Aún así te quiero.

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Capítulo 25.

Cerramos la puerta rápidamente antes de que el polvo entre a casa y decidimos salir luego para ver que es lo que ha pasado. Mientras tanto volvemos a la mesa pero el hambre que tenía anteriormente se ha disipado por completo, por lo menos el mío. 

-Yo no puedo comer más, se me han quitado las ganas de comer. -Digo apoyando mis codos en la mesa y mi cabeza encima de mis manos.

-Yo igual. -Dicen los dos a la vez.

Nos levantamos y quitamos las cosas del desayuno en silencio, por mi parte no tengo ganas de hablar de nada por lo ocurrido hace un momento. Cuando terminamos de llevar las cosas a la cocina Josh y yo nos vamos a nuestro cuarto, me dijo que quería practicar hoy también pero me prometió que sería otra cosa. Cuando llegamos nos sentamos los dos en la cama como solíamos hacer en mi casa: en posición de indio o con las piernas cruzadas, es lo mismo. 

-Vale, a ver, lo de las visiones ya lo tienes más o menos controlado, y el segundo poder que te apareció lo practicas todo el tiempo con Fred y conmigo. 

-Si, ¿Entonces qué poder vamos a practicar ahora?

-Te dejo que tu lo elijas. - Sonrío, ya se lo que voy a decir para practicar, quiero practicar este poder desde la mitad del primer mes. -No vale practicar "sofaning". 

Mi sonrisa se desvanece, ¿Cómo ha podido saber que hoy no quería practicar nada? Es injusto. 

-No vale... bueno, pues entonces vamos a practicar lo de los ojos. 

-Eso no vale de nada... bueno no, miento. Vale para saber como estás realmente, pero no vale para nada más, así que di otro. -Resoplo.

-No se por qué me dices que yo elija si cuando elijo uno me dices que ese no. El de controlar el fuego, mismamente. 

-Pirokinesis, -Me corrige. - está bien.

Se levanta de la cama y se pone de cuclillas delante de la mesilla de noche y rebusca en todos y cada uno de los cajones que tiene hasta encontrar lo que buscaba: Una vela y un mechero. Pone la vela encima de la mesilla y la enciende. 

-Hay que tener cuidado, aquí todo o casi todo es de madera y se puede quemar fácilmente.

-Si, ¿Qué hago con esto? -Pregunto echándole rápidos vistazos a la vela para volver a sus ojos hasta quedarme ahí. 

-Tienes que concentrarte en el fuego. Verás que al cabo del tiempo podrás controlarlo con facilidad. 

Miro la llama y me concentro en su tintineo encima de la vela. Sin darme cuenta, coloco una mano a un extremo de este y veo como el fuego es atraído por mi mano. Miro a Josh y el también está concentrado en mis movimientos con el fuego, me mira por un segundo y veo una sonrisa de boca cerrada en su cara para después volver a estar serio al mirar la vela de nuevo. Me vuelvo a concentrar en la vela y por mi cabeza pasa una idea: ¿Y si intento alejarla con mi otra mano?

Lo hice, puse la otra mano en el otro extremo de la vela y automáticamente la vela se apaga. No entiendo nada, miro a Josh y él suspira. 

-Lo has hecho muy bien, Em. -Dice con una sonrisa acariciándome la espalda. 

-Gracias, pero aun no entiendo por qué la vela se ha apagado cuando he puesto mi otra mano.

-El fuego se ha visto atraído por tus dos manos y no ha sabido a donde ir, por eso se ha apagado.

-Guau... 

-Hacen los perros. -Ahora si tiene una gran sonrisa en la cara, se le ven todos los dientes, menos las muelas claro.

-¿Te crees muy gracioso, no? 

-Yo soy muy gracioso. -Chista. -Tu misma lo dijiste hace tiempo.

-Pues lo gracioso lo estás perdiendo con el tiempo, qué quieres que te diga. -Hace un puchero y mira hacia abajo. Le cojo la barbilla con mis dedos y levanto su cabeza y quedamos a pocos centímetros. - Pero aún así te quiero. 

Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora