Fama » shawn mendes

Parte 36

El alta voz me sacó de mi transe, en este momento el suelo parecía lo más entretenido que existía en el mundo.

Mi mente estaba en blanco, mi cerebro ordenaba a mi cuerpo a moverse pero yo no era totalmente consciente de lo que hacía, mi corazón se habían refugiado en algún lugar de mi anatomía para no romperse más de lo que estaba, si es que eso era posible, lo único que continuaba constante eran mis lágrimas, no podía sentir como caían pero si sabía que estaban ahí.

Me levanté del asiento tomando la valija que había traído conmigo al lugar dónde se encontraba mi... Shawn.

Recordar ese nombre me hacía mal, sentía como mil cuchillos se cavaban en mi corazón sacándolo del escondite en el que se encontraba.

Mis pies se movían automáticamente por el aeropuerto haciéndome paso entre la gente llevándome hacia algún lugar que mi cerebro conocía.

– ¡Kay!

Cerré mis ojos fuertemente con mi corazón a mil por hora, no era capaz de abrir los párpados ni de hablar.

– Mía – susurré con dificultad.

Podía sentir mi garganta quemarse al hablar.

– ¿Qué sucedió?

Suspire entrecortadamente y negué con mi cabeza.

– No quiero hablar de eso.

– Kay ¿Estas segura que esto es lo querés?

Me quedé en silencio pensando su pregunta.

Por supuesto que no quería esto, yo seguía amándolo, lo amaba tanto que dolía de esta manera, pero también lo hago por mí, soy consciente de que he defendido las acciones de las personas que causaron esto en primer lugar, pero jamas creí que fuesen capaces de pasarse de esta manera, este acto me hizo sentir completamente patética, siempre defendí sus acciones ante Shawn aunque sabía que él tenía razón, sabía que estaban mal pero como idiota seguí defendiéndolas y dejándome pisotear una y otra vez.

Quizá ellos podrán verme como su enemiga, pero yo no los veía como tal, jamás lo hice, no eran los malos de la película, cada uno tenía algo que ofrecer al mundo y a su ídolo, tenían problemas como todos, sentían como todos, amaban y odiaban como todos, pero no fueron capaces de darse cuenta del daño que causaban, del daño que me hicieron a mí y del daño inconsciente que le hicieron a la persona que creían proteger, no pensaron en sus consecuencias, sólo lanzaban las flechas hacia mí con una banda cubriendo sus ojos sin fijarse en que sus flechas podían apuntar hacia alguien más.

Creaban teorías y especulaciones guiándose por fotos y comentarios, pero la realidad es que no nos conocían en nada, no estaban ahí para ver nuestra relación, ni tenían la más mínima idea de nuestros sentimientos, solo se dejaban guiar por lo que creían o decían los demás.

No pensaron en que éramos felices y consiguieron lo que querían.

– Si Mía, estoy segura – dije para convencerme más a mí que a ella.

– Bien – suspiró – Llámame cuando aterrices.

– Bien.

Alejé mi celular de la oreja y colgué el teléfono.

Le había mandado un mensaje haciéndole un pequeño resumen de lo que había ocurrido y que ahora me encontraba en el aeropuerto esperando un vuelo de vuelta a mi país, no tardó ni un minuto en llamarme.

Continué caminando hasta que la figura de un cuerpo interrumpió mi caminata.

– Shawn – susurré luego de unos segundos – ¿Que haces acá?

Me paralice al verlo frente mí, luciendo destruido con sus ojos rojos y sus labios del mismo modo.

– Sólo escuchame – pidió pero no dejó que hablara ya que continuó hablando – Sé que crees que cambiaré con mis fans y piensas que serás la responsable de que eso ocurra, pero dejame decirte que estas equivocada, si hay alguien responsable de eso, son ellos no vos, ellos provocaron que esto sucediera y que me alejaran de la persona que más amaba en esta tierra, que amo en realidad – se corrigió – No pensaron en que podría ocurrir que deje de comportarme como siempre he sido con ellos, solo pensaron en insultarte sin ningún propósito – respiró – Kay, yo no voy a cambiar con ellos, al menos no totalmente, sé que no todos fueron responsables por esto y sé que harían lo que fuera por mí – tomó mis manos acercándose a mí – Esto que te hicieron, no se los voy a perdonar nunca, nos hicieron daño a ambos – un par de lágrimas comenzaron a salir de sus ojos provocando que mi corazón se estrujara y luego de segundos de silencio en los que observó mi rostro, volvió a hablar – Pero creeme que no hay mal que hayan hecho que me duela más que esto que estas haciendo.

Negué con mi cabeza sin querer oír más sus palabras, me dolían cada una de ellas y verlo en este estado fue suficiente como para que mis lágrimas comenzaran a salir descontroladas nuevamente.

– Kay yo sé que esto te duele, sé que nunca te gustó que la gente hablara de vos y que inventaran cosas sobre tu vida, pero te amo – llevó sus manos a mis mejillas quemándome con su toque – No imagino mi vida sin vos, podemos pasar esto juntos por favor – limpió las lágrimas que caían de mis ojos con sus pulgares – Eres mi mejor amiga, jamás pensé en encontrar a alguien como vos, no voy a darme por vencido Kay – sus ojos penetraban los míos y no podía evitar perderme en ellos.

– No lo hagas más difícil de lo que es – suplique – Yo te amo Shawn, te amo como a nadie...

– Entonces quedate – me interrumpió.

– No puedo – respondí de inmediato quitando sus manos delicadamente de mi rostro – Nunca vamos a estar bien de esta manera ¿Viste de lo que son capaces? – señalé mi labio – Shawn lo hicieron con vos a dos metros de distancia ¿Que hubiese pasado si estaba sola? Y si, quizás yo no sea responsable de que cambies con ellos, pero fue porque yo salía con vos, si seguimos con esto ellos no pararán, ambos vamos a estar mal y tengo miedo que algún día te enojes de verdad con ellos y los medios comiencen a crear una imagen falsa sobre ti, yo no podría vivir con eso sabiendo que lo pude evitar.

"Pasajeros con destino a Argentina, por favor embarcar en la puerta número 12"

Ambos volteamos hacia nuestros costados al oír los altavoces anunciando mi vuelo y se hicieron unos segundos de silencio entre ambos, nadie era capaz de hablar.

– Si tomas ese vuelo... – dirigí mi vista hacia él nuevamente cuando comenzó a hablar, llenó de aire sus pulmones como si estuviese rendido y conectó nuestras miradas – Entenderé tu decisión y no volveré a buscarte.