X. Vuelve.

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TAISSA.

¿Conquistar? Derek y yo dirigimos la vista hacia el único ser aparte de nosotros. Ambos lo taladramos y él levantó las manos en rendición, ¿pero qué?

—Matt discutió un poco conmigo, posteriormente revisó el sitio y al ponerme estricto con la decisión de que él no era quien para hacer eso, decidió marcharse. De nada, soy increíble —cuánta megalomanía podía haber en un solo ser.

—Y lamento tener que decirlo, pero gracias, Evan —mi gratificación fue mas bien lastimera. Evan era un arrogante de primera clase, aunque definitivamente con el gesto anterior se había ganado mi confianza.

—Oh, ¿y por qué lo lamentas, Tai? ¿Lamentas admitir que mi grandeza es genuina y sublime? —sonrió y yo revoloteé los ojos. No llevábamos mucho conviviendo y aún así ya me empezaba a agradar.

—¿Qué haremos? —Derek se dirigió a Evan y me dejaron fuera del círculo de charla.

—En primera: debemos salir de aquí lo más pronto posible. Estamos en una ciudad muy concurrida y la lluvia va a comenzar a hacer estragos. En segunda: tienes que elegir ya, Taissa. Y en tercera: hay que buscar a Owen, es él el líder y ya tiene que darnos nuevas instrucciones a seguir —no tenía idea de quién era Owen y tampoco tenía idea de por qué el agua nos afectaría, porque claro... teníamos poder sobre ella.

—¿No podemos simplemente detener la lluvia y ya? —mi léxico heroico me traicionó al final y me tembló la voz cuando ellos me escudriñaron con la mirada. Vale, fue un error.

—Si te decides por los Climators, tú controlas la lluvia. Si te decides por nosotros, no puedes hacer nada contra esa decisión porque las reglas de nuestro grupo nos lo impide —me explicó Derek y entonces recordé una de mis mayores dudas.

—¿Cuál es el tercer grupo? —también pertenecía a él, merecía saberlo. Mis padres eran acreedores a establecer lazos de confianza y de vida dentro del tercer grupo y su hija no tenía ni la menor idea sobre ese poder.

—Controlan la flora y fauna —empezó Ev—. Todos esos inventos y modificaciones genéticas de la humanidad para dar vida a seres nuevos y extravagantes ha sido solo una utopía. Brad es el líder nato del tercer grupo, tengo entendido que fue él quien te eligió y accedió a tu casa, ¿verdad?

Me quedé en silencio un instante. Lo había visto junto a Katia el día que Matt me facilitó la entrada a la empresa. Él estaba junto a Katia y también era cierto que él me había elegido. Comencé a unir piezas y llegué a una única conclusión.

—Él trabaja en la empresa y no han sido los demás quienes permitieron el paso a esas creaciones. Fue Brad quien así lo decidió, ¿cierto? —observé a ambos de manera aleatoria a la espera de una innecesaria respuesta. Había dado en el punto.

—Entiendes rápido —¡pues claro que sí!

   El sótano no era el mejor sitio para optar hablar del tema. Así que los tres subimos y nos sentamos sobre los sillones, ellos quedaron frente a mí y yo entrelacé mis manos sobre las rodillas. Los vasos sanguíneos de mi rostro comenzaban a dilatarse por la mirada tan penetrante que me estaban echando. Ambos eran guapos y eso podría incomodar a cualquiera; específicamente a mí.

   —Tienes que elegir ya, Tai. No podemos seguirte protegiendo si no vas a pertenecer a nosotros. Pero en caso de que decidas irte con cualquier otro grupo, lo que podemos hacer es ayudarte a ocultar lo que eres —Derek hablaba tan tierno. Era como un niño pequeño en busca de cariño sin necesidad de pedirlo. Me enterneció el mohín de sus labios y rápidamente cambié mi gesto al ver la dureza reflejada en la expresión de Evan.

El tiempo se agota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora