Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]

Necesito que me cubras, Lau.

Capítulo 22.

Llegamos a casa de Josh otra vez pero para mi sorpresa Fred ya no está allí, según Josh, se ha ido a trabajar.

-No sabía que teníais que trabajar... -Digo confundida. -Como tu casi siempre estás conmigo.

-¿Te recuerdo que yo soy un niño? Detrás de esta apariencia de macho peludo hay un niño. 

-¿Macho peludo? Ni siquiera te ha salido barba todavía, por favor, Josh. -Me mira mal.

-Tengo pelusilla, ¿Vale? -Dice mirándome mal. -Vamos a mi cuarto. -Me agarra la mano y me lleva hacia allí.

-Oye -Se gira para verme. - ¿No crees que vas muy rápido? -Digo divertida con una sonrisa maliciosa en mi cara.

-Idiota... -Da unos pasos y se gira de nuevo para verme. -Te conozco desde que tenías ocho años, no es ir rápido. -No creí que me seguiría el juego por lo tanto me río nerviosamente. -Vamos a entrenar tus poderes en mi cuarto por si algo sale mal, no querrás ver como se pone Fred con el desorden. -Suelta una pequeña risa.

-Vale, pero primero tengo que hablar con Lau sobre esto. 

-Está bien, pero no te vayas de la lengua. 

-Vale, pero ¿Cómo vuelvo a casa?

-Visualiza tu casa, tu cama. -Lo hago y cierro los ojos para concentrarme mejor. -Piensa en que estás tumbada encima de tu cama y... -Poco a poco su voz se desvanece hasta no poder escuchar nada.

Al abrir los ojos veo que estoy en mi habitación, tumbada en la cama, miro la hora y veo que no han pasado ni cinco minutos, es verdad que el tiempo allí pasa más rápido. Me levanto de la cama y voy directa a casa de Lau. Llamo a la puerta y su madre me atiende amablemente.

-Hola, Em. Feliz cumpleaños atrasado, pasa.

-Gracias, Carol. ¿Puedo hablar con Lau?

-Claro, hija. Está en su cuarto, como siempre, arriba a la derecha. 

-Gracias. 

Subo la escalera y por ella me voy enconcantrando con su hermano al cual saludo amablemente, con Chip, su perro el cual me sigue hasta la habitación de Lau. Obviamente entro sin llamar como ella hace en mi casa; al entrar me mira y sonríe aunque se que está extrañada por mi repentina visita.

-Cómo tu por estos lares, zorra. -Me saluda, si, su forma de saludar es algo peculiar y siempre con un insulto cariñoso al final. 

-Tengo que decirte algo. -Entro completamente y cierro la puerta para que no se escuche absolutamente nada en el resto de la casa.

-Siéntate conmigo y suéltalo. -Me acerco y me siento en la cama con ella. 

-Pues a ver, cómo decirlo... -Silencio reina en la sala al terminar de decir estas palabras. - He traspasado la barrera de la muerte. 

-¿Qué?

-Lo que oyes, he estado con Josh en su casa, he visto el Mundo de los Muertos y me necesitan allí, mis poderes son necesarios en ese mundo para parar una guerra inminente. 

-Ehm... Emily, ¿Me lo estás diciendo en serio?

-Totalmente en serio, y necesito que me cubras en casa. Voy a decir que me quedo a dormir aquí unos días como ya hemos hecho otras veces. Hazme ese favor, por favor. -Suspira.

-Está bien, pero ¿Cuánto tardará esa guerra en acabase? ¿Dos días?

-No, no, el tiempo allí pasa más rápido, he estado allí un rato largo y cuando he vuelto no habían pasado ni cinco minutos. 

-Está bien, te cubriré unos días. 

-Muchas gracias mi amor, vida mía, te amo.

-Para ya, boba. -Ambas reímos por mi repentino superamor. -Haría lo que fuera por mi hermana de otra sangre.

-¿Incluso dejar a tu novio para que saliera conmigo?

-Lo primero: No tengo novio. Lo segundo: Si tuviera, tu flipas pepinos. Lo tercero: Te estoy cubriendo para que vayas a salvar el mundo de tu amor.

-Josh no es mi amor. -Digo seria. 

No se por qué pero Lau hace un shippeo entre él y yo pero yo jamas voy a salir con él. Imagina ir a mi madre y decirle: Hola mami, te presento a mi novio, es normal que no lo veas porque está muerto y nadie lo puede ver salvo yo y otras personas especiales que hay repartidas por este inmenso mundo. Me diría que estoy loca y me llevaría a un psicólogo y me encerrarían en un hospital psiquiátrico en un cuarto blanco con una camisa de fuerza. No es agradable la verdad.

-Eso ya se verá en un futuro. -Mueve una y otra vez sus cejas rápidamente de arriba a abajo.

-No se verá nada, porque no va a pasar nada.

-Yo solo digo. -Pone su manos en alto.

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Lau en la biblioteca.