Capítulo 13.
En mi cumpleaños estuvimos mi compañeros de clase los cuales también son mis amigos, invité a Jenn pero no vino, sin embargo mi mejor amiga Lau, como la solía llamar, si que vino y estuvimos jugando todos juntos a diferentes juegos. Me regalaron ropa y algunos juegos de mesa pero lo que más destacó fue la ropa, me encantaba la ropa nueva y ellos lo sabían así que me alegré mucho de que me regalaran eso. Me puse un poco triste cuando el día pasó y vi que Josh no apareció.
Ya han pasado dos días y la sensación de tristeza sigue conmigo, mamá me pregunta de vez en cuando que qué es lo que me pasa pero no quiero decirle nada sobre Josh por dos razones:
1.- Me trataría como loca.
2.- Se lo prometí a Josh.
Mamá ha llegado a la conclusión de que es la depresión de las dos cifras, se lo ha inventado ella, dice que eso pasa cuando pasas de tener una sola cifra en tu edad a tener dos, lo se, una tontería, pero bueno.
Ya es la hora de dormir, el día se ha acabado y ha pasado completamente normal, como siempre, yo voy al colegio, hablo con Lau, me aburro en mates porque no entiendo nada, recreo, me como el bocadillo, clase de lengua con Miss Literatura, como solíamos llamarle Lau y yo, como en casa, me duermo un rato, hago los deberes, meriendo, veo los dibujos, ceno y a dormir. Lo creáis o no, estoy cansada de la vida, todo es tan aburrido... necesito algo para divertirme, ¡Algo de chicha a la vida, por Dios!
Parezco una vieja...
Me meto en la cama y apago la luz de la mesita, a los pocos minutos me duermo. Parece que han pasado como dos segundos desde que me dormí cuando algo me despierta, tocándome en la tripa.
-Venga mamá, solo cinco minutitos más. -Dije con voz dormida pero no recibo ninguna respuesta. Abro un ojo y veo donde debería estar la mano de mamá pero no, en su lugar hay una cabeza. ¿Mi reacción? Gritar como una descosida.
Me levanto de la cama de un salto y corro hacia la puerta, agarro el pomo y lo giro pero nada, no podía abrir la puerta, me apoyo en la puerta y me dejo caer hasta quedar sentada en el suelo. La cabeza que vi antes ya no estaba en la cama, ahora se le ve el cuerpo entero -cabeza incluida-, estaba a unos metros de mi.
-Por favor, no me mates. -Pongo las manos delante de mi cara como si eso me fuera a proteger y cierro los ojos. -Si no te veo no me ves, si no te veo no me ves. -"Eso" suelta un suspiro y escucho como se acerca a mi.
-¿Vas a reaccionar siempre así? Me dan ganas de no venir otra vez. -Dice mientras se agacha para quedar a mi altura, quito las manos de mi cara y le miro extrañada.
-¿Josh? -Él asiente, mis ojos empiezan a brillar y me abalanzo sobre él para darle un abrazo con el cual termino en el suelo... -¡Auch!
-¿Estás bien? -Me levanto del suelo.
-Si, se me había olvidado eso de que puedo traspasarte. -Froto mi frente dolorida.
-En realidad puedes traspasarme cuando yo quiera. -Dice y le miro mal.
-¿Y por qué lo has hecho ahora?
-Creía que ibas a pegarme. -Baja la mirada pero enseguida la sube. -Y bueno... ¿Qué tal todo este tiempo sin mi?
-Preocupada por lo que te pasara allí dentro. -Señalo mi cama. -¿Que ha pasado allí en todo este tiempo? Cuéntamelo todo.
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Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]
ParanormaleA todo el mundo le parece normal tener amigos imaginarios cuando eres una pequeña porque piensan que a medida que vas creciendo estos amigos desaparecen pero no siempre es así, no conmigo. A medida que el tiempo pasa, a demás de ver a esas personas...