Mi Chico Ideal ♡

CAP 34. Tuya y Mía

Mos dirigimos a casa de Ethan, esta noche sería buena, no se con certeza porque, es solo un tonto presentimiento que tengo dentro de mí.

Aly no me soltó la mano en todo el viaje, y genuinamente lo agradezco, mientras que Lucas me regalaba sonrisas y guiños por el espejo retrovisor. Ethan colocó a Ed Sheeran durante todo el viaje. No puedo negar que me encanta ser tratada así, solo que no quiero ser una carga o una molestia.

Las ventanillas estaba algo bajas, por lo que la fresca brisa de la noche abordaba el espacio entre nosotros y alocaba un poco mi cabello.

Llegamos a casa y aunque me negué, Lucas y Aly se colocaron a mis costados;  ninguno quiso admitirlo, pero yo sabía que ellos no querían que observara mi casa.

Aunque es siertamente imposible, de decir, esta justo al lado ¿Cómo no verla?

La casa no era el gran problema, sino la apariencia de mis padres, sus voces, puedo jurar que los escucho cuando estoy sola, riendo, o a mamá llorando, yo se que aún están allí.

Ethan llamó un delivery y encargo una pizzas, mientras que Lucas se dirigía al supermercado a comprar gaseosas y caramelos, esto último fue por mi influencia.

Aly pidió educadamente usar el baño, y en cuanto se fue, imágenes de la pinturas en ese misterioso cuarto formaron una tenue sonrisa en mi rostro.

-¿Por qué sonríes?- preguntó, el también sonreía.

-Solo estaba... Recordando algo...- no quise contarle, el lo hará en el momento indicado.

-Me encanta verte sonreír...- acotó preparando un par de mantas en el suelo.

No sabía que respóndele, así que solo me quede en silencio un rato.

Los chicos volvieron y ocupamos cada uno una manta de dormir, una almohada, y nós sentamos alrrededor del gran plasma que Ethan tenía en medio de su living.

-¿No es algo raro hacer una pijamada en el living? Es decir... ¿No deberíamos estar en la habiatcion?- Todos pusimos atención a la coherente pregunta de Aly.

-Es verdad pero... ¿En la habiatcion hay tele?- preguntó Lucas seguido de la negación por parte de Ethan.

-No me gustan las teles en las habitaciones, solo son distraccioes.- se encogió de hombros.

-Bien... Pongamos algo para ver- propuse tomando el control remoto entre los dedos.

Una película de terror fue una de mis mejores ideas, con gran aceptación por parte del público déjenme decirles.

Habíamos devorado la pizza, el helado, los dulces, la película había terminado y aun seguíamos riendo y hablando de cualquier tipo de cosa.

Hasta que al reloj marcó las tres AM, y todos nos dirigimos hacia nuestras bolsas de dormir.

Jamás había visto a Ethan descansar en otro lugar que no sea su cama, ni tampoco compartir con otras personas, jamás vi entrar a su casa alguien más que no sean esas chicas.

Me sentía bien, me sentía acompañada, las cosas no son tan difíciles de superar cuando estas con gente que realmente te ayuda.

Lo superaremos, juntos.

(...)

Aguardaba mi turno en el consultorio de la doctora Scrin, ella se encargaba de controlar mis avances psicológicos.

Después de mucho negarme, luchar contra las voces y apariciones se me hacía cada vez más tortuoso y decidí aceptar la coordial propuesta de Ethan.