Imagen de Mauro en multimedia ❤
(...)
-No me hagas daño...- susurre deslizando mi cuerpo lo más pegado a la pared como esta me lo permitía.
-No te haré... Daño... Aún- sonrió.
Estaba ebrio, su estado era deplorable... Olía a kilómetros el edor a alcohol.
En sus manos tenía una gran navaja, fácilmente podría producir una herida sí no está en sus cabales.
La dejó en el suelo y tambaleándose, quitó una llave de su bolsillo.
La introdujo en la cerradura de mi pie y soltó la cadena que tanto me lastimaba.
-Quítate la ropa- balbuseo parándose.
-¿Q-Que...?- tartamudee sorprendida.
En los días que llevaba aquí, jamás me había tocado mas que el cabello o las mejillas en escasas ocasiones.
Esto seguro es producto de su borrachera.
-¡Quitátela! ¡Ahora!- gritó empujándome al suelo.
No lo dude un segundo más y quite mi saco color coral, este estaba ya algo bastante sucio al igual que el resto de mi ropa.
-Continúa...- seguía con la navaja en la mano. Quería asegurarse que yo no haría otra cosa que desvestirme.
-Claro...- solloze mientras quitaba la ebilla de mi pantalón. Deslicé la prenda fuera de mi cuerpo y quedé solo en una remera de tirantes y el típico conjunto de ropa interior.
Hacía frío y el viento chocaba con ferocidad contra mi piel provocando piel de gallina.
-¿Tienes frío?- sonrió acercándose a mí.
Sus ojos estaban llenos de lujuria, mi estomago se revolvía pero no podría vomitar nada, porque no había comido en días.
-No me hagas nada... Por favor...- susurré secando mis lágrimas.
-Debo hacerlo... ¿De qué otra manera serías mía por completo?- río cínico.
-Solo... ¿Por qué me haces esto a mi?- balbusee.
-¿Por que más? Yo te amo Megan... Tu y yo debemos estar juntos para siempre-
Para siempre.
Una y otra vez esa frase en mi cabeza.
Estaba abierta en una nube espesa de dolor.
Una mano tocó mi cintura, pero no podía hacer nada ¿Qué caso tenía? ¿Luchar? ¿Para qué?
Yo no valgo nada. Él manda sobre mí.
Yo debo obedecerlo.
Para siempre.
Quitó mi sudadera, ahora solo estaba en ropa interior.
Sus manos masajean mis senos, su boca besa mi cuello.
Una de sus manos baja y aprieta mi trasero, mi muslo rosa su entrepierna y noté su miembro duro bajo su pantalón.
Iba a violarme...
-¿te quedaras allí? ¿Esperando que te viole?- susurró mi subconciente
-No puedo hacer nada...-
-¿estás segura de eso?-
Y ahí lo vi.
La navaja estaba en el suelo, tirada a escasos centímetros de mi pie.
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Mi Chico Ideal ♡
Romance¿Reconocerías el amor de tu vida si lo tuvieras justo a tu lado? Bueno, yo si. COMPLETA ¡ Capítulos largos y llenos de emoción, te espero dentro de este libro y espero tu crítica al final¡¡.
