Con el pasar de las horas, la dueña del hotel dio por perdido a Louis, ya que lo habían buscado por todo el hotel y por los alrededores pero no habían encontrado ni rastro.
Sospechaba que su hermano le pudiese haber hecho algo peor que la paliza que le había propinado el día anterior pero no tenía pruebas y además podían verse involucrados en un problema mayor, así que no quiso saberlo.
También pensó que quizás algún cliente encaprichado y ladrón se lo había llevado lejos pero tampoco podía acusar a nadie sin armar revuelo entre los clientes, así que tampoco indagó.
Sin embargo, el quedarse sin Louis supuso una gran pérdida para ella, ya que le había tomado aprecio por lo tenaz que era en la vida y sobre todo trabajado, además de que al ser bonito y con un olor agradable, los clientes no cesaron de preguntar por él.
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, el ojiazul descansaba sus pies sentado en una gran fuente, en la que se había parado para refrescarse.
Hasta allí, de repente le llegó el olor raro pero no desagradable, de un hombre que estaba al otro lado de la calle, a Louis le recordó al de los trabajadores de la granja, a los cuales les decían beta.
Éste cargaba una camioneta que tenía delante suya, con víveres y algunas herramientas, entonces el muchacho pensó que quizás este iría a la granja donde estuvo de niño o a otra en la que le diesen trabajo, así que corrió y en un despiste del beta se subió en la parte trasera y se tapó con una lona que había.
Después de un buen rato en aquella camioneta ésta se detuvo, entonces el ojiazul escuchó como el beta bajó y habló con otros pero no podía ver nada, ya que estaba escondido, así que esperó a que se alejaran de allí.
A los pocos minutos, todo estuvo en silencio así que levantó la lona y salió de su escondrijo pero se llevó una gran desilusión pues aquello no era ninguna granja, ni tampoco había terreno para trabajar.
Aquella camioneta lo había llevado a otra gran casona muy lujosa, incluso más que la de aquellas muchachas a las cuales había servido y que le habían enseñado a leer y a escribir.
De pronto, escuchó voces y se escondió de nuevo muy asustado pero el beta ya lo había visto y olido, así que destapó la lona y tiró de él.
...-¿Quién diablos eres tu muchachito?, ¿De dónde has salido?- preguntó frunciendo el ceño.
Louis comprobó que el beta era rubio y sus ojos eran azul claro, pensó que se veía guapo, aunque su olor había aumentado aunque no le repugnaba.
-Mocoso, ¿Acaso tienes nombre?-lo escuchó hablar de nuevo.
En un principio, Louis estaba tan asustado que no respondió y tan solo lo miró, aunque tras la insistencia del beta por fin se decidió.
-So-soy Lou-Louis Tomlinson- dijo temeroso.
-Bien Louis...yo soy Niall, Niall Horan,¿Podrías decirme que haces aquí?.
-Pu-pues es que yo...bueno le vi y me es-escondí en la camioneta... Pen-Pensé que iría a la gran-ja donde yo...- se explicó Louis temiendo un grito o un golpe.
-Pues ya lo ves muchachito-lo interrumpió el beta-.... ésta no es una granja, aquí vive la familia Payne.
El ojiazul suspiró resignado.
-¿Tienes a dónde ir?- preguntó confuso el beta.
Louis negó con la cabeza rápidamente pues si decía que si y averiguaban que se había escapado, Tom, el alfa del hotel vendría a por él y seguro lo acabaría matando, por lo que no quería volver allí por nada del mundo.
Niall lo llevó adentro y se lo mostró a Berta, que además de su madre, era la ama de llaves y cocinera omega de la casona.
Esta llevaba desde muy jovencita trabajando para los Payne y a Louis le inspiró tranquilidad.
-Pobre niño, ¿De dónde vienes cariño?- preguntó la dulce omega.
-De allí y de allá señora, de ningún sitio en especial.
-Oh ya veo...Niall querido, llévalo a las habitaciones y que tome una buena ducha, luego que se cambie sus ropas.
-Entonces... ¿podré quedarme?-preguntó Louis emocionado.
-Bueno...debes estar presentable para que el señor Payne te acepte y deje quedarse pero no te preocupes seguro que lo hará.
Niall asintió y se llevó al sonriente omega donde su madre le había dicho, Louis miraba maravillado todo a su paso pues aquel lugar era enorme y muy lujoso.
Pronto llegaron a la planta baja, donde había muchas habitaciones y baños, las cuales Niall le dijo que estaban ocupadas por los empleados.
Louis se desvistió y se metió en la ducha que le había indicado y sentir el agua caliente sobre su piel fue todo un lujo para él, ya que en el hotel muchas veces se había duchado con prisa y en agua fría porque los clientes la agotaban.
Contempló maravillado que allí había distintos jabones con ricos olores y eligió uno que olía a fresas y vainilla pues era el que más le gustaba, entonces se enjabonó y luego se aclaró.
Poco después, este salió de la ducha secándose con una toalla que el beta le había traído y sonrió feliz pues se sentía muy a gusto.
Cogió su mejor ropa, a continuación se vistió rápido y salió a buscar a Niall, el cual lo esperaba en los pasillos.
-Muy bien, ahora si pareces un muchacho decente y limpio... Anda vayamos a que te vea el señor Payne- dijo el beta sonriendo.
Ambos subieron una gran escalera que los llevó a la parte alta de la casona donde todo era más bonito y lujoso aún.
Paso a paso, el omega respiraba nervioso pues no sabía cual sería su destino, si finalmente serviría a los Payne junto a aquellas amables personas o si por el contrario seguiría vagando por las calles de nuevo.
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8. Pobre omega infeliz~Larry Stylinson, Ziam-Omegaverse 💜(Terminada)
FanfictionHarry Styles es un alfa solitario, el cual jamás ha sentido nada más allá de un vil y simple deseo sexual por los omegas, ya que para él son meros juguetes sexuales. Sin embargo, eso cambiará cuando ve a Louis Tomlinson, un frágil pero obstinado om...