Capítulo 40.
Cuando Aria por fin se acomodó junto a su hermano decidimos preparar algo para comer, en un principio lo iba a preparar yo, como siempre, pero no, ella se ofreció para hacer un plato típico de su Reino, no se como ha dicho que se llamaba pero los ingredientes que tiene son muy raros y nosotros aquí no los tenemos.
-¿Y cómo lo haremos? Pienso ayudarte a prepararlo. -Digo apoyando mis manos encima de la encimera detrás de mi.
-Compraremos los ingredientes. -Dice con toda la tranquilidad del mundo, creo que no se da cuenta de que es una fugitiva.
-¿Cómo? -Digo achinando los ojos confusa.
-Maghazia. -Dice agitando su varita y de la nada aparece una pantalla con un montón de productos para comprar.
La magia cada vez me está gustando más en lo que se refiere a estos temas. Toca un par de veces la pantalla para elegir los productos, mete una contraseña y una voz robótica sale de la pantalla:
-Shedzena gaaket'a.
A los pocos segundos delante de nuestras narices aparecen unas bolsas de la compra flotando con todo lo que necesitamos para la comida.
-¿Nos ponemos a ello? -Dice Aria mirándome con una gran sonrisa de satisfacción y yo asiento.
[...]
¿Qué queréis que os diga? Esa comida me dio arcadas en el primer bocado, si os dijera los ingredientes... a vosotros también os pasaría: Ojos de calamar, sangre de ornitorrinco muerto, tripas de unicornio y no voy a seguir, lo siento pero no voy a seguir, es sumamente asqueroso.
Ahora mismo me encuentro en el baño, con la cabeza apoyada en la taza del váter mientras que Josh me sujeta el pelo y me acaricia la espalda diciéndome que me pondré bien.
Sinceramente, lo único que quiero ahora es dormir y que el tiempo pase junto a mis ganas de vomitar.
-Venga Em, te vas a poner bien, ya lo verás.
-No se yo. -Escupo. -Eso estaba demasiado asqueroso.
-Em, hazme caso, ¿Quién siempre tiene razón? -Dice con retintín. -Venga, levántate ya, te llevaré a la cama.
Pongo todo mi esfuerzo en levantarme pero no puedo por lo que él me coge y me lleva al hombro como si fuera un saco de patatas y me lleva hasta la cama.
-Duérmete y descansa, Em. -Me dice acariciando mi cabeza mientras yo tengo los ojos cerrados.
-Quédate conmigo un rato. -Le agarro del brazo.
-Está bien, solo un rato.
[...]
Me despierto a las pocas horas gracias a los leves ronquidos de Josh, solo ronca cuando está constipado, seguramente la comida le haya sentado mal al igual que a mi, esa comida es horrible.
Miro hacia el techo de la habitación y puedo escuchar a Aria y Alem hablar así que los escucho -no es por ser cotilla ni nada de eso, es que no puedo evitarlo-.
-Alem, no podemos seguir así, creo que tenemos el suficiente nivel de conocimientos mágicos como para ir a ayudar a la guerra que hay montada en este mundo.
-Ya, se que tenemos el nivel necesario, pero no podemos ir solos, ¿Se te ha olvidado de que somos unos fugitivos? Nos pueden capturar cuando sea.
-No, no se me ha olvidado pero ¡Vamos! Somos los mejores magos del Reino, podríamos cambiarnos de forma.
-¿De forma?
-Si, ya sabes, cambiar de mago negro a... ¡Yo que se! Mago azul.
-Ya, pero yo quiero seguir siendo un mago negro.
-Y lo seguirás siendo, solo es cambiarte de tipo unos días.
-No, eso se le llama mentir y yo no quiero mentir a nadie, yo soy un mago negro y estoy orgulloso de lo que soy, con sus ventajas y sus inconveniencias, me da igual y me gusta ser un mago negro. -Me levanto con cuidado de la cama y me acerco a la puerta para poder escuchar mejor. -Si vamos a la guerra será siendo lo que somos, o ¿Qué quieres? ¿Convencer al consejo de que no todos los magos negros somos malos cambiándote de tipo?
-No, Alem, por el Maestro... -Se desespera Aria. -Tenemos el poder suficiente como para ir a la guerra.
Abro la puerta de golpe para encontrármelos mirándome sobresaltados.
-Pues vamos a la guerra. -Digo. -Todos estamos preparados.
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Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]
ParanormalA todo el mundo le parece normal tener amigos imaginarios cuando eres una pequeña porque piensan que a medida que vas creciendo estos amigos desaparecen pero no siempre es así, no conmigo. A medida que el tiempo pasa, a demás de ver a esas personas...