró la cabeza, Katia alzó una ceja– ok, muy rara vez, pero Katia… No te matara.

– ¡Eso lo sé! ¡Pero perderá la confianza en mí! ¡Jamás volverá a ser igual! –suspiro y de puro enojo pateo la llanta del auto.

–Katia, tranquila, todos estuvimos mal en dejar que eso pasara, todos tuvimos algo de culpa, nos confiamos, y si ya se que tendremos serios problemas con Damián, pero no te eches toda la culpa a ti ¿De acuerdo? –le dije mientras la agarraba de los hombros y hacia que me mirara a los ojos, ella solo me miro triste y asintió.

–Bien, ahora lo importante es salir de aquí –dijo Jared, fue cuando el celular de alguien empezó a sonar.

– ¿Bueno? –Voltee a ver, era el de Katia– Si aquí estamos todos (…) Lo se, perdóname (….) De eso no te preocupes la misión con la mercancía no fue afectada (…) ¿En serio? (…) Bueno, esta bien, igual y creo que hace falta (…) Tu también, te amo (…) Gracias, Bye. –colgó.

– ¿Y bien? ¿Qué te dijo? –dijo Ian

–Pues contento no está, pero tampoco lo escuche tan enojado –suspiro

– ¿Y que hace falta? –pregunté.

–Ah, me dijo que iba a enviar a Claudia –hizo una mueca y yo junto con ella.

–Creo que estamos mejor sin ella –dijo Ian y en ese momento todos reímos.

–Aunque nos caiga mal, creo que es alguien que en estos momentos necesitamos,  tendremos que aguantarla, en fin, hay que ir al otro punto antes de que nos encuentren

– ¿En dónde estamos ahora? –pregunté

–Estamos en Morelia, ya no nos queda mucho para llegar al Distrito, pero tenemos que darnos prisa, allá ya nos esperan –diciendo esto todos nos subimos a nuestros autos y salimos de donde estábamos.

Claudia

 

En cuanto encontré la foto se la envié a Esteban y el peso de las lágrimas me ganaron, me quede dormida en el suelo, no fue hasta que alguien toco mi puerta cuando me pude despertar, era una chica de la casa, se llama Jennifer, me dijo que me llamaba Damián, antes de ir con el, me eche agua en la cara y suspire varias veces, salí de ahí y me dirigí su despacho.

Una Hermosa MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora