El Código Horan ||Narry||Zouis||Omegaverse||

Capítulo 9: Lunes de nueva vida

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Niall entró en la oficina, arrojó su chaqueta en el sofá y se aflojó la corbata.  Le ahorcaba.  Pero no podía arremangarse.  El brote de prurito se había extendido por brazo, antebrazo y hombro.

-Styles...

Necesitaba asegurarse de que todo estaba bien, en su sitio.

Fue al despacho de su subordinado pero estaba vacío.

-Está enfermo -dijo Zayn saliendo del aseo.  – un amigo vino a dar aviso.  Creo que quería mostrarte un parte médico o algo así.  Quiere verte, si eres tan amable de concertar una cita.

-Styles nunca toma permiso por enfermedad.  Estaba sano el viernes.

-Pues ahora está enfermo -Zayn sacó un cigarrillo – si puedes dime cuándo puede venir su amigo...

-No voy a recibir a ningún amigo de Styles. 

Zayn dejó el cigarrillo a milímetros de sus labios.

-No sé que te pasa, pero no es mi culpa y no voy a aguantar tu resaca o lo que sea que tienes.  Trataré de hacer el trabajo de Styles al menos contestando llamadas y archivando correos. 

Harry no podía agradecer más en esos momentos tener amigos como Liam y Louis. 

Liam aparcó sus proyectos del día para acompañarle y cuidarle.  El sangrado que debía producirse unas semanas después del celo se adelantó por el anticonceptivo de emergencia.  Y aunque le aliviaba saber que todo había ido bien y no tenía un problema añadido, estaba siendo muy doloroso.

-No te preocupes.  Es normal.

Liam era médico.  Nunca ejercía su profesión de un modo remunerado, o solo en contadas ocasiones.  Su familia era rica hasta el delirio y él había estudiado con la única intención de poder ayudar a quienes necesitaban una mano en un momento difícil. 

Entre los dieciséis y los actuales veintitrés años Liam había cultivado su cuerpo en el gimnasio y su mente en la Universidad, con una doble titulación en Derecho y Medicina que le daba los conocimientos suficientes para ser la cara amable y salvadora de muchas personas.

Harry estaba acostado de lado apretando sobre su abdomen una almohadilla caliente.  Tenía calambres y el sangrado era muy abundante. 

-La carga hormonal que tu cuerpo soportó este celo fue mucho mayor de lo normal.

-Estas gafas rotas me hacen daño en la nariz -se quejó Harry.

-Deberías tirarlas.  Te veías mejor con las lentes de contacto. 

Harry cerró los ojos. Liam se sentó frente a él. 

-No quiero que lo que ocurrió te hunda.  Quiero volver a ver a ese chico dispuesto a pelear contra el mundo que conocí una vez. 

-Mañana volveré al trabajo.

-Vuelve al trabajo pero no vuelvas con la cabeza agachada y siendo otra vez el perro faldero de Horan.  Eres un lobo, no un perro.  Eres fuerte, eres atractivo, puedes aspirar a lo que quieras, con un alfa o solo.

Harry abrió los ojos de nuevo y le dedicó a Liam una sonrisa cansada. 

-Tus discursos inspiradores son muy efectivos.

-Trato de que lo sean. 

-Tienes razón.  Estoy cansado de ser aburrido y previsible.  Me apetece un cambio. 

-El cambio está en tu mano, Harry. 

-Y tengo muchos ahorros, estos años lo más arriesgado que he hecho ha sido contratar televisión por cable.

-Deberías tomar al menos tres días de licencia en el trabajo.

-No lo haré.  Mañana estaré en mi puesto.

-¿Vas a seguir haciendo todo para complacerle?

-Voy a seguir haciendo todo para llegar a la cima en mi trabajo.  No aspiro a estar toda la vida de asistente personal.  Puedo lograr llegaer a ser contable o incluso un puesto ejecutivo menor y Horan no va a interponerse en ello.

-Entonces te voy a recetar unos calmantes para los dolores del sangrado. 

Louis estaba en su casa, sentado en su sofá viendo sin mirar realmente la televisión.

Tenía una cita para cenar.  Con un alfa. 

Eso era una locura y de hecho no le había dicho nada a sus amigos.  Nadie odiaba la idea de salir con un alfa más que Louis, excepto quizás Liam.

Se pasaría por casa de éste para comprobar que todo iba bien con Harry, cenaría con ese alfa y se iría pronto a casa, el día siguiente era ocupado. 

Tenía que hacer cosas para el P.R.O.y además trabajar, el no nadaba en billetes como Liam.

Y desde luego él no abría el culo para ningún alfa, ya lo había hecho una vez y Louis no era de los que sufrían decepciones dos veces. 

Harry estaba raro.  Extrañamente fuerte pese su rostro pálido y sus movimientos lentos. 

-¿Te duele por dentro?

-Por las relaciones sexuales, no.  Un poco la sensibilidad del sangrado.

-Eso es bueno. A mí me dolió durante días cuando perdí mi virginidad. -respondió Louis.

-Creí que el sexo sería mejor.  Todo el mundo habla de ello como si fuese algo maravilloso y yo esperaba más.

-Eso fue porque ese inútil no lo hizo bien con un virgen como tú. 

-¿Crees que puedo disfrutar del sexo? A lo mejor simplemente no soy una persona sexual.

-Mi virginidad se fue de un modo doloroso, no disfruté y sangré durante días porque tuve una fisura. Hoy en día me gusta tener sexo, y si es muy bueno.  Aunque no con un alfa, dicen que con un alfa que lo haga bien es brutal, sobre todo si estás en celo...

-Si me gustó, pero no como esperaba.

-Ahora ya has perdido lo que te detenía. 

Harry no respondió, y Louis no lo esperaba.  Harry escuchaba, pensaba, procesaba y actuaba.

-¿Me ayudarías a elegir ropa?

-¿Qué clase de ropa?

-Algo que no lleve escrito perdedor en letras de neón.

-Quedemos el viernes, cuando tú sangrado haya cesado. 

-Me parece perfecto.