Esto se pone mal

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Capítulo 16

-Mirad lo que traigo. -Dice mamá. -¿Qué te pasa cariño? -Ahora se dirige expresamente a mi.

-Nada solo que... ¡Es un gatito! ¿Nos lo podemos quedar?

-Si cielo. 

Pone al pequeño en el suelo y papá se pone de cuclillas y le llama. El animal va hacia él torpemente y no puedo evitarlo: me río al igual que mis padres. Imito a papá y me pongo de cuclillas.

-Se llamará Bigotitos. -Mis padres se ríen y al igual que en las imágenes anteriores sigo sin saber de que.  -¿De qué os reís?

-De nada Em, -Dice mamá. - solo que es un gran nombre para un gatito.

-Si, es verdad. -Dice papá. 

¿Me están vacilando? Cojo al gatito en brazos y me lo llevo al salón. 

-¿Vemos la tele? Bigotitos. -Él hace un intento de maullido. -Lo tomaré como un sí.

Me siento en el sofá y acaricio al animal, papá y mamá se van a la cocina, supongo que harán la cena juntos como casi siempre hacen cuando es fin de semana.

Al cabo de un rato Bigotitos se duerme, le dejo con cuidado encima del sofá y yo me voy al baño, ya era hora de evacuar. Se que suena mal, pero es verdad, yo también soy una persona. 

Voy a mi cuarto para hablar con Josh pero no está. Toco la pata de la cama como si fuera una puerta como me dijo que hiciera cuando le necesitara pero no hay respuesta. 

Vuelvo a bajar al salón pero mis padres me llaman en cuanto pongo un píe en la sala.

-Em, ven a cenar. -Voy hacia la cocina pero me tropiezo con algo suave: Bigotitos.

-Voy, -Contesto a mamá. -Pero que haces aquí Bigotitos, yo te deje en el sofá. 

Miro al sofá y Bigotitos está allí durmiendo. Vuelvo a mirar hacia abajo pero ya no hay nada... solo el suelo.

-Esto es raro... -Susurro.

Camino hacia la cocina y al entrar un olor a pizza invade mis fosas nasales. 

-Pizza... ¡Qué rica! -Cuando papá y mamá se sincronizan para hacer pizza sale deliciosa.

-Si, -Papá se relame. -Vamos a comer.

(...)

Entro en mi cuarto y me adentro en una oscuridad profunda, hasta que enciendo la luz de mi mesilla, obviamente. Deshago la cama y me tumbo en ella. Apago la luz y al cerrar los ojos las imágenes vuelven a mi. Sigue teniendo que ver con el gato pero ya no es como antes. 

Tengo el gatito enfrente de mi pero empieza a crecer y crecer hasta convertirse en una bestia escupe-fuego, yo huyo de él pero no sirve de nada porque me atrapa con una de sus patas, me pone delante de su boca y al abrirla empiezo a ver como una bola de fuego se hace más y más grande y justo cuando la va a escupir hacia mi. 

-¡Em! Despierta, ya es de día. -La voz de mamá resuena por toda mi habitación.

-Buenos días mamá. -Digo seca, aun impactada por ese sueño, porque se que lo que acabo de ver hace un instante no va a ser real.

-¿Qué te pasa? -Mamá se sienta a mi lado en la cama. -Estás pálida.

-Una pesadilla, no gran cosa. 

-Cuéntamela, anda. 

-Bigotitos se hacía muy muy grande y escupía fuego por la boca e intentaba matarme. 

-Guau, bueno, menos mal que solo era un sueño y que los sueños no son reales. -Ríe.

-Sí, es verdad. 

Me levanto de la cama con mamá y bajamos a desayunar. Bigotitos estaba delante de la escalera esperándonos y mamá lo coge.

-Pero mírale, si es una cosita de nada, cómo va a escupir fuego por su boca. 

Ambas reímos pero por diferentes motivos, a ella le hace gracia, yo me río por nerviosismo. 

-Bueno, tu déjale en el suelo, por si acaso. 



Mi mejor amigo vive debajo de mi cama [M.M.A.V.D.M.C.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora