¿Por qué te veo?

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Capítulo 8.

El día se pasa rápido en el colegio, descubro muchas cosas de mi nueva amiga, su comida favorita, su color favorito, sus hobbies y muchas cosas más. Le encanta la pizza, su color favorito es el azul celeste, y algunos de sus hobbies los tenemos en común, como nadar y dibujar, ella dibuja muy bien para ser una chica tan joven, me ha enseñado algunos de sus dibujos y son geniales.

Al llegar a casa se lo cuento a mamá, me ha hecho caso y no ha venido a recogerme, supongo que tendría trabajo que hacer que le habrá mandado papá. Ellos trabajan en la misma empresa, papá es uno de los jefes de su sección de su empresa y mamá es una de las secretarias de papá.

Al terminar de contarle todo lo que me pasó hoy en clase y en el recreo me subí a mi cuarto a dejar la mochila, Josh no está allí y me extraño un poco, desde que estoy en esta casa siempre que voy a otro lugar él me espera impaciente en mi cuarto pero hoy no ha sido así. Dejo la mochila en la silla del escritorio y bajo a la cocina para comer. Mamá me esta esperando sentada en su silla, delante de ella hay un plato con salchichas fritas y patatas, en mi sitio hay otro plato. Me siento en mi silla y me dispongo a comer.

-¿Y como se llama esa nueva amiga que tienes? Em. -Me pregunta intrigada haciendo que deje el tenedor a medio camino de mi boca.

-Se llama Lauren. -Sonrío. Es verdad, le había dicho toda la información que conocía de ella salvo su nombre. -Es una chica muy maja.

-Ya lo veo, ya. Bueno, empecemos a comer. -Dicho eso termino con la distancia que separaba anteriormente la deliciosa "salchipapa" de mi boca.

-Mmmmmh... Deliciosa... Y, -Trago la comida. -¿Qué has hecho hoy?

-Bueno, lo primero es que no se habla mientras se come. -Yo me disculpo y sigo comiendo. -Lo segundo: Esta mañana cuando te he dejado en clase he venido y he ordenado la ropa y los zapatos en el armario, después revisé mi correo y vi que tu padre me mandó unas cosas para hacer desde el portátil en casa, me ha dicho que no hacía falta que fuera hoy, solo que le enviase los informes antes de la hora de salida, y eso he hecho.

Mientras ella habla yo asiento y como mis adoradas salchichas con patatas. Me doy cuenta de que dijo que había ordenado las cosas de las cajas y me imagino que a lo mejor Josh está escondido entre la ropa del armario.

-Bueno, una mañana algo ocupada.

-Si bueno, tampoco ha sido nada fuera de lo normal, hago muchas cosas todos los días cuando no estáis en casa.- Dijo mamá quitandole mérito a lo que ha hecho está mañana.

Un día me dijo en una de estas charlas que ella suele ir más tarde a la oficina, no suelen necesitarla hasta después de las diez así que se levanta algo más temprano que yo e intenta hacer todas las tareas de la casa, hace los desayunos para todos, me despierta y me lleva al cole, y después de esto friega los platos y se va a trabajar, el día que me lo dijo yo le dije que era una súper mamá pero me dijo que todas las mamás hacen eso en su día a día aunque a diferentes horas, aún así yo sigo pensando que eso es de ser una súper mamá.

Termino de comer y me voy a mi cuarto a hacer los deberes, subo las escaleras y un repentino frío se posa en mi. Escucho unos lamentos en mi cuarto, cuando entro veo a Josh tumbado en mi cama, él está dormido y se mueve muy entrecortadamente, parece que tiene una pesadilla.

-¡No mamá! ¡No me dejes! -Grita y al principio creo que mamá lo puede escuchar gritar, me acerco a él corriendo y le tapo la boca lo que hace que sus gritos suenen menos, después me acuerdo de lo que me dijo, que solo yo podía escucharle y me alivio un poco. -No me dejes mamá...

-Venga Josh, tranquilízate. -Le acaricio la cabeza levemente y él se despierta lentamente. -Buenos días dormilón. -Le sonrío.

-Buenos días. -Se despereza y me sonríe. -¿Qué tal hoy en tu primer día de clase?

-Bien, he conocido a una chica, se llama Lauren.

-Anda, que bien, pero... No le habrás hablado de mi, ¿No?

-No, tu tranquilo por eso, no le contaré a nadie que puedo verte.

-Así me gusta. -Se sienta en la cama y me mira. -¿Quieres jugar?

-Um... -Hago como que me lo pienso pero la respuesta es muy evidente. -Si. ¿A qué jugamos?

-Podemos jugar al escondite, si quieres.

-Pero no vale hacerse transparente ni esconderte debajo de la cama para irte a tu casa o donde sea que te vayas cuando te vas debajo de mi cama.

-Está bien, tampoco vale salir de la casa, yo no puedo salir, hay más gente que es como tu que puede verme. -Al escuchar esto me asombro y me indigno a la vez, creía que yo era la única que podía verle.

-¿Entonces no soy especial? -Digo mostrando un toque de indignación en mi voz.

-Nunca te he dicho que lo fueras, aunque si, eres especial. -Dice simple lo que hace que me enfade.

-Pero no soy la única que puede hacer esto.

-¿Hacer qué? -Dice con la cabeza ladeada, parece que no se da cuenta de que soy la única en esta casa que puede verle por lo que sus palabras me hacen hacer un facepalm.

-Déjalo, vamos a jugar, no saldré de casa. -Me levanto con intención de ir a esconderme pero el me agarra del brazo y me tira hacia la cama.

-Dímelo. -Dice serio, esta vez demasiado serio, más de lo que nunca le he visto. Suelto un suspiro.

-Tengo una pregunta. -Digo cerrando los ojos por un momento para luego volver a abrirlos.

-Suéltalo. -Dice aun estando serio.

-¿Por qué te veo?

Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora