¿Reconocerías el amor de tu vida si lo tuvieras justo a tu lado? Bueno, yo si.
COMPLETA ¡
Capítulos largos y llenos de emoción, te espero dentro de este libro y espero tu crítica al final¡¡.
Sábanas suaves, sonreí no se porque, supongo que porque estoy imaginando oler el hermoso perfume de Ethan... Aguarden... No lo estoy imaginando.
Estas sábanas son muy cómoda como para ser mías, además... No recuerdo que el espacio fuera tan grande... Y eso es... ¿Un cuerpo? ¿Desde cuando alguien duerme conmigo?
¡No puede ser!
-¡Llego tarde! ¡No volví a casa anoche!- grité dando un sacudon a la cama y saltando de ella como si de lava de tratase.
-¡Joder!- gritó Ethan saliendo de su cama con el cabello revuelto. Pero que diablos, ni la mañana le quita lo hermoso que es.
Cuando despegue mi vista de él recordé en el lío en el que metería de seguro, ya que mis padres deberían de haber llegado a mi casa hace rato y no me encontraron allí.
-¡Mis padres! ¡Van a matarme!- grité con desesperación.
-Descuida...- dijo Ethan observando la ventana de su hábitacion -No está su auto, ellos no están- me aseguró.
-Pero... ¿Cómo? Ellos, ¿no volvieron anoche?- él se encogió de hombros y se dirigió a su armario para sacar ropa.
-Tal vez... Deberías ver tu teléfono, si no tienes llamadas significa que no volvió y por ende, no saben que estuviste aquí conmigo.- Era buen idea.
-Eres listo, no todos los hombres hermosos son estúpidos- rodé los ojos riendo y tomé mi teléfono. Verifiqué y concluí en que estaba vacío, solo un par de notificaciones, libre de llamadas y mensajes. Ella no se había enterado de nada.
-Vacío- murmuré.
-Te lo dije... Ah... Toma esto...- me extendió varias bolsas de marcas que solo eh llegado a ver desde metros.
-¿Qué es?- fruncí el seño.
-Ropa, para tí. Es hora de que mejores tu guardarropas- me guiño un ojo y tomó su toalla -Me iré a duchar, puedes venir si quieres- murmuró en mi odio cuando paso por mi lado.
Sonreí algo sonrojada, mientras me observaba en el espejo de cuerpo completo que Ethan tenía en su habitación.
Me quite la remera de Ethan con la cual dormía y observé mi cuerpo.
No tenía el cuerpo de Cara Delevigne ni el de Emma Watson, sino que tenía el cuerpo algo mas formado.
Mis lolas eran algo pequeñas, no tenía mucha cintura y mis piernas no eran la gran cosa. Pero aún así, pude conquistar a Ethan, sexualmente aunque sea.
Observé una pequeña marca roja en mi omóplato izquierdo y torcí mi cabeza para poder observar mejor.
-Hijo de p...- murmuré cuando vi el gigantesco chupetón que tenía allí.
-¡Hey!- bufó fingiendo molestia.
-¡Un chupetón Ethan! ¡Y es enorme!- bufé.
-Es solo para aclarar que eres mía... Vístete, iremos a la escuela- suspiré, por suerte no se ve.
¿Qué pensaría mi madre?
Saqué un pantalón negro, swetter color galaxia y unas zapatillas negras de una de las bolsas.
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