Mi Chico Ideal ♡

CAP 22. Simplemente Magnífico

Estoy acostada en la comodidad de mi cama, luego de un dichoso día de trabajo, y se me ocurrió ¿Por qué no actualizar? Tengo varias ideas, y eso que son las 00:01, (lo siento por la hora) :D

Además de eso, quería comentarles que estoy muy ínspirada y cree 12 borradores de futuras histirias que luego escribiré, recibirán más información cuando estén publicadas, ❤Los amo❤

Bien... Ahora sí, el capitulo.

¡ESCENAS DE SETZO!

No me responsabilizo de traumas ni nada por el estilo, está en tu derecho leerlo y si no quieres, pues puedes saltearlo, no afectará en anda los capítulos siguientes :D

-Cierra tus ojos Megan... Cierralos- susurró colocándose detrás de mí, sentí algo suave sobre mis párpados, al tocarlo me di cuenta de que era una especie de tela.

La amarró detrás de mis ojos y me guió suavemente hasta la cama.

-Te vez más sexy de lo que te eh imaginado...- se acercó a mi cuello y suspiro -Fresas, Dios santo... Me traes loco- pero ambos sabíamos, que era mentira.

-Sólo quiero sexo...- susurré tratando de quitarme sus dulces palabras de encina, ¿Para qué ilusionarme? Ambos sabíamos que mañana el amor que dice tenerme se esfumara, no quiero seguír sufriendo por eso.

-Yo también quiero eso...- sentí que su peso se alejó y con él su colonia varonil.

Pasaban los segundos, y parecía estar sola en la habitación, sentada en una cama vacía.

Estaba a punto de quitarme la venda cuando sentí unas sogas en mis manos, siendo atadas.

-Acuestatate... Y recuerda, que puedes irte cuando lo desees- asentí aunque no se si él pudo verlo.

Mi peso fue echado por la cama y mis manos atadas a la cabecera, no me agradaba demaciado eso, yo deseaba tocarlo como él lo hacía conmigo.

Sus manos bajaron suavemente desde mis muñecas hacía mis senos, dibujo un pequeño círculo sobre el diminuto sostén, sentía mis pezones endurecerse con su tacto.

Bajó sus manos hacía mis caderas y dibujo también alrrededor de mi ombligo, era casi imperceptible su rose, pero sabía que estaba allí.

Mis piernas fueron fuertemente abiertas y un sonido sorpresivo salió de mis labios.

Un tacto completamente extraño se alojo en mi intimidad, aunque ya no era virgen, jamás había sentido esas sensaciónes.

Sus dedos se deslizaban de arriba a abajo con suavidad, pero intensamente, podía sentir las cosquillas de placer dentro de mí.

Gemí suavemente y mi cuerpo se torció involuntariamente.

De un segundo a otro la manos de Ethan se despojaron de mi ropa interior y solo quede con el diminuto sostén y las medias hasta las rodillas.

Sentí una oleada de placer al sentir que había introducido un dedo dentro de mí, moviéndolo de un lado a otro al compás de una canción imaginaria.

Podía oír los sonidos que esto emitía, estaba húmeda, y de pronto, un dedo más entre en mí.

Senti que estaba apretado y por eso dejó los dedos allí sin movimiento por unos segundos, se sentía tan bien que lo hiciera.

-Estas húmeda...- susurró con la voz ronca de excitación.

Mordí mi labio y mis pies se pusieron duros por las nuevas sensaciones.