Diecisiete.

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Días después de comer con los Payne, Harry fue invitado nuevamente por el cumpleaños de uno de los nietos de estos pero tuvo que cancelar sus planes de cenar para irse fuera de la cuidad.

Su repentino viaje fue a una de sus construcciones más importantes, establecida en Nueva York, la cual estaba teniendo complicaciones y debía supervisarla en persona.

Liam se sintió aliviado cuando este llamó para cancelar la visita de ese noche y también cuando no tuvo que verlo en un tiempo pues el ojiverde no pudo regresar en el día siguiente como tenía planeado.

Louis por su parte, también sintió un ligero alivio pero según fueron pasaron los días, cada vez le fue más difícil esconder el nerviosismo que sentía, al acordarse de los penetrantes ojos verdes del pretendiente del joven de la casa, así como al escuchar su nombre.

Su cuerpo seguía estremeciéndose cada vez que este era nombrado y una fuerte corriente eléctrica, lo sacudía al acordarse de su olor e incluso a veces, en otras ocasiones sentía un calor insoportable.

No sabía a qué era debido pero su omega interior no dejaba de exigirle ver al alfa y el pobre ojiazul estaba al borde de la locura, ya que era como tener el celo constantemente, a pesar de que como un reloj se tomaba los supresores.

Tras una semana, estos no lo calmaban, por lo que Berta incluso tuvo que mentir a los Payne y decirles que Louis tenía una fuerte gripe muy contagiosa y por eso no podía salir de su cuarto.

Mientras, muy lejos de allí, Harry estaba pasando por algo parecido, ya que durante las horas del día estuvo muy nervioso y alterado, discutiendo con todos sus empleados y clientes, aunque no llevase la razón.

El alfa tenía los nervios a flor de piel y en las noches no pegaba ojo pues se retorcía de dolor en la cama del hotel, llamando al omega ojiazul, ya que necesitaba como un demente volver a oler su único y exquisito olor.

Las manos le picaban por la necesidad de tocarlo y ni siquiera follarse a dos omegas cada noche le sirvió de nada pues luego de echarlos de su habitación por su repulsivo olor, se le pasaba el momento de éxtasis y volvía la agotadora agonía.

Era muy desconcertante para su orgullo sentir como su voluntad se doblegaba así, ante el deseo irremediablemente por un pequeño y desconocido omega, del que no sabía nada, ni siquiera su nombre o cómo era su voz.

Aún así, este se mostraba reacio a creerlo pero empezaba a pensar que su única salida era volver cuanto antes a casa, aunque no hubiese solucionado todos sus problemas pero le era imposible estar lejos por más tiempo.

Tras su regreso, luego de un total de dos semanas fuera, Harry decidió ir a un terapeuta pues quería entender porqué le ocurría una cosa como esa.

Su padre siempre le había inculcado ser fuerte, dominante, un líder de la jerarquía a la que pertenecía pero un pequeño omega estaba poniendo todas esas enseñanzas patas arriba.

...-¡Es una locura!, ¡un Styles no puede mezclarse con un sirviente!- gruñía reacio en el diván de su psiquiatra—...¡Ayúdame!, ¡Tienes que ayudarme!

—Tranquilo, te ayudaré pero debes calmarte y contarmelo todo....

A pesar de tener su primera sesión, no lo soportó más, ya que necesitaba volver a ver al ojiazul, así que llamó a Geoff Payne, contándole la mentira de que se moría por ver a su precioso novio.

Payne reunió entonces a toda la familia nuevamente para cenar pues tenían que recibir al alfa ojiverde como se merecía, por lo que Liam fue obligado a vestirse y peinado por su madre.

El cabeza de familia ordenó a una de las doncellas que le dijese a Berta que preparara algo rápido y rico de picar y que pusiese el mejor vino a enfriar en el congelador.

La omega estuvo muy preocupada pues el celo de Louis habían sido muy extraño, muy seguido y duraba muchos días, por lo que finalmente había llamado al médico pero este solo le dijo que era normal pues era un omega con carencias alimentarias desde muy joven y no se había desarrollado normal, además de que tenia mucha necesidad de un alfa.

Berta estaba con Louis en la habitación esa noche, procurando que se alimentase bien y no se deshidratase, cuando la Sofía llegó.

Esta rápidamente fue a preparar los aperitivos, mientras que la doncella se quedó con el ojiazul, el cual ardía en fiebre y se retorcía hablando incoherencias.

En varias de estás divagaciones, a Louis se le escapó el nombre de Harry Styles, por lo que la omega abrió mucho los ojos al escucharlo,

...-Ha-Harry..... alfa....verde....no...no.

-¿Qué te pasa?, ¿Acaso te regañó el señor Styles?- preguntó Sofía.

-Harry...tuyo...celo....siempre...- balbuceó febril el omega.

De repente la puerta se abrió asustando a la omega, quién estaba muy concentrada intentado entender al muchacho y respiró aliviada cuando vio que era Zayn para decirle que fuese ha ayudar a servir pues el invitado ya había llegado.

...—Ve rápido, yo me quedo con Louis.

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8. Pobre omega infeliz~Larry Stylinson, Ziam-Omegaverse 💜(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora