¿Reconocerías el amor de tu vida si lo tuvieras justo a tu lado? Bueno, yo si.
COMPLETA ¡
Capítulos largos y llenos de emoción, te espero dentro de este libro y espero tu crítica al final¡¡.
Antes de que comiencen a leer, ¿Ven la foto de multimedia? ¡Es el nuevo tatuaje en el trasero de Stephen! ¡AAHHH! ¡Qué Culo más bello! Dan ganas de morderlo... 7w7
Bien, no los distraigo más...
— ¡Bingo! — Grite elevando los brazos en el aire.
Aly, Dios como explicar la emoción en su rostro.
Las lágrimas le gritaban de los ojos como su fuese ella quien estuviese a punto de casarse.
— Cuenta regresiva mi niña... — Está vez, habíamos invitado a Lu a que estuviese presente en la prueba del vestido. Sinceramente, no creíamos encontrar nada, a juzgar por los cientos de vestidos comunes y similares, pero todo cambio cuando me coloque ese manto blanco.
— Ya casi es tiempo... ¿Ustedes ya planearon que usar? Enviaremos las invitaciones oficiales está tarde... — Comí un gran bocado de una hamburguesa de McDonald.
Las invitaciones eran hermosas. Ethan y yo las habíamos elegido entre tantas tentadoras opciones. Una ingeniosa idea de un vestido y un traje hechos en cartulina, ambos fundidos y haciendo parte de una hermosa tarjeta de bodas.
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— Yo seré el chico mejor vestido de la fiesta... eso es seguro... — Lu bebió de su coca cola. Aly y yo rodamos los ojos.
Josh nos sorprendió dándole un fuerte abrazo a su novio. Luego Ty le dio un beso a Aly, justo después de darle el susto de su vida.
Estaba por preguntar a donde se habían olvidado a mi pobre hombre, justo cuando pude sentir su inconfundible colonia acordarme por la espalda y unas suaves manos me envolviendo tiernamente.
— ¿Dónde estuvieron chicos? — Todos ocuparon asiento, robando algunas sillas vecinas y robando nuestras papas y hamburguesas.
— Tenía algo que hacer... urgente — Respondió Ethan.
— Una cuestión de amor... — Continuó Josh.
Frunci el ceño, Ethan extendió su brazo en frente a mi y susurró que observará con atención.
Busque algo diferente, algo que antes no estuviese allí, desde el codo hasta su mano.
Mis ojos se detuvieron, justo allí.
Una línea de color negro delineaba fragilmente mi nombre, justo en donde su mano se une con su muñeca.
Una caligrafía delicada, algo estirada y perfecta, desprolija pero hermosa y fácil de leer... anunciaba «Megan»
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