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Parte 10 (Shawn)

CAPÍTULO DEDICADO A azultyker2002 GRACIAS POR TUS LINDOS COMENTARIOS Y EL APOYO💜

Tamborilee con mis pulgares el manubrio mientras esperaba ansiosamente dentro del auto.

No sabía si lo que sentía en este momento eran nervios, pero si en algún rincón de mi cabeza encontraba que la respuesta a esa duda era afirmativa, entonces no entendía porque lo estaba.

Quedé con Kay en que la pasaba a buscar por su casa a las 3 p.m, el trabajo de alquilar un auto que yo pudiese manejar sin ningún guardia a mi alrededor fue difícil pero al fin conseguí convencer a todos que sería precavido y si alguien me reconocía, me alejaría del lugar de inmediato.

Suspiré frustrado no entendiendo mi actitud y opté por encender el estéreo esperando a que la chica saliera, le había mandado un mensaje que me encontraba frente a su casa hace aproximadamente unos cinco minutos, a lo que ella respondió que bajaría lo más rápido que podía.

No la culpo en que no estuviese lista, en todo caso yo debería haber llegado a la hora acordada y no media hora antes, pero en mi defensa creí que sería más difícil llegar hasta aquí por lo que opté por salir una hora antes del hotel en dónde me estaba hospedando, sin embargo fue bastante fácil y en menos de media hora ya me encontraba estacionando en su calle.

Me sobresalte en mi asiento al escuchar tres golpes en la ventanilla del copiloto, me giré hacia el sonido y me encontré con el rostro de Kay observándome desde el otro lado del vidrio riéndose levemente por mi reacción.

Desbloquee la puerta con un botón y ella entró gustosa al interior.

– Lo lamento – sonrió – Sabía que estabas pensando pero no creí que fuese tan profundo – continuó riendo.

Sonreí divertido, al menos a ella le parecía gracioso casi provocarme un infarto.

– Es bueno que te rías de mí, es un buen comienzo – solté poniendo en marcha el auto.

– ¿Crees que podamos ir a comer? No pude comer nada y mi estómago está pidiendo un McDonald's urgentemente.

Me provocó una risa su pedido a lo que ella se unió a mí.

Respondí su petición con un asentimiento de cabeza y ella me dirigió hacia un AutoMc, lo cuál agradecí ya que era muy probable que me reconocieran si entraba a un lugar reducido con muchas personas.

No me había dado cuenta antes, pero mientras yo conducía y hablábamos de distintos temas a la vez que comíamos riéndonos a cada segundo, el nerviosismo - o lo que sea que había tenido lugar en mi cuerpo hacia unos minutos - ya no se encontraba ahí, en tan solo unos segundos ella tuvo el poder de destruirlo y reemplazarlo por una completa comodidad de estar a su lado.

Y eso me aterraba.