El Código Horan ||Narry||Zouis||Omegaverse||

Capítulo 41: Marcado

Gracias por vuestro increíble apoyo en esta novela
En los próximos días además de continuar mis otros proyectos, tengo planeado empezar a subir una nueva novela con una temática sexy, oscura y relacionada con el mundo de la noche y los clubs, Narry y Zouis también.
Me gustaría consultaros... qué tipo de AU os gustaría que desarrollase en ella???

También os invito a que déis una oportunidad a Aguas Turbias, mi novela Ziall de piratas ambientada en el siglo XVIII

Sigo pidiendo cincuenta y cinco (55) votos para actualizar

Dedicado a SOTT-Narry y SusanaChB , el próximo para Tania porque no me da opción, quizá no te sigo pero ahora lo hago.

Disfrutad...

La casa de Niall estaba abierta.   Era un milagro que alguien no hubiese entrado a robar.  Luego Harry recordó que Niall vivía en el mejor barrio y sonrió para sí mismo.

Le ayudó a bañarse y le acostó.  Durante toda la tarde le vigiló.  Niall estaba agotado y durmió varias horas.  Harry no quería dormir hasta estar seguro de que estaba bien.

Se veía tan frágil dormido...  la piel estaba limpia y blanca y Harry no podía apartar la mano de su cabello, le apartaba el pelo y le observaba.

Al fin cedió a las necesidades de su cuerpo y se acurrucó contra el alfa, quedando dormido a su lado.

Ya caía el sol cuando Niall despertó.  El calor del cuerpo de Harry a su lado le hizo sentir mejor que nunca.  Harry tenía la nariz hundida contra su hombro.

-Styles... -susurró para sí.  Pero Harry abrió los ojos.  Verdes y hermosos.  Niall se lo quedó mirando.  Era la pura belleza hecha hombre y puesta frente a él. 

-Jamás vuelvas a hacer a algo similar -dijo Harry con su voz ronca y suave.

-Debiste permitirlo.  A veces la única salida de un alfa es rendirse con honor.

-Nunca más lo hagas.  Nunca.

Niall cerró los ojos. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas. Harry se las limpió.  Niall le besó.

-Te amo, Harry...

Harry abrió los labios y Niall metió su lengua, tomándole.  Las lenguas se enredaron y los cuerpos se apretaron.  Harry sollozó mientras Niall le apretaba contra su colchón.  El de su casa. Su cama. 

-Sólo quiero lo mejor para ti... y me duele no poder serlo....

Harry no respondió.  Le abrazó.  Niall le estaba quitando la ropa. Y una vez que le tuvo desnudo, le separó las piernas metiendo la rodilla hasta que Harry estuvo completamente abierto para él.

-Eres precioso, perfecto y mío...

Ambos cuerpos se rozaron durante un rato.  Niall le besaba como si fuese algo hermoso y preciado, una joya digna de ser preservada y adorada. 

Niall se chupó los dedos para meterlos despacio en el agujero de Harry.  Tan estrecho y dulce.  Los movió abriéndole, tratando de entregarle una segunda primera vez como merecía. 

Entonces, a la vez que jugaba con sus dedos, lamió su cuello. Empezó a lamer, notando el pulso palpitar contra sus labios.  Harry emitió un ruido de satisfacción y entonces abrió los párpados para encontrarse los ojos de Niall fijos en él.

-¿Me permitirías marcarte y tomarte como mi omega?

-Sí...

Niall volvió a aplicar sus labios y el cuerpo de Harry reaccionó en plenitud.  Todo su cuerpo estaba más que perfectamente preparado.  Niall besó varias veces, chupó y finalmente mordió a su omega, hundiendo sus dientes, alcanzando la magia de su especie.  Harry sabía a vida y amor, a felicidad y a besos.  El cerebro de Niall se llenó de imagénes de su omega, que gritaba bajo él retorciéndose de placer en algo similar a un orgasmo infinito. 

Para Harry el techo y todo desapareció, hundiéndose en un infinito delicioso.  Se sintió completo, pleno.  No dolía.  Era un placer más allá de lo sexual y del dolor y a la vez un choque de ambos.

Entonces se sintió completo físicamente también cuando Niall metió su miembro, duro y grueso, en él. 

Era la mayor gloria jamás imaginada.  Niall embistiéndole, su cuello aún sensible, su pene entrando y saliendo de él y finalmente corriéndose en su interior.  Los chorros de semen le hicieron alcanzar otra vez el clímax, Niall seguía penetrándole corriéndose dentro de él, y el semen chorreaba por sus nalgas.

Niall le abrazó, le mantuvo abrazado durante más de media hora.

Entonces le miró como si su cabeza comprendiese lo que había ocurrido.

Y le invadió el terror.