Fama » shawn mendes

Parte 5 (Shawn)

– ¡Rindete! – exclamó lanzando la pelota de regreso.

– ¡Eso quisieras! – respondí concentrado en golpearla correctamente.

– Mendes, sabes que perderás más de lo que ya estas perdiendo – él rió pero no hubo una respuesta de mi parte ya me encontraba demasiado inmerso en el juego – Cuentame sobre esta chica... Kay es su nombre ¿Verdad?

Al oír ese nombre levanté mi vista hacia mi amigo desconcentrándome por completo de mis acciones generando que la pelota pasara por mi lado tranquilamente llevando con ella mi derrota.

– ¡Gané! – festejó alzando sus brazos – Vaya no sabía que ella te había gustado tanto.

– No me gustó – me apresuré en aclarar – Si era linda, lo admito, muy linda y agradable, pero no por eso signifique que me vaya a enamorar de ella.

– Oh vamos Shawn – soltó de inmediato – ¿Por qué no te lo permites eh?

– Porque cuando tenga novia lo único que voy a querer hacer es dedicarle todo mi tiempo y eso es imposible – expliqué – esa persona deberá entender que tengo mis tiempos y trabajo, que probablemente estemos meses sin vernos y que aún así me sea fiel – terminé tirando la raqueta sobre la mesa frustrado.

¿Por qué nunca podía ganarle?

El pelirrojo soltó un bufido.

– ¿Y quien no te dice que justo ella no podría convertirse en ese alguien que describes? – señaló con su pulgar hacia atrás de su espalda donde se hallaba la puerta.

– Con ella sería aún más imposible – suspire – ¿Acaso notaste que vive en Argentina y yo en Canadá?

– ¿Acaso alguna vez escuchaste que la distancia separa los cuerpos pero no el corazón? – me contraatacó y se tomó unos segundos para continuar mientras yo analizaba sus palabras – ¿Qué mejor que la distancia para comprobar la intensidad y honestidad de una relación? – encogió sus hombros dejándome estupefacto, jamás lo había oído hablar de esa manera y aunque no quisiera admitirlo, sabía que tenía razón – Además... – prosiguió al mismo tiempo que una sonrisa se extendía por sus labios – Es la primera vez que invitas a una chica al backstage sin que nadie te lo pida.

– Solo será mi amiga – respondí intentando convencerlo de que mi postura se encontraba firme.

Intenté convencerme a mí mismo de las palabras que yo había emitido segundos atrás ya que lo que me había dicho mi amigo hizo que dudara de mi ideología, pero yo no estaba en momentos de tener una...

La puerta de madera que se encontraba a unos cuantos pasos de distancia de donde estábamos nosotros se abrió lentamente captando toda mi atención, de ella apareció el rostro de una chica desconocida para mis ojos y a su lado la acompañaba la persona de la que estábamos hablando hace a penas unos momentos.

Mi garganta se secó al verla introducirse de a poco en la habitación pero me percaté de que sus ojos no estaban puestos en los míos, si no que se encontraban levemente más abajo.

Abrí mis ojos cuando recordé que no llevaba camisa desde la mitad de la partida, no supe entender porqué pero su mirada me hizo sentir intimidado de alguna manera así que me aproximé rápidamente hacia el sillón en el que había dejado mi remera y la pase sobre mi cabeza hasta dejar mi torso completamente tapado.

Ví a mi amigo morderse los labios evitando que una carcajada saliera de ellos y volteó su cabeza hacia las chicas a sus espaldas.

– Hey – carraspeé mi garganta sintiéndome incómodo.

– Hey – respondió con una sonrisa divertida en su rostro lo que hizo que mis hombros, los cuales se habían tensado sin yo darme cuenta, se relajaran – Te presento a mi mejor amiga, Mía.

– Encantado – extendí mi mano hacia su amiga y ella la tomó con gusto.

– El placer es todo mío – contestó nerviosa.

Quise reír por su reacción tan adorable.

– Me alegro que hayan venido – formulé clavando mis ojos en los de Kay.

Era normal que haya extrañado sus ojos conectados con los míos ¿Verdad?

– No iba a perdermelo – sonrió.

Sonreí inconscientemente al ver su sonrisa.

– Bueno bueno – Brian llegó a nuestro lado captando la atención de todos.

– Brian – soltó ella emocionada.

Alcé mi ceja ¿Por qué todos lo adoraban?

– El mismo – asintió – Tu debes ser Kay – adivinó besando el dorso de su mano.

Crucé mis brazos sobre mi pecho y rodé los ojos divertido sin poder creermelo ¿Enserio acababa de hacer eso solo para cargarme?

A Kay parecía divertirle la situación ya que no pudo evitar reír.

– ¿Y tú eres...? – quiso saber observando a la acompañante de la Youtuber.

Oh no, conocía ese tono.

– Mía – se presentó extendiendo su brazo hacia mi amigo pero éste la tomó por sorpresa besando el dorso de su mano.

– Es todo un placer – le guiñó el ojo.

Solté una risa junto con Kay, sabiendo de entrada que Brian ya se había fijado en ella.

– Así que, jugaban el ping pong – habló Kay acercándose a la mesa.

– Oh si – le respondí.

Rasqué mi cabeza en un acto de nerviosismo cuando recordé la charla que había mantenido con Brian sobre ella.

– ¿Quién ganaba? – preguntó.

Observé a mi amigo sabiendo que él respondería rápidamente.

– Por supuesto que yo, el mejor en la mesa – alardeó.

– Esa soy yo – respondió Kay contradiciéndole valientemente, me hizo gracia su actitud.

– Eso me sonó a desafío – el pelirrojo alzó su ceja – ¿Crees que puedes ganarme?

– Lo haría con los ojos cerrados – encogió sus hombros inocentemente.

Sonreí.

– Chica valiente, me gusta – Brian golpeó mi pecho con su codo dos veces seguidas.

Ese acto me tomó por desprevenido, lo que hizo que llevara mi mano hacia la zona en donde me golpeó por reflejo.

Lo fulmine con la mirada por ser tan idiota y por ser tan poco disimulado, luego me encargaría de matarlo.