Arabella: Su libertad.

3.6K 264 11
                                    


He escuchado toda la historia con atención, asombrada, asustada e inquieta. Puede que tuviese más miedo si no la hubiese visto con una vida completamente normal, feliz. Porque sé que ahora es libre, pero cada vez que pienso en lo que ha pasado, en que una vez su vida era todo cuatro paredes y dolor... No sé cómo lo ha hecho, no sé qué ocurrió para que consiguiese escapar, pero quiero saber el final porque cuando la miro a los ojos sé que lo necesita, sé que debe de acabarlo para empezar una nueva etapa. Y me alegro de ser ese puente.

-El final parece duro -murmuro-, si necesitas hacer un parón...

Asiente y me sonríe, dándome las gracias.

-Quizás tengo que coger un poco de aire ¿vienes?

La sigo hasta la terraza y nos sentamos la una en frente de la otra. Me enciendo un cigarro y ella hace lo mismo. Mira el horizonte, los pisos y el cielo que se torna más oscuro. Es una vista preciosa. Cojo aire fresco y luego la miro, me está mirando, preparada. Pero cuando abre la boca para contar el resto de la historia vuelve a apartar la mirada, y eso hace que algo se inquiete en mi interior.

-El mayor error de mi vida fue quedarme un día más, una noche más. Pensé que podría apañármelas para hablar con mi madre, convencerla de escapar al día siguiente. Se lo dije al amigo de mi padrastro y se negó. Me dijo que mi madre no podría saber nada, que se lo contaría todo a él. Además, yo no tenía ninguna opción de salir de aquella habitación. Él me ayudaría a escapar, pero no me llevaría hasta mi madre. Sin embargo algo me dijo que debía de esperar, que mi madre me ayudaría, que entraría en razón cuando supiese los planes de su marido para mí, cuando no me viese en el comedor o en la iglesia y se percatase de que estaba encerrada. Le dije al amigo de mi padrastro que no necesitaba su ayuda aún, que no me importaba lo que ocurriese si me quedaba un tiempo. Le dije que volviese a encontrarme en una semana. En aquel momento no pensé que esa semana estaría llena de visitas de mi padrastro a mi habitación... Y aquella primera noche cautiva escuché la cerradura. Era él, venía a comenzar con su cometido, dejarme embarazada.

Noto los ojos secos, no he parpadeado en lo que lleva de historia. El corazón me late cada vez más rápido.

-Dime que conseguiste escapar antes de eso -digo esperando que sea cierto.

Niega con la cabeza.

-Esa primera noche me violó, y no fui capaz de hacer nada. Me resistí, por supuesto, pataleé, grité, le arañé, pero nada. Me dejo allí, hecha pedazos, con mi dignidad reducida a la nada, con un dolor inimaginable en todo el cuerpo, con moratones entre las piernas, llorando, gritando. Pensando en lo estúpida que había sido, en que podría en aquel mismo momento estar en libertad. Él llegaba cada noche y volvía a hacerlo, el martes, el miércoles... cuando llegó el viernes yo no podía moverme, cuando él estaba encima de mí yo solo podía mirar el techo, ni siquiera podía llorar. Pensaba en que el domingo el amigo de mi padrastro llegaría y podría quizás con tiempo olvidar todo... Aunque había momentos en los que no sabía si sería capaz de superar todo aquello, de soportar un día más. Pero cuando él se iba yo me decía a mí misma lo de siempre, aguanta una noche más, un poco más, la libertad llegará y podrás olvidar todo esto. Cómo me equivocaba...

Tengo todo el cuerpo en tensión, el cigarro se consume entre mis dedos y siento que no puedo respirar. Tengo los ojos llorosos, pero intento no llorar, porque ella no lo hace, y es la que ha pasado por todo eso.

-¿No escapaste aquel domingo? -pregunto esperando un ''sí''.

-No, eso sería demasiado fácil, eso habría hecho que mi historia pareciese La bella durmiente, un cuento para niños... Porque ahora es cuando viene lo peor. Sé que pensarás que ya ha pasado, pero no, o al menos lo que a mí más me duele, y a veces lo que más lamento. El domingo llegó, por la mañana entró una mujer en mi cuarto, con un test de embarazo. Había pensando en que podía haber ocurrido, pero no en tan poco tiempo. No sé, era pequeña e inocente... No sabía qué hacer. Pero lo que sí sabía es que si aquel test daba positivo estaba jodida. Hice lo que me dijo, ella miró todo el rato así que no había posibilidad de escapar a ninguna parte o engañarla. Cuando se lo entregué esperé ver en su cara que no había nada de lo que preocuparte, sin embargo recuerdo que alzó la mirada, me miró directamente a los ojos y murmuró: ''Enhorabuena''. No quiero seguir aburriéndote con los detalles, la cuestión es que yo estaba embaraza y no había posibilidad de que escapase. Era lo más ''sagrado'' que había, llevaba la semilla del superior, no había mayor honor. Él no volvió a visitarme. Me hacían todo tipo de pruebas, y yo me volvía cada vez más loca. Quería morir, y pensaba en que debía de hacerlo. Pero había algo en mi interior que siempre lo postergaba un día más... Hasta que llegó el cuarto mes de embarazo, mi barriga se notaba cada vez más. Y entonces llegó la prueba para saber si era niña o niño. No sabía qué sería peor, él quería un niño, eso desde luego. Las pruebas revelaron que la suerte estaba a su favor, la vida de un niño crecía en mi interior. Cuando supe eso me di cuenta de que nunca podría matarme, no mientras lo tuviera a él en mi interior. Entonces ocurrió algo... Era de noche, yo estaba en la cama, no dormía apenas, así que escuché la puerta abrirse. Era el amigo de mi padre, lo primero que hizo fue pedir perdón. Mi padre lo había derivado a otra secta en otro país, no podía haber dicho que no. Cuando se había enterado de mi embarazo había venido lo más rápido posible. Entonces me cogió del brazo, me dijo que debía de ser aquella noche. Yo estaba aturdida, hacía tiempo que no pensaba en la libertad, todo era muerte... Pensaba que la muerte era la única que me ayudaría a escapar. Me llevó casi a rastras hasta el ascensor, ahí fuimos hasta el garaje y nos montamos en su coche. No puedes imaginarte lo que sentí cuando vi el cielo, los árboles, los edificios, otras personas...

-Fuiste libre, por fin después de tanto tiempo...

-Sí, y no. Aún me quedaba mucho camino que recorrer. Pero no quiero aburrirte con los detalles, intentaré resumirlo. Me dejó en un hotel a las afueras, lo más lejos posible. Me dijo todo lo que iba a pasar. Me contó que al llevar a un varón en mi interior, el heredero de todo aquello... mi vida corría un serio peligro. Porque acababa de hacer lo peor que podría haberle hecho un ser humano a mi padrastro, le había arrebatado a su primogénito. Él tenía poder, y podría saber a dónde iba, todo quedaba registrado. Mi documentación, o usar la tarjeta de crédito... Me dijo que no importaba cuántos años pasasen, que él me buscaría y me seguiría hasta el fin del mundo. Eso me asustó, no te voy a mentir. Pero me agarré la barriga por instinto, y al mirarla me di cuenta de que haría todo lo posible por poner a ese niño a salvo, por no dejarlo en sus manos. Y que después de tanto dolor conseguiría vivir. Entonces él me dijo el plan, conseguiría otra identidad para mí, Ada es una chica que desapareció, no yo. Pero él podía hacerlo, porque tenía el poder y las herramientas necesarias. Me dijo que desde aquel día Lila tal y como la conocía había muerto, que no se me ocurriese volver a decir ese nombre en alto, que nunca le dijese la verdad a nadie, que pasase desapercibida y que en cuanto pudiese debía cambiar de aspecto tanto como pudiese. Al día siguiente por la noche me trajo todo lo necesario para empezar una nueva vida, era una mochila. Dentro había mi nueva documentación, cinco mudas, y veinte mil euros. Era todo lo que podía darme, eso me dijo. Pero dentro de esa mochila estaba mi libertad. Me dejó en la estación, con un billete a parís, donde pasaría un tiempo. Me despedí de él por última vez, lloré, lloré mucho porque se lo debía todo y nunca podría agradecérselo. No imaginas cómo me sentía en aquel asiento, yendo a un país desconocido cuando no había salido de un edificio en años. Embaraza con trece años, sin nada... No tenía nada más que lo que únicamente necesitaba para empezarlo todo, libertad.

En armonía |COMPLETO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora