Fama » shawn mendes

Parte 21

Sentí su mano en mi cintura mientras seguíamos a sus guardias de seguridad, nos llevaron por el lugar hasta llegar a los asientos asignados, una vez que nos ubicamos y se aseguraran que todo estuviese en orden, se retiraron dejándonos solos.

Bueno... con veinte mil personas más, pero ya saben a lo que me refiero.

– Quizás me golpees, pero no conozco ninguna canción, solo vengo a acompañarte como buena novia – crucé mis brazos observando a mi al rededor.

Me encontraba un poco nerviosa, era la primera vez que salíamos frente a personas desde su cumpleaños hace casi tres meses.

Lo bueno de tener el título como novia de Shawn, era que tenía muchísimas excusas con mis papás para poder verlo más seguido, y es que en tres meses nos habíamos visto aproximadamente quince veces.

Volviendo al tema de estar nerviosa por estar rodeada de personas, se resumía a que las veces que nos habíamos visto en estos últimos meses no habíamos salido de mi casa o de la suya ni un segundo, no por que nos estuviéramos escondiendo, si no porque no teníamos la necesidad de salir al ojo público, pasábamos una o dos semanas sin vernos y lo único que queríamos era aprovechar todo el tiempo posible, cocinábamos, peleábamos, hablábamos, nos hacíamos bromas e incluso Shawn me había preparado una pequeña cita en su patio trasero, tampoco era por que quisiéramos mantener nuestra relación en secreto, la realidad es que no nos apetecía salir y comenzar a hablar, no confirmábamos ni negábamos nada eso era todo pero claro que la gente comenzó a sospechar cuando vieron a Shawn unas cinco veces en el aeropuerto de mi país, si no fueron más fue porque no lo vieron.

– Ya lo sé Kay, por eso te quiero – sonrió observando a su alrededor y luego se concentró en mí – ¿Estás nerviosa?

– ¿Ah? – llevé mi vista hacia él, yo no se lo había dicho.

– Estas tocando tu labio inferior – señaló e instintivamente bajé mi mano alejándola de mi boca, ni siquiera era consciente de que estaba haciéndolo – Eso lo haces cuando estas nerviosa.

Bufé, quizá pasé demasiado tiempo con él como para que supiera el significado de cada gesto y acción que hacía.

– Me atrapaste – reí.

– Descuida, actuaremos como amigos – me guiñó el ojo provocando una risa de mi parte.

– No podrás aguantar tantas horas sin besarme Mendes.

– No voy a negarlo – encogió sus hombros – No es mi culpa, es la tuya.

– ¿Mi culpa?

– Sip – asintió con su cabeza – Es tu culpa ser condenadamente hermosa.

Sentí mis mejillas arder y si no fuese por la poca cantidad de luces, estaba segura que Shawn lo hubiese notado y hubiese comenzado a decir más cosas para intensificar el color rosado en mis mejillas.

Golpeé su brazo con una sonrisa.

– ¿Que sucedió con lo de amigos? – le recordé.

– Oh Kay, eso lo dejamos hace tres meses ¿Lo recuerdas? – inclinó su cabeza hacia un lado esperando mi respuesta pero yo no hice más que rodar los ojos.

– Si te digo que rompamos ahora pero que sigamos siendo amigos ¿Crees que podrás actuar como tal?

Soltó una carcajada.

– No vas a romper conmigo.

– Yo puedo romper contigo cuando quiera – crucé mis brazos.

– Pero no lo harás porque me amas – formó un puchero con sus labios.

Quiero besarlo.

– No hagas eso – me quejé.

– ¿Me quieres besar Kay? Que lástima, no podrás, porque terminamos y somos amigos ahora.

Reí ante su comentario, era increíble.

– Que suerte, ya no sabía como decírtelo – finji un alivio pasando el dorso de mi mano por mi frente.

Continuamos peleando un poco más hasta que el concierto dio su inicio, no lo conocía pero me había agradado el show.

Al otro día luego de almorzar nos encontrábamos mirando una serie acostados en su cama, mis pies enredados con los suyos y mi mano y cabeza sobre su pecho mientras él acariciaba mi cabello.

– Stefan es el amor de mi vida – solté.

– Que sutil, en mi cara lo dices.

– Lo lamento, supuse que debías saberlo antes de que continuemos con esto.

– Yo creo que tienes demasiados amores de tu vida ¿No crees? – elevé mi rostro hacia él y me encontré con sus ojos – Dylan O'Brien, Stefan Salvatore e incluso un amigo mío.

Reí recordando el día en que me había atrapado viendo fotos en mi celular, mi intensión era comenzar a borrar algunas fotos mientras Shawn se iba a duchar, pero antes de que se metiera al baño se acercó a besarme y cuando captó al rubio en mi celular por el rabillo de su ojo, lo tomó de mis manos y comenzó a ojear cada foto, prácticamente la galería se basaba en fotos de Niall Horan.

– Ya te lo dije, llegó antes que vos a mi vida.

– Si, seguro – rodó sus ojos.

Me acerqué a su rostro dejando un beso en su mejilla.

– Eres tan lindo cuando estas celoso, incluso de personas que nunca voy a conocer en mi vida – reí.

– No interesa, quizás algún día te encuentres con Niall y me abandones.

– Si – asentí apenada – Lo lamento, quiero disculparme desde ahora.

El soltó un quejido seguido de una risa y comenzó a revolver mi cabello.

– Ya – reí intentando safarme de su agarre.

El sonido de su celular nos interrumpió provocando que voltearamos hacia él casi como instinto.

Se alejó de mi estirándose en su cama hasta llegar a la mesita de luz y tomó el celular entre sus dedos desbloqueando la pantalla dónde había una foto de nosotros sacada por su hermana sin que nos diéramos cuenta. (Multimedia)

– Mañana tengo una entrevista – comentó sin despegar la vista de su móvil.

– Oh, esta bien, me quedaré con Aaliyah y tu mamá – respondí sentándome en la cama apoyando mis espalda en el respaldar de ésta.

– No lo harás – giró su cabeza hacia mí – Me acompañaras.

– ¿Qué? ¿Por qué...?

– Me preguntaran por ti Kay, estoy seguro de eso, salieron fotos nuestras en el concierto y supongo que va a ser el momento perfecto para confirmarlo – dejó su celular a un lado y se sentó a un lado mío observándome con atención – Quiero que estes allí.

Observé sus ojos brillantes y expectantes por una respuesta de mi parte.

Tomé aire por mi nariz profundamente y luego lo solté por el mismo lugar, supongo que tenía razón, era un buen momento para decirlo y aunque esté asustada, sabía que a Shawn le agradaba la idea de confirmar lo nuestro, no le hubiese gustado estar escondiendonos de las cámaras, él era completamente sincero y transparente con sus fans al igual que yo y al no decir nada, creaba dudas y teorías de parte de ellos.

– Esta bien – asentí – Estaré ahí.