8. Pobre omega infeliz~Larry Stylinson, Ziam-Omegaverse 💜(Terminada)

Veintinueve.

Louis apenas pudo decir adiós, ya que tras llegar a la cocina, después de estar ayudando a Niall en los jardines, vio su maleta y a Berta llorando.

Todo fue muy rápido y esta tan sólo le dijo que debía irse de allí para servir en otro lugar.

El omega subió a la camioneta muy triste pues su miedo a ser despedido se había cumplido, aunque no entendía el porqué lo había sacado de la casona así de repente, sin siquiera darle la oportunidad de hacerse a la idea y despedirse de todos.

...—Yo no hice nada malo, al contrario he trabajo y nunca me he quejado, es muy injusto- decía molesto mientras Niall a su lado conducía en silencio.

Louis no sabía a donde iba y el beta a su lado tampoco se lo decía y eso le molestaba más pues estaba cansado de que siempre lo ningunearan, haciéndolo perder todo lo que quería.

Siempre se tenía que ir de los lugares en los que estaba tranquilo, debido a otros, al parecer la vida estaba empeñada en hacerlo infeliz.

Niall finalmente se detuvo delante de una gran mansión con preciosos jardines, la cual a Louis le pareció increíblemente hermosa, sin embargo hubiera preferido regresar con Berta, ya que allí no conocería a nadie.

—¿Quién vive ahí?, ¿por qué los Payne me vendieron a otros?- preguntó al beta mientras este cogía su maleta y lo acompañaba a la puerta.

Niall lo miró con pesar y a continuación llamó al timbre, entonces una joven omega muy sonriente les abrió.

-Buenas tardes, vengo a dejar a Louis- dijo este ante la mirada atónita del omega.

-Si, el joven ya ha regresado y lo espera, bienvenido Louis

Niall se volvió hacia el ojiazul y le tendió la maleta, entonces la cogió sin mirarle, ya que estaba muy molesto con el beta pues aparte de no explicarle nada de lo que pasaba, lo estaba dejando allí como si nada, tan tranquilo, cuando él había creído que eran amigos y podía haberle ayudado a escapar.

-Lo siento Louis, de verdad deseo que te vaya muy bien la vida- dijo el rubio muy apenado.

-Sigueme Louis, por favor- indicó la omega mientras este contemplaba cono se alejaba a la camioneta.

—Si, ya voy

Tras soltar un suspiro de resignación, el omega caminó detrás de la doncella, hasta que finalmente llegaron a una gran puerta cerrada.

Desde que había entrado en el lugar, Louis había olido un aroma el cual le pareció conocido aunque no alcanzaba a recordar a quién pertenecía, solo esperaba que sus nuevos dueños no fueran malos y pudiera seguir viviendo y trabajando en paz.

La omega abrió la puerta dándole paso, entonces este se topó de bruces con que el olor era muy intenso allí, entonces miró hacia todas partes del precioso salón, donde había una gran chimenea​ encendida, dos sillones frente a esta, muchos adornos y cuadros y una enorme mesa llena de cosas deliciosas.

-Señor, ya lo han traído-Habló la omega mirando hacia los sillones.

-Gracias Greta, déjanos solos, por favor.

Louis se estremeció al escuchar, ya que todo aquel misterio se desveló al ver al alfa ojiverde.

-Hola Louis, bienvenido a mi casa

-¿Se-Señor Sty-Styles?, ¿es u-usted quién me...- balbuceó Louis muy sorprendido.

-Si Louis...anda, ven acércate más, no tengas miedo.

Louis se acercó dudoso con su maleta en la mano, ya que no entendía nada.

-Desde ahora trabajarás para mi, no volverás a la casona de los Payne, así que olvidalos a todos- Habló el alfa muy serio.

A Louis eso no le gustó pues él no se olvidaba de la gente que lo quería y lo trataba bien, esa le pareció una orden muy cruel.

-Pero yo no quiero olvidarlos—dijo con seguridad—...Berta y los demás eran buenos conmigo.

El alfa resopló conteniendo su molestia.

-Pues yo quiero que los olvides y jamás vuelvas a nombrarlos.

El ojiazul notó el furioso olor de este y aunque sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, se mantuvo en su postura de no querer olvidar a quienes quería.

—No lo haré, perdone pero usted será mi nuevo dueño de mi y podrá ordenarme todo lo que quiera que haga como trabajo pero no puede pretender ser dueño de mis sentimientos.

Harry que sentía su sangre hervir desde que este había entrado por la puerta, apretó los puños con fuerza mientras lo miró con sus ojos oscurecidos.

—Soy dueño de tu cuerpo y de tu mente—espetó—… te exijo que los olvides, ¿está claro?

El ojiazul dio un paso atrás.

-No me gusta usted, huele muy fuerte, ¡quiero irme!- gritó girandose mientras corrió hacia la puerta—…¡No!, ¡No quiero estar aquí!.

-¡Ellos te cambiaron!, ¡eres un pago!- gruñó Harry ya perdiendo los nervios y caminando tras él.

-¡No se acerque!, ¡Déjeme ir!... ¿qué quiere de mi?, ¡Déjeme!, ¡Déjeme!- Louis estaba fuera de sí y desprendía miedo por todos sus poros pues toda su fuerza de voluntad no funcionaba con el alfa que tenía delante.

El ojiverde entonces lo agarró de un brazo pero éste logró zafarse y corrió a esconderse detrás de los sillones, pensando que ese alfa que tenía delante era muy diferente al que había acudido de visita a la casona de los Payne, ya que este era cruel y parecía querer golpearlo.

El omega recordó entonces al alfa del hotel donde había trabajado, el cual había intentado abusar de él, Harry se parecía a él.

El ojiverde estaba enfurecido por las feromonas de Louis y eso sumado a que su celo se estaba despertando, hacían que su mente solo pensase en atrapar al omega, así que fue hasta los sillones y lo volvió a sujetar nuevamente de un brazo.

—¿Por qué eres así?, ¿Por qué me rechazas?

Louis se desesperó al verse sujeto, así que forcejeó como un animalillo aterrado, intentando soltarse y escapar pero el alfa era muy fuerte y no consiguió soltarse.

—¡No!, ¡No!

En medio de su desesperación, Harry soltó un fuerte rugido que sobresaltó a Louis quién se apartó, dándose un fuerte golpe en la cabeza, el cuál lo dejó inconsciente.

—No, no, no, no... pequeño despierta... Louis, Louis-susurró intentando hacerlo reaccionar—…¡Greta!, ¡Greta!, ¡llama al doctor!- gritó a continuación a la doncella, mientras lo cogía en brazos y lo llevaba escaleras arriba.

Con cuidado, dejó al omega sobre la cama de una habitación situada al lado de la suya, la cual sus doncellas había preparado anteriormente, ya que él no pensaba tener a Louis de sirviente pero no quería decirle toda la verdad de golpe y por eso le había dicho que trabajaría allí.

A pesar de eso, había conseguido que este no solo se asustase igualmente, sino que había hecho que se golpease y ahora estaba inconsciente e inmóvil.

—Eres un bruto —se regañó—...¿Por qué tenía que asustarlo así?, solo he conseguido que me odie, maldita sea.

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