Mi Chico Ideal ♡

.Epílogo.

—¡MEGAN! ¡¿Dónde está Megan?! ¡¿A dónde está mi esposa!? — Grite, había salido de casa esta mañana y ella estaba bien, pero ahora... Me sentía desesperado.

Observé desde lejos la,imagen de Lucas junto a Aly ¿Cómo llegaron antes que yo?

Al acercarme, la pequeña Lilian corrió a abrazarme, la tome entre mis brazos mientras Jacob también reclamaba mi atención.

— Lilian, Jacob, dejen a su tío en paz... Se ve en su rostro que está nervioso... — Anunció Aly poniéndole un alto a sus dos pequeños mellizos. — Tyler... ¿Puedes cargar a Jacob? Se pondrá celoso si no lo haces.

El pequeño castaño corrió a los brazos de su padre, los rizos de la rubiecilla Lilian se pegaban al sudor de mi frente.

— No sea cosa que explote... — Se burló Lucas, riendo.

— Josh...¿Cómo lo aguantas? — Balbusee. El novio sólo se encogió de hombros y se dedicó a otorgar con su fúnebre silencio.

— Necesito saber donde está mi esposa... Chicos siento que voy a enloquecer si...

— Familiares de Megan Forest. — Un médico hablo desde atrás. Literalmente nunca había corrido tan rápido en toda mi vida.

— Soy... — Tome aire, aún agitado — Soy su esposo...

El doctor me sonrió y extendió su mano, la estrechez recibiendo sus felicitaciones.

— Puedes pasar... habitación 13V.

Como en un rodaje televisivo, sentía que la habitación se alejaba cada vez más y nunca podía llegar a ella. Hasta que la puerta decidió aparecer frente a mi, con los nervios de punta, sudor en mis manos y la respiración agitada, entre.

Los ojos de Megan se juntaron con los mis al instante que puse un pie en esa habitación. Sus sentidos seguían tan bien como siempre.

Recostada en la cama de relucientes sábanas blancas, tenía sobre ella un bultito, envuelto con una manta de color blanco. No me había dado cuenta de cuanto me dolían las mejillas, probablemente de sonreí tanto.

Me acerque a ella, ambos en silencio, con paso sigiloso y tratando de hacer el mejor ruido posible. Ella extendió ante mi ese pequeño bultito y sonrió, exhausta, pero siempre con esa belleza angelical que la caracteriza.

— Felicidades amor, es una niña... — Mis órganos se voltearon y dieron un salto de felicidad.

No habíamos permitido que nadie nos dijera el se lo del bebé, no veo la hora de hacer todo Rosa para nuestra pequeña...

— Lucy... — Susurre quitando la manta que cubría su rostro.

En el instante, dos grandes faros de color miel se clavaron en mi, inspeccionando absolutamente todo. Una pequeña manito, la más pequeña que había visto, tomo la punta de uno de mis dedos.

Su piel blanca y cabello rubio, ella sería la niña más bella que el mundo halla visto.

— Tengo para mi las dos chicas más hermosas del mundo... — Le Di un tierno beso a mi esposa y no pude evitar susurrar — Gracias... gracias por darme la felicidad más grande de toda mi vida...

Y de la nada, un pequeño sonido salió de la boca de Lucy. Ella estaba riendo, con su boca limpia de dientes, inocente y dulce.

Era el hombre más afortunado del mundo, era la persona más feliz del universo.

Gracias Megan, gracias por ser parte de mi vida, parte de mi felicidad, parte... de mi.