Fama » shawn mendes

Parte 27

Capítulo dedicado a ficsyeah me haces reír siempre gracias por tus comentarios💜💜

Me estire en la cama intentado adaptarme a la luz que salía de la ventana.

Hice un sonido con mi garganta quejándome al recordar que nos habíamos olvidado de colocar la cortina la noche anterior para que no sucediera esto, pero bueno creo que estábamos algo ocupados en otra cosa anoche como para recordarlo.

Observe la habitación vacía con sólo la cama y me senté en mi lugar.

¿Dónde carajo estaba mi hombre?

Tallé mis ojos antes de levantarme y agarre mis bragas del suelo colocándomelas, me fijé en la camisa de Shawn desparramada en el suelo y no dudé en pasármela sobre mi cabeza, adoraba su aroma.

Shawn tenía un cuerpo tan grande que sus remeras siempre me quedaban como un vestido.

Salí de la habitación recorriendo el pasillo con mis pies descalzos sintiendo el frío suelo con cada paso.

Llegué a la cocina y me recoste sobre mi hombro en la pared que había frente a la cocina, desde aquí podía ver a Shawn de espaldas con solo sus boxers yendo de un lado a otro cocinando algo en una sartén.

Sonreí al verlo tan concentrado en lo que hacía y con cuidado comencé a acercarme a él tratando de hacer ningún ruido.

Cuando llegué envolví mis brazos en su cintura provocando que se sobresaltara en su lugar dejando caer la sartén que traía en sus manos.

Sonrió girándose hacia mí observando su camisa en mi cuerpo y luego se inclinó para besar mis labios.

– Buenos días – soltó – Adoro como luce mi ropa en ti.

– Bueno días – reí – ¿Que estabas haciendo?

Pregunté aún abrazándolo por la cintura, su calor corporal me hacía sentir segura en cada lugar al que iba.

– El desayuno – contestó volteandose rápidamente recordando lo que estaba haciendo.

Reí mientras me alejaba para sentarme en una de las sillas del desayunador.

– ¿Cómo dormiste? – apoyé mi mentón en mi mano recorriendo sus movimientos.

– Luego de anoche, muy bien – me guiño el ojo.

Rodé los ojos soltando una carcajada.

– Me refería a si te dolía el cuerpo.

– Kay, puedo seguir encontrando el doble sentido a tus palabras – volteó a mí elevando su ceja.

– ¡No puedo hablar con vos! – crucé mis brazos mordiendo mis labios para que no se escapara una risa.

Él rió divertido colocando dos platos en la barra.

– Estoy bien, preciosa – asintió – Me duele un poco el hombro por correr los muebles con papá ayer, pero estoy bien para que sigamos más tarde.

Comenzamos a desayunar y a organizar lo que haríamos en la tarde.

Shawn se había mudado a un departamento en un edificio muy lindo, lo había ayudado a elegirlo junto con su familia, nos quedamos enamorados de éste ya que la vista daba a toda la ciudad de Toronto.

Hace tiempo que lo estaba pensando y ahora estaba muy emocionado por vivir por su propia cuenta, era un gran paso para él, aunque obvio no faltaron sus comentarios pervertidos de porqué quería vivir solo.

– Shawn – me quejé haciéndome una colita alta.

– Estuvimos escuchando a Niall toda la tarde – se quejó en respuesta cambiando la música – Adoro su música, pero sigue siendo raro que ames a uno de mis amigos – bufó.

Reí arremangando las mangas del buzo viejo que traía puesto.

– Eres imposible – hablé negando con mi cabeza concentrándome nuevamente en la pintura frente a mí.

Shawn se detuvo en Perfect de Ed Sheeran y sonreí emocionada, siempre amé esa canción.

Volví a tomar la brocha para continuar pintando la pared de beige cuando sentí los brazos de Shawn tomarme de la cintura y voltearme hacia él.

– ¿Que haces? – reí con mis brazos encima de sus hombros pero sin tocarlos, ya que si lo hacía lo mancharía con pintura.

– Esta es nuestra canción – sonrió.

Lo observé con dulzura, era el novio perfecto, siempre quise que alguien me dedicase esta canción.

Shawn agarró la broncha de mi mano y la dejó a un lado nuestro, encima de una pequeña escalera, tomó mis manos e hizo que rodease su cuello con mis brazos antes de que él envolviera mi cintura con los suyos.

Comenzó a dar pequeños pasos siguiendo con el ritmo de la musica mientras bailábamos por la habitación.

– Estoy tan enamorado de ti – soltó con una media sonrisa.

– Eres tan cursi – sonreí sin despegar mis ojos de los suyos.

– Amas que lo sea – encogió sus hombros.

– Quizás – murmuré – Pero también estoy enamorada de ti.

Me había enamorada completamente de Shawn porque me hace amarlo de la manera más intensa posible, con cada acción y cada palabra había robado mi corazón y lo había colocado en un pequeña cajita de cristal y estaba segura que él lo sabría cuidar, me hacía sentir libre, con él podía ser yo misma y eso me asustaba en cierta manera, porque no sabía si esto en algún momento podría acabarse o si podré estar tanto tiempo alejada de él cuando comience su gira.

Besó mis labios cortamente segundos antes de que la canción terminara.

Volvimos a nuestras tareas cuando comenzó Treat You Better a sonar por el altavoz.

– ¿Te acordas cuando te encontré cantando esta canción en tu habitación?  – soltó riendo.

– No me hagas acordar, que vergüenza – negué con mi cabeza mordiendo mi labio.

– Oh pero si fue divertido.

Me giré hacia él parando mis movimientos con el pincel.

– Claro que no lo fue, quizá para ti sí pero yo quería que la tierra me tragase – me quejé.

Soltó una carcajada.

– Te veías completamente adorable avergonzada.

Hice un sonido dejando en evidencia que sus palabras me molestaban y rápidamente pase mi pincel por su mejilla.

Él hizo una mueca sorprendido pero no duró mucho hasta que reaccionó e hizo lo mismo en mi rostro.

No se en que momento sucedió todo tan rápido pero minutos después nos encontrábamos en una lucha corriendo por el departamento y yo intentando que no me alcanzara.

– ¡Mira lo que hiciste! – rió.

– ¿Yo? Yo sólo te manche un poquito, vos comenzaste la guerra – crucé mis brazos.

– Por que vos me pintaste primero – se defendió y corrió hacia mí.

No tenía donde ir por lo cual me acorraló contra una pared extendiendo sus brazos a los lados de mi cabeza.

– Ahora tendremos que ir por más pintura – se quejó divertido.

– Estamos todos sucios, no pienso salir así – respondí.

– Por eso es que tomaremos una ducha – soltó haciendo un rápido movimiento subiéndome a su hombro llevándome hacia el baño.