Fama » shawn mendes

Parte 17

– I KNOW I CAN TREAT YOU BETTER, THAN HE CAN, AND ANY GIRL LIKE YOU DESERVES A GENTLEMAN – grité a todo pulmón usando la escoba de micrófono.

Esta canción me hacia querer romper todo, no me pregunten porqué.

Seguí cantando mientras limpiaba mi cuarto.

Hace mucho no lo ordenaba y comenzaba a ser un verdadero desastre, además tenía que ordenarlo para hacer un nuevo vídeo.

Tenia demasiado ideas en mi cabeza y no sabía por cual comenzar, por suerte las tenía todos anotadas en una agenda que Mía me había regalado para un cumpleaños, sabía que la necesitaba entonces no dudó en darme una.

– GIVE ME A SIGN, TAKE MY HAND, WE'LL BE FINE, PROMISE I WONT LET YOU DOWN – en realidad escuchar música mientras limpiaba me desconcetraba, no podía evitar cantar.

– Just know that you don't, have to do this alone, promise I'll never let you down.

Me voltee sorprendida a la puerta de mi habitación y ahí se encontraba él, con una sonrisa deslumbrante llena de diversión, recargado en el marco de mi puerta y cantando junto a mí.

– Shawn – solté, sentía mis mejillas arder.

¿Había algo más vergonzoso que Shawn Mendes te viera cantando su propia canción como una loca?

– ¿Hace cuanto estas ahí? – pregunté con una mueca.

– Hola Shawn, me alegro mucho de verte, sé que nos vimos ayer pero te extrañe – dijo adentrándose en la habitación.

– Si seguro ¿Hace cuanto? – inquiri con mi ceja alzada.

– Desde el segundo coro – rió.

– Oh – apreté mis labios avergonzada.

Eso te pasa por cantar como loca y no sentir la presencia de alguien a tus espaldas.

– ¿Crees que puedas cantar una más? – cruzó sus brazos.

– Deja de burlarte – me quejé.

– No me estoy burlado – rió – Es sólo que me gusta verte sonrojada.

Me di media vuelta ocultando mis mejillas y me encaminé al celular para bajarle el volumen a la música.

– Hey – se quejó – Creí que cantaríamos más.

Me gire hacia él fulminándolo con la mirada provocando que levantara ambas manos al aire divertido.

– Me callo.

– Así me gusta – asentí.

– En fin – soltó tirándose en mi cama.

– ¡Shawn! – me quejé – ¡La acabo de armar! – bufé provocando una risa de parte suya.

– Te vengo a ver y te quejas – rodó los ojos.

– Hablando de eso... ¿Qué haces acá?

– Te vine a ver – habló como si fuese lo más obvio del mundo – Estaba aburrido y ya había hecho que vayas al hotel, así que hoy era mi turno – se encogió de hombros.

– ¿No tenes a más personas para molestar? ¿No viniste con tus amigos? – reí.

– Mis amigos decidieron ir a recorrer Buenos Aires y yo gracias a ti ya la conocía, además entre estar con ellos que los veo todos los días y estar con vos, creo que ya sabes la respuesta – cruzó sus brazos atrás de su cabeza.

– Como en tu casa – bromeé.

– Gracias – sonrió pero se sentó en ella con sus pies cruzados – En fin ¿Que estabas haciendo?

– Estaba ordenando para hacer un vídeo – contesté agarrando mi agenda del escritorio.

– Genial ¿Te puedo ayudar? – preguntó entusiasmado.

Lo observé con una ceja alzada.

– ¿Me queres ayudar?

– Ya estoy acá – encogió sus hombros – Va a ser divertido.

Observe la lista de ideas hasta encontrar una en la que él me podría ayudar.

– Bien – asentí.

Le sonreí inocentemente a lo que él junto su ente ceja.

– No confío en esa sonrisa.

Me levanté de mi asiento y lo tomé de la mano para arrastrarlo a la cocina.

– Va a ser divertido – solté riendo.