Veinte.

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Harry como si nada hubiese pasado, apareció a la noche siguiente ante la puerta de los Payne, a pesar de que durante todo el día, el viejo alfa había seguido sin cogerle las llamadas.

Durante esos minutos en los que nadie abrió la puerta, el ojiverde se sintió morir por dentro, ya que no quería forzar más las cosas para poder ver a Louis y que en un descuido como el ocurrido en su despacho, ya todo estuviera perdido.

Tenía pensado pedir disculpas al viejo empresario de mil formas distintas si fuera necesario, además de prestarle el dinero.

No podía permitirse no ver a Louis nunca más, no entendía muchas cosas que le ocurrían y quería descubrirlo para después actuar en consecuencia.

Finalmente, respiró aliviado cuando una de las doncellas le abrió y le dio paso hasta el salón, dónde toda la familia estaba reunida en la mesa terminando de cenar.

...—Buenas noches, siento molestar.

—Oh Harry tú nunca molestas —habló Karen levantándose y acercándose mientras miraba el maletín que el ojiverde llevaba en su mano.

—Geoff, me gustaría hablar con usted unos minutos en privado—pidió cortésmente Harry maldiciéndose por dentro por estar rebajandose ante esos interesados, a cambio de tener vía libre que le permitiera llegar al omega ojiazul.

—¿Qué quieres muchacho?...entre nosotros ya está todo dicho—Habló Payne muy molesto sentado a la cabeza de la mesa—... yo no tengo secretos para mi familia, lo que tengas que decir dilo ya.

El ojiverde asintió apretando los dientes y finalmente sonrió forzosamente.

—En este maletín traigo una considerable cantidad que si me permite, quisiera invertir en su proyecto si no es demasiado tarde, siento que en un primer momento no me dejase explicarme y se fuera así de molesto de mi despacho.

Al viejo Payne y a su esposa se le iluminaron los ojos, al igual que a sus yernos, los cuales estaban al tanto de las malas finanzas de la empresa.

—No, no es demasiado tarde muchacho, lo cierto es que sabía que recapacitarías —dijo este levantándose pletórico y acercándose al lugar donde Liam estaba sentado, entonces lo cogió de los hombros—...Anda hijo, saluda a tu novio, el viene por ti.

El ojimiel suspiró con resignación.

—Ho-Hola Ha-Harry, es un placer volver a verte.

—Hola hermoso—saludó el alfa ojiverde sintiendo náuseas internas—…es un gusto para mi también.

Dos días después de esa última visita del ojiverde, Louis ya con su descontrolado y raro celo totalmente disminuido, volvió al trabajo permaneciendo alerta por si el alfa ojiverde se le acercaba con intenciones de lastimarlo.

Tenía muy presente que enfrentaría al alfa como ya antes había hecho con otros y aunque con Harry era muy diferente pues lo debilitaba extrañamente, dejando a su omega interior revolucionado, sabía que el ojiverde pertenecía a Liam.

Por el día, este trabajaba sin descanso para recuperar todo el tiempo en el que sus compañeros lo habían suplido, ya que quería devolverles el favor.

En las noches, apenas descansaba, ya que no dejaba de pensar en los inquietantes ojos verdes del empresario, del cual desconocía sus intenciones.

Todo fue bien durante unos días, hasta que una mañana todo se torció, pues dos de doncellas cayeron enfermas, debido a un virus estomacal que las mantendría recluidas en sus habitaciones.

Louis y los demás debían suplir las bajas y era demasiado trabajo, por lo que el pobre omega no daba más de sí, limpiando, sirviendo a los dueños, además de ayudar a Niall y Berta, si embargo lo hacía con una sonrisa.

Mucho era debido a que no había vuelto a ver al alfa ojiverde, ya que se había ido nuevamente por unos días a sus construcciones fuera de la cuidad y aunque ya controlaba más su alfa interior, gracias a las terapias, necesitaba saber algo más de Louis y deseaba fervientemente regresar.

Eso no ocurrió hasta pasados varios días, cuando una vez más fue invitado por los Payne, aunque esta vez fue diferente pues el aroma de Louis impregnada toda la estancia, por lo que nada mas entrar llenó sus fosas nasales aspirando gustosamente y sintiéndose pleno al instante.

Geoff Payne le dijo que disculpase el desorden o la tardanza en servirles, la cena pues tenían un inconveniente con el servicio doméstico, ya que varios empleados estaban enfermos.

Harry temió que uno de ellos fuese Louis, entonces su alfa interior se comprimió pero pronto se alivió al verlo entrar al gran salón, con una bandeja en la mano, donde había bebidas y algo para picar.

El joven alfa pudo contemplar mejor a Louis mientras este dejaba las cosas en la mesa central, viendo que era realmente hermoso y sus ojos estaban de un lindo azul más intenso de lo que recordaba.

El omega tenía la piel levemente bronceada y su flequillo estaba peinado hacía un lado, adornando su delicada frente y aunque se veía más delgado, aún sus preciosas curvas se definían, por lo que confirmó que sin duda, ese omega era el ser más lindo que jamás había visto en su vida.

Louis volvía ya a la cocina cuando de repente el Señor Payne llamó su atención, al reparar en que su invitado lo miraba fijamente.

—Louis, espera—lo llamó sin dejar de mirar a Harry—… este muchacho es nuestra última adquisición, es un omega muy eficiente y obediente, aunque casi analfabeto....apareció de la nada y por lástima lo dejé quedarse..  En este momento es quién suple a las doncellas enfermas y la verdad es que ha sido todo un acierto el tenerlo con nosotros.

-Mucho gusto, Louis- dijo el ojiverde al instante.

El omega hizo una pequeña reverencia mientras sentía su corazón golpearle fuertemente en el pecho pues le latía a mil por hora,

-El gus-gusto es mío, se-señor Styles-consiguió​ decir pues estaba demasiado nervioso por lo miraba fija de éste.

-Puedes retirarte ya Louis y puedes seguir con tus obligaciones, gracias- volvió a decir el Señor Payne.

—Si, señor.

El omega bajó la cabeza, apartando la mirada de la de Harry, el cual sintió un enorme y frío vacío en cuando vio al pequeño omega volver a perderse de nuevo por la puerta.

—Oh no, no te vayas, precioso—susurró para sí mismo—…no me prives de tu belleza.

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8. Pobre omega infeliz~Larry Stylinson, Ziam-Omegaverse 💜(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora