Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]

Para ti si. Feo.

Capítulo 28.

Lo último que me dijo Josh anoche... fingí no escucharlo, haber reaccionado de otra forma a la que reaccioné pudo poner nuestra amistad en riesgo. ¿Qué cómo actué? Me pegué más a él abrazándolo más fuerte, y así nos dormimos. 

Hoy al despertar lo primero que he pensado ha sido en eso. ¿Y cómo pensar en otra cosa? Mi mejor amigo, recordemos que está muerto, se me ha declarado. 

Él sigue durmiendo y no se cómo escapar de su abrazo de oso sin despertarlo, será algo imposible, una misión para 007 y yo no me parezco mucho a él, ahora mismo solo tengo dos opciones:

1: Esperar a que se despierte y así levantarnos juntos, así muy romántico y tal. 

Ante lo último pongo los ojos en blanco. 

Y 2: Despertarlo y levantarme ahora junto con un regaño de su parte. 

Tras pensarlo un montón de tiempo, lo que vienen siendo dos segundos, elijo la primera opción aunque no tarda mucho en despertarse, solo cinco minutillos más hasta que le noto moverse, yo para ese entonces estaba con los ojos cerrados pensando en mis cosas. Esos cinco minutos de espera no han sido en balde. Nuestros ojos conectan cuando los abro y una sonrisa aparece en la cara de Josh.

-Buenos días, fea. -Dice sin borrar la sonrisa.

-Feo tu, yo me tengo que peinar y ya estaría perfecta, tu sin embargo estás igual que siempre.

-Entonces te has equivocado de adjetivo, sería hermoso.

-Creído. 

-Hermoso. -Me vuelve a corregir. 

-Creído... -Miro hacia otro lado.

-Fea. -Ríe con voz ronca. 

Obviamente se acaba de despertar, tiene la voz ronca Em... -Dice mi voz interna.

-Tonto. 

-Estúpida. 

-Loco empedernido. 

-¿Sabes el significado de esa palabra? -Pregunta enarcando una ceja.

-No... pero queda bien. -Ríe. 

-Estás loca, ¿Lo sabías?

-No estoy loca. -Digo orgullosa. 

-¿Quién ve y habla con fantasmas?

-Yo. Pero eso es bueno en cierta medida.

-Dime, ¿Por qué es bueno?

-Porque sino no te hubiera conocido.

-Eso es muy bonito. -Dice serio. 

-Ven aquí, ¿Quién es mi estúpido favorito?

-¿Yo?

-¡Si! -Nos abrazamos y juntamos nuestras caras. -¡Somos iguales!

Nos sepramos y las dudas vuelven a mi y me comen entera y él lo nota.

-¿Qué te pasa? Em.

-Nada solo que... -El silencio reina en la habitación y él me mira fijo sin decir ni una palabra. -Lo de anoche... 

-¿El qué?

-Te escuché decir que me querías, pero lo dijiste como si no fuera solo como amigos... -Agacho la cabeza para así, desviar mi mirada de sus profundos ojos azules.

-Em... -Le miro. -Yo te quiero mucho, te lo recuerdo cada día, pero... tu estás viva, te mereces a alguien vivo, alguien que te quiera y te pueda hacer feliz en tu mundo, no aquí. 

-Pero... Yo no he dicho eso. -Silencio. -Tu me haces feliz, ¿Sabes? No quiero que pienses que no me haces feliz... Pero tu estás muerto. 

Se queda callado y me hace pensar que le ha dolido lo último que le he dicho, pero lo que hace me confunde. Me abraza y me da un beso en la frente. 

-Me alegra saber que te hago feliz, Em. 

Y con esto, coge se levanta y se va del cuarto. Pocos minutos después vuelve a aparecer por la puerta y me quedo mirándole extrañada, yo ya estaba sentada en la cama y vestida con una camiseta negra y unos pantalones cortos blancos.

-Hola guapa, -Empieza a hablar apoyado en el marco de la puerta. -¿Vienes mucho por aquí?

-Pues sí, la verdad. 

-Y... ¿Tienes novio? 

-Para ti si. Feo. -Me río y poco después se une él para parar de golpe.

-Hoy por graciosa no tienes desayuno. 

-¡No es justo! 

-Aaah, que te lo de tu novio.

-Eres tonto...

-Lo se. Anda venga, vamos a desayunar. -Se da la vuelta.

-¿No me había quedado sin desayuno?

-Si, pero si te quedas sin desayuno nadie me lo preparará. -Se ríe y se da la vuelta caminando hacia la cocina y yo le sigo. 

-Eres un caradura. 

-Lo se.