¿Reconocerías el amor de tu vida si lo tuvieras justo a tu lado? Bueno, yo si.
COMPLETA ¡
Capítulos largos y llenos de emoción, te espero dentro de este libro y espero tu crítica al final¡¡.
El viernes se había pasado volando, entre el encuentro con Ethan, los preparativos para el baile al otro día, mi prueba de vestido y la ausencia ya habitual de mis padres.
Pero hoy, hoy por fin sería una egresada, al fin tendría mi estudio secundario completo y al fin tendría mi título.
Me observé en el espejo por centésima vez, y no podía encontrar nada malo, es decir, no es por ser engreída, solo que jamás me había sentido tan linda en mi vida.
Me hubiese gustado que mi madre estuviese aquí, para poder sacarme la típica foto del baile, o que me acompañara a la puerta y me hiciera jurarle que no haría nada malo.
Pero... Últimamente me acostrumbrarba a no tenerlos cerca, a su ausencia, a sus "huidas" de mis preguntas.
Aún así, este sería un día para recordar, sería uno de esos días que guardas en tu memoria para siempre, incluso luego de muchos años, puedes sentir los mimos nervios y el distintivo cosquilleo en tu estomago.
Hoy será un día especial.
Mi vestido era simplemente hermoso, y el color vino iba muy bien con mi pálida piel, los zapatos me aumentaban unos centímetros y estilizaban mis piernas, mientras que el cabello recogido terminaba de completar el fascinante look.
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Oí la puerta tocar, era Ethan.
Abrí la puerta y me quedé sin habla. Él estaba flamante en su traje nuevo color gris oscuro, sus ojos azules resaltaban y eran como dos grandes bolas de cielo mirándote, fijamente.
-Preciosa... No tengo otra palabra- pero algo el su voz, algo en su expresión, delataba que algo no andaba muy bien.
-¿Sucede algo?- pregunté cerrando la puerta.
-Nada... De veras, nada- sonrió tiernamente, no pude resistirme y lo besé.
Que no daría yo por este hombre.
Ambos subimos al auto. Dirgiendonos hacia la fiesta más alocada, ruidosa y divertida a la que eh asistido, aunque en realidad, esta fuese la primera.
El auto costoso de Ethan tuvo que quedarse afuera, ya que adentro explotaba el estacionamiento y no cabía ni un solo alfiler.
¡Repleto!
Esa es la palabra indicada, repleto de gente, por aquí, por allá, bebiendo, bailando, enloqueciendo.
Desde el lugar donde estabamos se escuchaba claramente el barullo proveniente de adentro del campus.
Este espacio era gigantesco, pero claramente, la escuela entera no cabía allí, por lo que mudaron parte de la fiesta al parque.
