Fama » shawn mendes

Parte 33

Capítulo dedicado a AyBiabor gracias por todos tu comentarios y apoyar la novela tanto 💜

Arrastré a Shawn por toda la ciudad mientras él seguía mis pasos divertido.

Jamás había venido a un lugar así y estaba encantada por las vistas que había en cada ciudad a la que íbamos.

– Es preciso Shawn – hablé – Me encanta conocer ciudades.

– A mi también me encanta – respondió – Que estés acá conociéndolas conmigo lo vuelve mejor – continuó.

– Falta una semana para terminar el tour – recordé un poco triste, iba a extrañar esto – ¿Extrañas a tu familia?

– No te das una idea cuanto – contestó – Pero a penas llegue a Toronto iré unos días con ellos y luego volveré a mi departamento.

De pronto sentí que el aire de la conversación comenzaba a cambiarse, podía sentirlo nervioso.

Asentí ante su respuesta.

– ¿Crees que puedas ir conmigo? – preguntó observándome cauteloso.

– No veo porque no, hace mucho no los veo tampoco – reí.

– Sonará un poco egoísta lo que voy a decir... – me fijé en sus ojos esperando que continuara, estaba comportándose raro – Pero en realidad quisiera tenerte todos los días para mí.

– ¿A que te refieres?

Tomó unos segundos para responderme y luego de soltar un respiro observando a nuestro al rededor conectó su mirada con la mía.

– Nos conocemos hace dos años ya – asentí confirmando lo que decía – Salimos hace un poco más de un año y quizás te parezca apresurado lo que voy a decir, pero lo estuve pensando hace mucho tiempo.

– Continúa – lo alenté sonriendo.

Relamio sus labios con sus ojos clavados en los míos y habló sin titubear.

– Quiero que te mudes conmigo – soltó rápidamente.

Tarde unos segundos en entender sus palabras, las había dicho demasiado rápido y solo logró que mi mente quedara en blanco intentando procesar lo que decía.

Mis labios se secaron cuando comprendí de lo que estaba hablando.

¿Mudarme con Shawn?

Eso es lo que había dicho ¿Verdad?

No sabía que responder, no es porque no estuviese segura de lo que quería si no porque me había quedado sorprendida por su petición.

– ¿En serio es lo que quieres? – fue lo único que pude decir.

Quería estar segura que ambos en verdad lo queríamos.

– Por supuesto que si Kay, en este tiempo solo me di cuenta cuanto necesito tenerte conmigo y si con eso lo puedo resolver, soy capaz de hacerlo – asintió – No hay nada que me guste más que despertarme todas las mañanas con vos a mi lado.

Sonreí inconscientemente, no podía amar más a este hombre porque no podía, estaba segura que había llegado al punto límite de enamorarme, pero aún así cada día sentía que me enamoraba nuevamente de él y esa era una sensación increíble, siempre me había preguntado como se sentía enamorarse de esta manera y con él lo había descubierto.