CAP 55. Pelea, Pelea

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¿Me creerías Si te dijera que encontré que ponerme en tan sólo 5 minutos? algo excepcional, llamativo y hermoso.

Había preparado un vestido color beige con mucho tul abajo para esta ocasión, lo había apartado y me lo había probado tantas veces como me era humanamente posible.

Ethan estaba en el armario tratando de buscar un traje ideal que combinará con el vestido que iba a llevar, agregaba y quitaba accesorios como corbatas de diversos colores, moños y un par de smoking tratando de decidir cuál sería el conjunto más perfecto.

Los hombres son mucho peores que las mujeres en el tema de las tendencias de moda, ¿han oído hablar de las personas cuyos intereses en la moda están por encima del nivel permitido por persona? Bueno, Ethan era uno de esos casos.

— Yo escogí mi ropa en cinco minutos Ethan ¡Vamos! Apresurate de una buena vez.

— Es fácil para ti decidir... No tanto para mi ¿Sabes? Me serviría la ayuda de mi prometida en este momento.

Negué con la cabeza mientras esbozaba una gran y completa sonrisa, el hecho de que sus labios saliera el término "mi prometida" es hermoso y me llena el espíritu.

— ¿Qué dices de este? — Preguntó colocando una camisa a rayas color gris y turquesa en frente de si.

— ¿Cómo sabes cuál es cuál? — El sonrió.

— Pues... conozco las diferentes telas de mis camisas favoritas, Asi como las de mis pantalones... — Chasqueo la lengua en señal de victoria y continuó. — ¿Y bien? ¿Qué dices? ¿Está? — La camisa gris y turquesa aún yacía en sus manos, luego sustituyó esa prenda por otra camisa, esta era de un algodón muy fino, color negro y rojo estilo leñadora a cuadros. — ¿O esta? — Sonrió encantadoramente, como si eso fuera parte de la evaluación.

Lo pensé unos minutos, aunque mi decisión estuvo clara todo el tiempo. — La roja y negro, si te parece...

El soltó la prenda perdedora en el suelo y dejó la otra cuidadosamente planchado en la cama. Justo después tomo su toalla y se encaminó hacia el baño.

Me ocupe de maquillarme lo mejor que los tutoriales de Internet me permitieron aprender.

"¿Cómo hacer los ojos de gato perfectos?" "Maquillaje fácil y rápido para tus ojos" "Te enseñó a utilizar la sombra correctamente".

Esos sólo fueron unos pocos de los títulos que recorrí en YouTube justo después de saber que saldríamos de fiesta.

El pincel del delineador era bastante maniobrable y fácil de manipular, salvo por las interrupciones, ellas siempre terminan arruinando un impecable trabajo, transformandolo en un trabajo exitoso de un niño de cinco años con hiperactividad en sus venas.

El teléfono sonó, dejé que la contestadora hiciera su trabajo y asi el mensaje entró a buzón de voz.

Mensaje en contestadora.

— ¡Oye! Maldita apática, deja de aplastar ese gordo trasero en tu cómoda reposera de Ibiza y atiende el maldito teléfono de una vez... No permitiré que dejes mi mensaje en una insulsa contestadora niñita... — Era Ally. Su voz chillona por el micrófono taladraba mis oídos, decidí atender.

— ¡Estúpida! ¡Estaba haciendo un delineado perfecto!

— Sus necesidades no son problema mío... — Mascullo la sucia rata.

— Hija de tu pinche madre... ¿Qué se te ofrece?

— Sólo saber cómo está mi amiga. No aceptaré que me dejes con la intriga y no me cuentes eso que quieres decirme ¡Joder! ¡Ya me tienes hasta la madre con tus secretitos! — Solté una fuerte carcajada.

Mi Chico Ideal ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora