✨Epilogo🌙

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Narradora

Un color morado -rosado se extendia por él cielo,eran mas o menos las 5 de la tarde y los rayos del sol se estaba desvaneciendo lentamente. Gente vestida de negro,platicando con un tono de voz bajo ,mostrando su respeto, algunos lloraban en silencio tal y como lo hacia Mangel.

Si tan solo hubiese llegado antes.

Las personas mas queridas para el estaban en ese momento,era un fastidio escuchar a todos decir "lamento lo que sucedió" como si de una grabadora se tratase,pero lo entendía nadie sabia que decir en un momento así. Sus amigos estaban a su lado manteniendo una conversación,a veces le lanzaban una mirada rápida, realmente se veía mal el pelinegro.

Mangel tenia la mirada perdida en el ataud desde que llego,había comprado un adorno de rosas amarillas que justamente dejo en sus manos antes de que el ataúd fuera cerrado. Ver su piel muy pálida con algunos tonos azules,su cabello castaño, aquel atuendo que le habían puesto y las flores amarillas entre sus largos dedos era una imagen que no olvidaria nunca.

El padre llego en ese momento pidiendo disculpas y dio por iniciada la ceremonia. Algunos versos de la biblia eran citados hablando sobre la vida y la muerte,puras patrañas pensó el pelinegro,realmente nadie sabia vivir hasta que tenia un propósito por el cual hacerlo y sobre la muerte nadie tenia una idea concreta sobre ella hasta que llega la hora de decir adiós,lo único bien sabido es que todos acabaremos en sus manos.

Después de dar un gran discurso, él padre pidió que todos se levantasen y dio tiempo para que familiares y amigos dijeran unas ultimas palabras. Las miradas estaban atentas en el pelinegro pero en ningún momento él mostró indicio de querer levantarse, no veía necesario hacerlo y hacer que saliesen mentiras de su boca,quería dormir tranquilo sin el remordimiento que le causaría el hacer lo contrario.

Al quedar en silencio,el padre asintio con la cabeza dando la señal para que el ataúd fuese bajado, nuevamente los ojos de Mangel se posaron en el hasta verlo desaparecer. Los sollozos comenzaron a sonar a su espalda causandole un dolor de cabeza horrible.

Se alejo de ahí en completo silencio recargandose en un árbol dándole la espalda de la gente, pensaba que ya no tenia lágrimas que soltar pero supo que estaba equivocado al sentir sus mejillas humedecidas,su dolor de cabeza aumento y ahi fue cuando admitió que debió haberse quedado en casa.

Mangel cerro sus ojos dejandose llevar, sus sollozos paso a un llanto amargo en cuestión de minutos. Era poco decir que estaba mal, que queria salir corriendo de ese lugar y olvidar lo que sucedio.

Cuanto daria por que él estuviese en ese momento.

Algunos minutos mas tarde llego Cheeto a su lado abrazandolo sin siquiera decir una sola palabra. Mangel correspondió el abrazo sintiendo las caricias en su espalda que el barbudo le proporcionaba.

-Ya paso tío, todo esta bien-

-Q-quiero irme-hablo entrecortadamente y con la voz quebrada. Sorbo su nariz y limpio sus lágrimas cansadamente.

Cheeto lo miro con lastima. -Sólo despidete y nos iremos al departamento- Mangel bufo disgustado,no conocia a nadie ahí por que tenia que despedirse??.

-Che.. -

-No Mangel- lo interrumpió.- Se que estas cansado ,también lo estoy ,pero debes hacerlo ,no puedes irte así como así - Él andaluz asintió dándose la vuelta para caminar a el montón gente.

La peor parte para él fueron los padres, la madre estaba desconsolada y él padre tenia un semblante serio tratando de calmar a su esposa, Mangel se acercó temeroso hacia ellos y comenzó a dedicarle unas cuantas palabras a la madre, al final ella asintió triste y abrazo a su marido escondiendo la cabeza en el pecho de este. Mangel prosiguió con él hombre enfrente de el ,titubiando al hablar y sintiéndose algo estúpido por aquello, él padre sonrió levemente soltando un momento a la mujer y abrazando al pelinegro sorpresivamente.

Soy una... ¿Chica? | Rubelangel |SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora