24. Se lo que está pasando...

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Ali.

Es lunes y tengo que ir al colegio, no quiero ver a Emily, no va dudar en echarme en cara su cena con Alex, sé que solo cenaron y ya, pero es que es tan zorra que me da ganas de golpearla a la primer oportunidad que tengo. Hoy Alex no pasara por mí, ya que Camil quiere que llegamos juntas al colegio como antes.

Estoy esperando que llegue Camil, esta mañana mis padres salieron muy temprano al parecer hay problemas en la empresa, así que con tanto movimiento y escuchar sonar tantas veces los celulares de mis padres hicieron levantarme demasiado temprano estoy lista desde hace 1 hora, aunque decir lista no es la palabra solo me puse unos Jeans, un suéter color vino y mis vans. Trate de dormir de nuevo pero no pude, quiero ver a Alex y que me cuente todo lo que paso a noche, confió en Alex, pero no en Emily.

Camil toco a mi puerta tan reluciente como siempre trae puesto un vestido azul y unos zapatos blancos que hacen el contraste perfecto, no sé cómo mi mejor amiga tiene tiempo para arreglarse tanto por las mañanas, cuando yo apenas si puedo levantarme de la cama.

— ¡Hola bruja!— me saludo dándome un beso en la mejilla

— ¡Hola fea!— dije abrazándola

—Y bien... ¿lista para ver a las zorras que se llevaron a nuestros novios a noche?

—La verdad es que no y ¿tu?

—Menos. Aunque no lo creas, Dafne es mil veces más pera que la perra de Emily.

—Eso es imposible.

— ¿imposible?

—Si, por que las dos son igual de perras— Camil sonrió afirmando que lo que había dicho era cierto.

Tome mis cosas y cerré la puerta. Caminamos un poco hasta la cera

— ¿Y tú carro Camil?

—Hoy no vamos a ir en carro...

— ¿Por qué?

—Vamos Ali, no nacimos en carro y es un gran ejercicio caminar al colegio por las mañanas, te llena de energía, te da más ganas de llegar y escuchar todo el día a un maestro que lo único que hace es contarte su aburrida vida.

—Camil...

— ¿Qué? Acaso no te gustaría recordar cuando íbamos caminando al colegio, era tan divertido que solo recordarlo... es tan...

— ¿Volviste a chocar tu carro cierto? — dije divertida

—Sí, pero no se te vaya ocurrí mencionarlo, mi padre me dijo que si le volvía a pegar me lo quitaría de por vida, así que ahorita que vea a Tyler él me va ayudar a quitarle el pequeño golpe de la puerta.

— ¿Solo de la puerta?

—Bueno, también el de enfrente

— ¿El de enfrente?

—Bueno, ya. La verdad es que no sé cómo mierda me estacione que lo golpe de todos lados, pero este es un súper secreto que no se lo puedes decir a nadie ¿de acuerdo?— y ahí está mi mejor amiga, la que al primer día que le entregan el carro del taller va y lo vuelve a chocar.

—Está bien, no diré nada. Pero vámonos ya que sino jamás llegaremos.

Caminamos al colegio y la verdad es que no fue nada largo, íbamos riendo tanto que las personas que pasaban a nuestros lado nos veían como si fuéramos dos tipas salidas del manicomio, pero no podemos evitar no decir cosas estúpidas, así somos nosotras, siempre hemos sido así.

Llegamos al colegio unos minutos antes de que abrieran, pero tanto reírme hizo que me doliera el estómago, así que me senté en uno de los escalones.

COMO LAS NUBES [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora