Doce.

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En las oficinas de "ConstruStyles", los empleados trabajaban ajenos a lo que en la planta superior ocurría, sólo Doris, la Secretaría de Harry lo sabía y estaba muy asustada.

Su jefe había llegado en ese día a trabajar dos horas más tarde de lo habitual, muy serio y con unas grandes ojeras bajo una turbia mirada.

El alfa se había encerrado en su despacho y llevaba ya una hora gruñendo y maldiciendo e incluso rompiendo enseres.

Finalmente, salió y la omega lo miró atónita pues tenía el traje destrozado, el pelo todo revuelto y sudaba mucho, además de mirar hacia todos lados como si lo persiguieran, actuando como un auténtico paranoico.

...-¿Se-Señor está usted b-bien?, ¿q-qué le o-ocurre?- preguntó muy asustada la beta pues jamás lo había visto así.

Tras olisquearla y hacer una mueca de desagrado, Harry volvió a gruñir furioso.

—¡¡¡QUIERO UN OMEGA AHORA!!!, ¡¡¡CONSIGUELO!!!

Luego de eso, este regresó de nuevo a su despacho, por lo que la temblorosa secretaria llamó a la agencia y pidió un omega para su jefe, como él le había ordenado y minutos después tocó a su puerta, escuchando un débil "pase".

Esta abrió y se encontró con todos los papeles​ de la mesa estaban esparcidos por todas partes y el teléfono y el portátil estaban destrozados en el suelo, mientras Harry se retorcía en su sillón sudoroso.

-Se-Señor el o-omega vendrá en diez minutos

-Bien gr-gracias, ahora re-retirate y no me m-molestes.

Diez minutos más tarde, puntual un hermoso omega de piel blanca, ojos marrones y el pelo rubio apareció ante Doris, entonces ella le dio paso, llamando a la puerta del despacho nuevamente.

La beta se compareció del prostituto, ya que tal y como ella había visto a su jefe, creyó que no saldría bien parado pues Harry esa mañana parecía una verdadera fiera salvaje.

El omega entró algo asustado, ya que el alfa desprendía un olor muy fuerte, el cual estaba sentado en el sillón del escritorio girado hacia un gran ventanal pero rápidamente tras escucharlo, se dio la vuelta y lo recorrió con la mirada.

El ojiverde se levantó como un rayo y de un salto llegó al omega, lo rodeó y frunció el ceño, no era para nada su tipo pero ya estaba tan caliente  y desesperado que igual le serviría.

-¡Quítate la ropa!-gruñó con su voz ronca.

El omega se desvistió, desprendiendo olor a miedo y haciendo que Harry se sintiese poderoso ante él.

-Yo soy superior y no me doblegaré ni temblaré ante ningún omega... Lo de esa noche con aquel extraño muchacho no me atormentará más—se repitió mentalmente autoconvenciendose—... Yo soy fuerte, no me dominará un mocoso  y pequeño omega.…soy un auténtico alfa.

Pero lo cierto, era que si que el deseo por el ojiazul lo estaba dominando y aunque tuvo en sus garras al omega de la agencia, al cual besó y Liam con desespero, éste no saciaba sus ansias, además de que su olor le repugnaba.

Lo obligó a hacerle una felación y luego lo cogió por la cintura, tirándolo sobre la mesa bruscamente y sin esperar a que estuviese preparado, el alfa metió con una fuerte estocada su dura y latente polla, por lo que él muchacho gritó desesperadamente debido al dolor que sintió.

A Harry no le importó, ya que estaba furioso, por lo que siguió asestando una y otra vez fuertes estocadas, durante veinte minutos más y cuando al fin sintió su nudo crecer, se derramó en el interior del adolorido y casi inconsciente omega.

Totalmente extasiado y jadeante, el empresario rió como si fuese un loco, entonces el omega rubio se levantó como pudo y bajó de la mesa pero el alfa lo volvió a subir de nuevo y una vez más enterró su erecto miembro.

A esas dos cópulas, le siguió una tercera, por lo que cuando el alfa ya estuvo más relajado, caminó hacia su sillón y se dejó caer, mientras que el omega totalmente agotado y adolorido, se bajó de la mesa.

....-¡¡¡Recoge tu ropa y lárgate!!!- le gruñó Harry arrojándole múltiples billetes.

El omega los recogió entre lágrimas y a continuación salió corriendo de allí, ante la conmovida mirada de Doris, la cual ya se lo había imaginado, por lo que caminó hasta él y le indicó el baño para que se vistiera y pudiese reponerse.

El rubio entró y se vistió entre quejidos y suspiros, estaba hecho una pena pues el alfa ojiverde había descargado en él toda su furia y desesperación y tras beber un poco de agua finalmente se fue.

En su despacho, Harry se sintió aliviado, ya que había sido una buena sesión de sexo y creía que ya su cuerpo y su alfa interno estarían satisfechos, entonces se recostó en su sillón y cerró los ojos.

Sin embargo nada de eso fue cierto, ya que su tranquilidad le duró muy poco pues de nuevo los azules ojos del omega lo atormentaron, volviendo a sentir la sed y el intenso vacío de antes.

Incrédulo de nuevo por eses tormento  se sujetó el cabello con fuerza.

—¡Maldicion!, Tengo que volver a ver a ese maldito omega para entender que es lo que me está pasando pero ¿cómo puedo lograrlo?, ¿Con qué pretexto podría ir a la casa de los Payne?....¡Aaaah!, ¿Qué debo hacer?

De repente, este recordó lo desesperado que se veía el viejo alfa por colocarle a su hijo afeminado y entonces pensó que quizás podría aprovecharse de eso.

—Si, podría fingir cortejar a su hijo y eso me permitiría ir cuantas veces quisiera a esa casa y así podría ver al pequeño omega sin parecer un loco y sin levantar sospechas...oh joder si, eso haré.

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8. Pobre omega infeliz~Larry Stylinson, Ziam-Omegaverse 💜(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora