— Bien, solo un detalle más y estarás lista Meg... — Susurró Aly colocando el velo entre mis cabellos rubios.Los rayos de luz entraban por la ventana, dando calor e iluminando todo a su paso. Las piedras de mi vestido se reflejaban con el haciendo leves destellos en la pared.
Estamos aquí desde la mañana, preparando todo. No eh visto a Ethan desde ayer en la tarde, donde se fue con Lucas, Ty y Josh para que ninguno de nosotros pueda cruzarse en ningún momento.
Aly se mantuvo con migo como una sombra, todo el tiempo detrás de mi. Ambas organizamos a las chicas y chicos que se encargaban de acomodar y dejar todo en su lugar.
Globos, manteles, sillas y mesas, bebida, música e invitados.
¿Quién dijo que planear una boda sentía sencillo? Claramente, nunca había planeado una.
Y los nervios, son imposibles de controlar. Las manos me han sududado desde que pise la Iglesia. Pero no todo era felicidad, había algo dentro de mi que gritaba, muy fuertemente.
La fiesta sería en un lugar apartado de donde nos casariamos, a unos veinte kilómetros.
Habíamos alquilado autos que llevarían a los invitados de un lugar a otro, y el que quisiera podría venir con su propio automóvil. Más también, hay muchos que no podrán acompañarnos en la ceremonia pero si estarán en la fiesta.
Son poco más de las diez, estamos en la casa de Aly, ella y sus manos expertas manejan el útil del vestido como si lo hubiese hecho mil veces antes.
Una pieza de seda y organza, dos telas que son sutiles y delicadas, en combinación son un hermoso vestido. La pedrería es brillante y es lo único costoso que acepte llevar en el, por insistencia de Ethan. Al ponérselo, dientes que estas desnudo andando entre las nubes, jamás pensé que un vestido tan elaborado podría llegar a ser tan cómodo al tacto con la piel. Lleva un bordado en el frente, hecho a mano en su totalidad, con pequeñas incrustaciones de diamantes en el cintillo que tenía a la altura de la cintura. Debajo, al final del ful, contiene una terminación delicada y casi invisible. Un bordado de flores simple, pero le da el toque sutil que termina de armar el vestido perfecto para mi.
Mi cabello estaba peinado en un moño despeinado con una trenza que recorría toda la parte frontal de mi cabeza, con detalles de flores y perlas que Aly misma se encargó de colocar. No soy de esas novias que peinan su cabello prolijamente y se encargan de que ningún cabello este fuera de lugar, al contrario, apoyo lo diferente y estoy a favor de los hermosos peinados en los que no se parecen a los de una barbarie.
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Mi Chico Ideal ♡
Romance¿Reconocerías el amor de tu vida si lo tuvieras justo a tu lado? Bueno, yo si. COMPLETA ¡ Capítulos largos y llenos de emoción, te espero dentro de este libro y espero tu crítica al final¡¡.