30. ¡Eres un maldito traidor!

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Ali.

Después de un excelente día en compañía de mis mejores amigos y mi guapo novio, regrese a mi casa. Las luces estaban apagadas de seguro mis padres aún seguían en la oficina entre a la casa, fui directo a su habitación y así era seguían en la oficina. Subí a mi habitación me di un baño y me puse la pijama. Saque mi teléfono para mandarle un mensaje de las buenas noches a Alex, cuando escuche entrar a mis padres.

—Ali, cariño... llegamos ¡Trajimos la cena! ¡Baja!

—Voy mamá — grite, poniéndome mis pantuflas. Deje el teléfono escribiría el mensaje más tarde.

Llegue al comedor y no había nada en la mesa ¿Qué clase de broma cruel era esta? Fui corriendo hasta la cocina, mi madre estaba sacando algunos cubiertos y platos que solo usamos cuando celebramos algo, posiblemente firmaron un nuevo contrato o ¿es cumpleaños de alguien?

— ¿Ali, que haces ahí parada? ayúdame a llevar todo esto a la mesa

— ¿Qué festejamos? ¡Mierda! ¿Es tu cumpleaños? Perdón mamá ¡Feliz Cumpleaños! ¡Te amo! Mañana te comprare algo lo prometo. — trate de disculpar me olvido.

—Ali...

—Espera... no, no es tu cumpleaños, el tuyo es en diciembre, entonces... ¿es el de papá? ¡Demonios! ¿Dime dónde está? Me da tiempo de ir a la tienda y comprarle... am... ¡unas galletas! Sí, eso le gustara, no, no le gustan las galletas... ¿Crees que tenga sed? Le puedo comprar un jugo.

— ¡Alicia! — Grito interrumpiéndome —No es cumpleaños de nadie.

— ¡Excelente! Pensé que lo había olvidado... — respire más tranquila tome los platos y los lleve a la mesa, mi madre me siguió trayendo con ella la cena. — ¿Entonces un contrato importante? — acomode los cubiertos en cada uno de los lugares de la mesa.

—No exactamente un contrato, pero lo que tenemos que decirte si es importante. — sonrió totalmente feliz. — ¡Oye! — Me soltó un golpe — ¿Qué es eso de "mierda"? ya sabes que no me gusta que hables así.

— ¡Auch! Si mamá perdón. — rodee los ojos.

Mi padre entro con una sonrisa de oreja a oreja, me dio un beso en la frente y después le dio un beso a mamá, nos sentamos los tres a la mesa y mi padre saco una botella de vino ¿Botella de vino? ¿Cena especial? ¿Mis padres felices? ¿Qué se traerán entre manos? Mi padre aclaro un poco la garganta y tomo de la mano a mamá.

—Bien, Ali tenemos que decirte algo que cambiara nuestras vidas...— ambos se dieron una mirada de complicidad y después voltearon a verme, dándole un sorbo a su copa de vino.

— ¿Voy a tener un hermanito?— solté. Mis padres se atragantaron y por poco escupen en mi cara.

— ¡Alicia! No es momento para bromitas. — trato de decir mi madre. Es una broma que me gusta hacerles desde que era pequeña, es mi pequeña venganza por no a ver querido darme un hermanito.

—Perdón, perdón Y... ¿qué es lo que tienen que decirme? — dije metiendo a mi boca un poco de pasta.

—Tu padre consiguió hacer crecer la empresa y... ¡Pondremos unas oficinas en Nueva York!— ambos sonrieron. Simplemente sonreí me daba gusto que mis padres lograran todo lo que se proponían, mi padre había intentado entrar a Nueva York desde hace unos años y por fin lo había logrado.

—Mamá, Papá estoy tan feliz por ustedes —tome de la mano a ambos —En verdad felicidades, es genial.

—Y eso no es todo cariño, hay más... — contento mi padre apretando mi mano.

COMO LAS NUBES [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora