"Capítulo 15: Bailarina"

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Sería el último premio en que estaría con el equipo naranja, Emilio después de esa charla en privado lo había tomado con calma y había entendido el motivo, o al menos la mentira piadosa que había hecho que no venía al caso.

Debía preparar la electrónica de la moto con los muchachos del equipo ya que era día de prácticas libres y era allí donde debíamos comprobar cómo funcionaban las motos en la pista, era importante que al menos estuvieran ambos pilotos en el podio; estaba concentrada que la hora se pasaba rápido cuando se trabajaba incluso no llegué a darme cuenta que Dani y Marc habían pasado a mi lado hasta que sentí la mano del mayor de ambos en mi hombro, alcé la mirada sin decir nada para seguirlo al box; tomé la carpeta con el circuito dibujado para darle las indicaciones agachándome a su lado.

- ¿De verdad vas a irte así como si nada?- me preguntó Dani, más bien me susurró con cierta complicidad para que no escucharan- Aunque déjame adivinar, tus motivos son Marc y tu hermana-me sorprendí que mis ojos se abrieron como platos.

- Has adivinado a la primera-le sonreí- desde ese mensaje no puedo tener una relación con él y no quiero ser mal vista por mi hermana-mentí, la realidad era que ella me había pedido renunciar, con solo pensar en aquello era capaz de destruir lo que me quedaba de vida.

- ¿Pero a qué equipo irás?

- Tal vez vaya a alguno de los otros dos equipos que me solicitaron antes, aunque el señor Jorge ego del mundo Lorenzo suele ser muy demandante-eso lo hizo reír.

- ¿Irás con Maverick y Valentino?- asentí, en ese momento comenzaron a llamar a todos para que sus prácticas comenzaran, moto tres ya había terminado. Pronto los pilotos de Honda Repsol comenzaron a dominar las prácticas, incluso Dani que se quedaba con todos los tiempos y claro que el más joven no se quedaba atrás, prácticamente competían entre ambos.

Estaba sorprendida, viendo los números que ambos habían logrado en el box, terminé de anotar todo en cuanto la jornada terminó sin duda a los dos pilotos les iría bien en la clasificación del día siguiente. Al salir del box miré hacia el otro y de allí Valentino se bajaba de su moto, me miró a través de la visera levantada y me guiño el ojo, a los minutos sentí vibrar mi celular del bolsillo, lo leí, tenía una cita, cuando comencé a caminar vi a pasar a mi lado Marc pero de pronto me tomó del brazo para detenerme, lo hice mientras esperaba que se quitara el casco que estaba todo sudado y un poco colorado por el calor de la pista pero estaba serio.

- Buena suerte en tu nuevo equipo-me dijo de forma directa.

- Gracias- dije cuando me solté del agarre y me fui a los motor home a cambiarme y regresar al hotel.

Comenzaba a ponerse un poco oscuro, era lo normal después de pasar toda la mañana y tarde en el circuito de Jerez, comencé a cambiarme de ropa después de haber tomado un largo y placentero baño, me puse una falda azul y una musculosa blanca, en mi cabello hice una trenza que quedaba un poco larga por mi cabello. Salí del edificio para coger un taxi e ir a la cafetería donde tenía mi cita. Al llegar, entré y me senté en una de las mesas cerca de la puerta, había llegado temprano que luego de unos minutos llegó la persona con la que tenía el encuentro, me sonrió al sentarse y tomó mi mano para besarla, era el mismísimo Valentino Rossi.

- ¿Entonces quieres saber porque te llamé aquí? –asentí- Aparte de darte la bienvenida al equipo antes de tiempo, estaba curioso, quería saber más de ti-me sorprendí ante su auto respuesta-¿Por qué enseñarías ballet a niños con una herida así?

- ¿Cómo te has enterado que bailaba? ¿Acaso me sigues Valentino?-mis preguntas hicieron que riera.

- Bueno debo hacer algo divertido en este país, te sigo desde las clases de ballet hasta el circuito en estos días, pero no tengo malas intenciones solo me dio curiosidad tu motivación, eso es bueno para el equipo- se cruzó de brazos para recargarse en la silla, todos nos miraban y él era el motivo que incluso hasta la mesera se acercó con nervios para ofrecernos el café, el piloto era demasiado encantador que se escuchaba el suspiro de mujeres, tenía lo suyo y eso debía admitirlo.

Déjà Vu (Marc Márquez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora