Maestro estudió rápidamente la situación a su alrededor. La idea que Gardevoir había tenido había sido realmente osada, pero el resultado había sido satisfactorio. El plan de su compañera había sido un éxito, y habían logrado asestar un golpe en teoría mortal a su enemiga. Sin embargo, a pesar del éxito de aquella estrategia, habían fracasado al no conocer la verdadera naturaleza de Sarah. Maestro había contemplado sin ningún margen de error como aquella humana psíquica había sido ensartada por el Tajo Umbrío de Greninja, y ni su cuerpo ni su mente habían flaqueado ni por un segundo ante un daño teóricamente catastrófico como aquel. Si aquel ataque no había sido capaz de matar a Sarah, Maestro no estaba realmente seguro de cómo lograría deshacerse de ella. Sin embargo, en base a la información que había sido capaz de reunir mediante la observación de aquellos eventos, había sido capaz de desarrollar una estrategia provisional con la que atacar a Sarah.
- Gardevoir, centra tus ataques en el Chandelure. Greninja, enfréntate a ese Drapion- Indicó Maestro, sin dudar un segundo- Yo me encargo del resto.
Aunque Sarah siguiese en pie, Maestro había llegado a una conclusión al ver cómo la cuchilla de Greninja atravesaba su carne. Sarah no parecía susceptible al daño, pero su cuerpo podía ser dañado. Por muy dura de matar que fuera, si se encargaba personalmente de hacerla pedazos con su Espada Santa, aquella siniestra mujer dejaría de ser un problema.
Mirar hacia el pasado no era algo que resultase gratificante a Maestro; sin embargo, podía presumir de haberse enfrentado a lo largo de los años a toda clase de enemigos. El suficiente número de ellos como para aprender a diferenciar patrones. Un vistazo a las reacciones de Chandelure y Drapion ante los ataques de sus compañeros había revelado a Maestro todo lo que necesitaba saber sobre ellos. Ambos Pokémon aparentaban ser duros; pero eran en realidad muy débiles. Confiaban en su fuerza porque estaban acostumbrados a medirse con Pokémon mucho más débiles que ellos, pero se acobardaban ante una auténtica demostración de poder. Ninguno de los dos era rival para Greninja ni Gardevoir; quienes habían pasado sus vidas entrenando para enfrentarse a Mewtwo y habían explotado todo su potencial como luchadores. Aunque ambos Pokémon representaban una amenaza trivial para su equipo, Maestro estimó que centrar sus ataques en ellos supondría una ventaja táctica a su favor. Sarah sería mucho menos efectiva en combate si tenía que proteger constantemente a sus Pokémon. Si podía permitirse el lujo de enfrentarse a Sarah en un combate de uno contra uno mientras la atención de su enemiga se encontraba dispersa por el campo de batalla, no tardaría en encontrar la oportunidad que necesitaba para trocearla con su filo.
Sarah se giró de nuevo hacia Maestro, ignorando al Greninja que había sobre el tejado de su casa. No le preocupaba realmente dar la espalda al Pokémon que la había apuñalado hacía apenas un instante. Estaba dispuesta a admitir que había sido un ataque formidable y que habría logrado matarla en otras circunstancias; pero la realidad era que seguía todo lo viva que podía estar y que no dejaría que aquel Pokémon volviese a acercarse a ella y viviese para contarlo. Sin embargo, consideraba sumamente interesante la propuesta que aquel fantasma en el cuerpo de un Pokémon le ofrecía. Había anunciado sus órdenes en voz alta, porque no solo quería que sus compañeros las recibiesen. También quería que ella misma estuviese al tanto de sus intenciones. Sarah estaba segura de que sabía cómo terminaría aquello, pero estaba dispuesta a entrar en el juego de aquel espectro. Al fin y al cabo, ella siempre acababa ganando.
- Vaya, ya habéis oído. Parece que todos tenéis con quien jugar- Dijo Sarah en tono jovial- Drapion, Chandelure, espero que no me hagáis quedar mal...
Maestro observó las reacciones de ambos Pokémon a las instrucciones de Sarah. Estaba claro que, tras observar los ataques Greninja y Gardevoir hacia aquella mujer, ambos Pokémon eran conscientes de la diferencia de poder que había entre ellos y sus rivales asignados. Sin embargo, ambos se apresuraron a obedecer y enfrentarse cara a cara con un evidente fracaso. De alguna forma, parecía que a pesar de ser sus compañeros, Sarah les inspiraba mucho más terror a los dos de lo que Greninja y Gardevoir podrían por muy espectaculares que fuesen sus ataques.
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Pokémon: Alma de Acero
أدب الهواةUn hombre llega a la Cueva Celeste con una misión muy clara. Matar a Mewtwo para vengarse por lo que sucedió hace 20 años. No permitirá que nada se interponga en su camino. Ni siquiera su propia muerte a manos de Mewtwo. ... Alma de Acero fue mi pr...