Catorce.

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Al dia siguiente, antes de ir a la Universidad, Liam se desvió hacia la empresa de su padre e intentó sacarle la idea de permitir que Styles lo cortejara pero fue inútil, por lo que este salió corriendo y llorando del despacho poco tiempo después.

El joven ojimiel estaba devastado pues su padre lo había amenazado con quitarle todos los privilegios, como su móvil, su ordenador y su preciada moto.

Al parecer no le quedaba otra que aceptar a Harry sí o sí pues Geoff ya había aceptado y lo había invitado a comer ese mismo día, no podía hacer nada.

Durante la mañana, entre clase y clase, este intentó pensar las cosas mejor y entonces decidió darle una oportunidad al alfa ojiverde, ya que quizás lo que sentía por Zayn no era real y su destino era el amor de Harry. 

Mientras en ConstruStyles, el alfa ojiverde estaba ansioso por su cita a comer con los Payne, ya que esperaba ver al extraño omega y poder saber que misterio encerraba y el porqué lo hacía estar así de alterado, sin haberlo tocado, ni cruzado una sola palabra con él.

En realidad no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, de hecho se sintió un poco estúpido pues tendría que aparentar cortejar a un caprichoso niño que no le atraía en lo más mínimo, para así poder averiguar porqué un simple sirviente omega le había adelantado el celo y lo había tenido durante tres días, intentando saciar una sed de sexo interminable.

(...)

Poco antes de que el reloj diera las tres, que era cuando el viejo alfa le había dicho que comerían, el ojiverde ya iba camino hacía allí y pensando en las distintas posibilidades que podrían surgir, ya que si lograba llegar al omega, debía enfrentarlo.

Mientras en la casona de los Payne, todo estaba listo para la comida en honor de Harry, sin embargo estaba previsto que Louis ayudaría a Berta en la cocina y las chicas servirían la comida.

Cuando el alfa ojiverde llegó, una más que sonriente señora Payne le abrió la puerta, le dio paso y este entró mirándolo todo y caminaron hasta el salón, donde ya estaba el resto de la familia sentados a la mesa, esperando a que llegase el invitado.

Harry no sabía muy bien que regalos se llevaban en esos casos pues él jamás había cortejado a nadie, así que había optado por unas caras botellas de su vino favorito para acompañar la velada y un ramo de hermosas rosas para Liam.

El señor Payne muy sonriente le dio el vino a una de las doncellas para que las descorchara y las pusiesen en la mesa, entonces el ruborizadio ojimiel le pasó las flores a otra para que las pusiera en un jarrón.

Luego de eso, todos se sentaron a comer y mientras los alfas comentaban algo sobre los negocios, el ojimiel permaneció callado pues no sabía como comportarse para no enfadar a su padre.

Una vez que Harry tuvo oportunidad, miró a todas partes, intentando percibir el olor del ojiazul pero no percibió ni rastro, por lo que estaba molesto y todo parecía indicar que este no servía la comida.

La velada resultó eterna para el ojiverde, quién deseaba fervientemente irse de allí cuanto antes pues tras el café seguía sin haber visto o percibido al pequeño omega en ningún momento.

Finalmente, empezó a pensar que quizás lo había soñado todo y que probablemente se estaba volviendo loco y tal omega no existía.

Mientras en la cocina Berta se dio cuenta de que hacían falta unas cosas de la despensa de fuera, la cual estaba en la parte de atrás de la casona pero Niall no estaba, así que mandó a Louis.

Harry salió de la casona muy frustrado, ya que no había conseguido averiguar nada pero como no quería rebajarse a preguntar así que tendría que irse como había ido.

Según iba caminando hacia su coche, este pensó en lo aburrido que le resultaba Liam pero debía seguir con la pantomima del cortejo hasta que averiguase sobre el pequeño omega o terminaría ingresado en un manicomio.

Afuera, en la despensa, Louis cogió las cosas y a continuación se encaminó de nuevo hacia la casona, sin embargo, este se detuvo a medio camino pues vio que a lo lejos al empresario ojiverde se subía al coche, donde permaneció unos segundos mirando el volante.

Harry resopló con resignación y a continuación bajó la ventanilla, mientras encendió la marcha pero de pronto el dulce aroma del omega llegó a él, junto con una suave brisa.

Rápidamente se bajó del coche y nervioso miró hacia todos lados, hasta confirmar sus sospechas pues lo vio caminar a lo lejos, entonces sonrió y suspiró aliviado.

Estaba satisfecho de saber que no era un sueño y el omega era real, entonces quiso caminar hacia él pero vio que Louis ya estaba por entrar en la casona nuevamente.

-Maldición, volví a perderlo- susurró con frustración.

Decepcionado, volvió a subirse a su coche para irse y mientras conducía camino a su empresa, una mueca de desaprobación ocupó su rostro.

—Voy a averiguar quién eres muchachito, tarde o temprano lo haré.

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8. Pobre omega infeliz~Larry Stylinson, Ziam-Omegaverse 💜(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora