Ocho

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Estaba vulnerable.

Después de tantos años volvía a ponerme así y lo odiaba. Me sentía una basura y muy expuesto porque sabía que no estaba siendo el mismo de todos los días, quería mandar todo a la mierda pero me estaba reteniendo demasiado. Sentía que últimamente ya no estaba dando lo mejor de mi y no podía permitirme eso. Estaba pensando seriamente en abandonar el caso, quería alejarme un poco de eso, quería tomarme unas vacaciones para aclarar mi mente. Pero no podía, era mi responsabilidad.

Me eché agua en la cara y solté un sonoro suspiro. Agarré una chaqueta de mi armario y me la puse ya que el clima estaba bastante elevado. Me encaminé al trabajo con la manera ya planteada en cómo iba a pedirme siquiera dos semanas de descanso. Tal vez eso era lo que necesitaba después de todo, tranquilizarme.

Al llegar fui directo a mi escritorio a recoger todo lo que había hecho, todas las pistas, todos los archivos, las cintas, unas cartas, absolutamente todo y en pila las cargué mientras iba al lugar de Gerard que no estaba tan lejos del mío. 

Él estaba sentado tecleando en su computadora, tenía una cara de concentración, sacaba un poco la lengua y tenía el ceño fruncido. Con lentitud dejé las cosas a su lado y alzó la mirada para ver quién era.

-Buenos días.

-Oh Frank, buenos días ¿q-qué pasa?

-Quiero que seas el responsable de éste caso.

-¿Qué dices?

-No lo estoy abandonando, sólo quiero que seas el encargado un tiempo ¿si? Volveré y te ayudaré a terminar si es que no lo haz hecho.

-Pero ¿por qué? ¿a dónde vas? 

-Vuelvo en unos minutos.

Fijé mi vista en la puerta de Erick y me aseguré que ya hubiese entrado. Gerard estaba muy confundido, ¿Cómo no? Si prácticamente le estaba dejando todo, aunque en realidad no lo hacía porque le pediría un compañero. No podría solo.

Toqué la puerta con mis nudillos y solté un gemido de dolor, parecía que me había jodido un hueso o algo, seguía con las manos un poco hinchadas, llenas de costras y moratones. A veces sentía que palpitaba y más ahora por el frío.

Cuando escuché la indicación para pasar lo hice, cerré la puerta detrás de mi y me senté en frente de él. Me miró atento y sonrió en cuestión de segundos.

-¿Qué ocurre Frank? ¿me necesitabas? 

-Si, le quería pedir algo.

-Y vamos de nuevo -Erick negó y suspiró cansado -Frank entiende que no podemos sacar a Gerard de aquí, ¿por qué te desagrada? Es un buen chico, muy trabajador y, bueno, viniendo de ti tal vez es algo normal. No me sorprendería que si tu estuvieses a cargo ya hubieses despedido a todos.

Rodé los ojos y negué. Si fuera por mi, él sería el primero en irse de aquí.

-No, Gerard no es el problema. Al menos no por ahora. Le quería pedir una cosa, referente a mi.

-Te escucho.

-Quiero unas vacaciones, no me he sentido bien estos días.

Erick se recargó en su asiento y me dejó ver un poco su barriga. Me hice un poco hacia atrás y traté de no vomitar ahí mismo. No tenía nada personal con éstas personas, eran las actitudes que tomaban.

-¿No es un pretexto para estar lejos de tu compañero?

-No.

-¿Cómo puedo creerte? Te has quejado de Gerard desde que llegó.

ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora