TAISSA.
Una sensación de soledad comenzó a inundarme el pecho. Solo observaba al cielo, me quedaba inerte observando al divino firmamento desde mi posición. Una mano se colocó sobre mi hombro y me sobresalté, observé de soslayo y vislumbré a Evan sentándose a mi costado.
—No ha vuelto —susurré...
—Lo sé. Hay que esperar esta noche, si no vuelve mañana salimos a buscarlo por cielo, mar y tierra, ¿entendido? —me zarandeó el hombro y se posicionó en flor de loto. Ambos nos quedamos observando el mismo punto.
—¿Cómo existen ustedes? —la preocupación por Derek me iba a terminar volviendo loca, así que opté por resolver mis cientos y cientos de enigmas.
—Siempre hemos existido, todos de manera diferente. Algunos decidieron "nacer" en forma de humanos, otros existieron en forma de estrella, cada uno de nosotros eligió lo que quería ser. En mi caso, fui un cometa por algún tiempo. Esto no es cosa de transformación ni mucho menos, tú fuiste básicamente reclutada así que no pudiste ser nada más salvo humana.
—¿Y entonces por qué su misión es hacer esto? ¿Quién los creó y quién les ordenó hacer lo que están ejecutando? —necesitaba un cúmulo gigante de respuestas.
Todo se respiraba con tanta naturalidad que por un segundo agradecí estar en este remanso. Suspiré y esperé a la respuesta de Ev.
—Cuando el Big Bang explotó, millones y millones de partículas fueron liberadas. Entre esas, nosotros. Desde el inicio del universo existimos, el humano estudió incansablemente y ahora, en el año 2072, la teoría del Big Bang ha sido transformada a ley. Éramos solo una parte más del universo, partícula poderosa y partícula omnipresente. No quiero sonar adulador, pero estos tres grupos hemos sido quienes han reinado y controlado todo lo que sucede en el cosmos —comencé a sentirme mareada, seguía sin comprender bien.
—¿Quién les hizo o les encomendó esta tarea?
—En el caso de mi grupo, ha sido Owen quien se dio cuenta que era hora de intervenir en la destrucción de la Tierra. Hemos estado ahí desde que existió y hemos observado cada destrozo, cada evolución y cada paso en retroceso de los seres racionales que la habitan. Cada especie animal maltratada y extinguida. El deterioro en la flora y fauna y aunque los Flugors tienen el control sobre eso, no han detenido la masacre del humano. El fin es hacer de esto un apocalipsis y como ya he mencionado, dejar descansar a este planeta durante un tiempo. Algunos le llaman regeneración, yo le llamo supervivencia —se encogió de hombros y meneé la cabeza, necesitaba saber que estaba entendiendo.
—A ver, ustedes existieron desde siempre. Ustedes fueron una creación del mismo universo en esa explosión, ustedes han estado ahí fuera todo el tiempo y... ¿y no intervinieron antes de que todo esto pasara? —no sabía si sentirme furiosa o feliz.
—No, ¿para qué intervienes en una mente mediocre y con malas intenciones? ¿Para qué entrometerse en una mente con ideales bárbaros y encaminados al peor de los finales? Es mejor erradicar ese pensamiento y comenzar desde cero, a arriesgarse a que esto vuelva a suceder.
—¿Y cómo sabes que no volverá a suceder?
—Porque hemos sido selectivos, porque hemos elegido a solo trescientas personas para que repoblen a un planeta con nuevas ideas, con nuevos pensamientos y con una mente experimentada. Han sido ustedes quienes se opusieron a lo que le estaban haciendo al planeta, ahora... dentro de un tiempo, serán ustedes los responsables de la raza del futuro.
—¿Cómo es que al elegirme me he vuelto inmortal? ¿Cómo es posible volver a ser una persona que en cualquier instante puede morir? —me estaba yendo de filo con las preguntas. Si ya había empezado el cuestionario, sería mejor terminarlo hoy mismo.

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El tiempo se agota
Science FictionAño 2072. En el mundo solo existen cuatro clases de personas: los que controlan los cuatro elementos, los que controlan el clima, los que controlan la flora y fauna y... y tristemente, los humanos; la raza más caótica jamás antes vista. Ninguno d...