Mi Chico Ideal ♡

CAP 20. Diablilla

El viaje se había hecho más corto de lo que imaginé al principio.

Un silencio tortuoso se apoderó a nuestro alrrededor y así lo mantuvimos hasta llegar al restaurante.

Ambos nós dirigimos al salón donde Ethan, obviamente, había reservado una mesa.

Esta aún no estaba ocupada con mis padres, habían avisado que se  retrazarian.

El mozo nos acomodó en dichos lugares y una señorita nos trajo los menus a cada uno.

Tomé el mío, finji leer hasta que Ethan aclaró su garganta.

-No estoy seguro de que será una buena idea Megan.- habló seguro de si mismo, me sorprendí.

-No necesito tu aprobación- seguí mirando las letras del menú.

-Si, porque yo seré quien te coja, así, que si la necesitas.- Bajé la carta y lo observé, su gesto estaba serio, pero no me hechare atrás.

-No vas a resistirte a cojerme- sonreí victoriosa.

-Es verdad, pero tengo reglas al respecto...- cruzó sus brazos sobre la mesa, haciendo que sus músculos se marcaran aún más.

-También yo las tengo- crucé mis piernas. Esto se pondría interesante.

-Habla primero...- sonrió de medio lado, que sexy.

-Debes borrar todas esas fotos de tu galería, ahora mismo- asintió levemente, tomó su teléfono y frente a mí borro todas de su galería.

-Quiero que sepas, que necesitaré nuevas de esas entonces...- río.

-Serán de mi entonces- aseguré. -ahora tú- sonrió de manera pícara.

-Sere breve... Regla número uno, nadie debe saberlo. Número dos, no tienes permitido tener sexo con nadie más que no sea conmigo. Número tres, será cuando yo diga y no puedes poner resistencia. Número cuatro, esto solo se hará en mi casa. Número cinco, y la más importante, nada de sentimientos.- asentí atentamente.

-Sólo sexo...- murmuré.

-Sólo cojer, brusco.- sonreí.

-¿Has visto cincuenta sombras de Grey? Creó que fue inspirada en tí-   era impresionante la cantidad de similitudes.

-A veces creó que ese idiota inspiró su película en mi, debería reclamarle derecho de autor.- sonrió. -¿Y bien? ¿Aceptas?- yo lo observé unos minutos en silencio.

-¿No hay contrato que deba firmar?- me burlé.

-No lo necesitas... Sé que cumplirás con todas las reglas- aseguró.

-¿Cómo estás tan seguro?- dudé.

-Porque...- se acercó a mi peligrosamente -Una vez que comienzas... Ya no puedes parar y te vuelves una esclava sexual de mi propiedad Megan... Harás lo que yo te ordene- su voz era hielo, no podía creer que hablara tan fríamente.

-La primera vez que tuvimos sexo.... ¿Cojimos o hicimos el amor?- quería saber la respuesta.

El pareció pensar la repuesta con severidad, al final tragó y se tensó -No... No recuerdo...- bien, no fue nada importante de seguro.

-¿Tardamos mucho?- oímos a mi madre detrás de nosotros.

Me acomodé al lado de Ethan y los cuatro quedamos frente a frente, hablando y comiendo tranquilamente.

(...)

En el piso de arriba del restaurante, había una especie de baile extraño para gente mayor.