Shao no apartaba la mirada de la caja negra que aquellos hombres habían traído, le fascinaban las sinuosas formas de aquellos garabatos que la adornaban, las extrañas figuras doradas y los símbolos de un idioma desconocido para él.
Lobo se había alejado. A la mascota de Shao no le entusiasmaba tanto aquella cosa... su programado instinto animal lo puso sobre alerta, por alguna razón se mostraba reticente.
Jorge y Tobías se levantaron del suelo casi al mismo tiempo, estaban tiritando. El cambio brusco de temperatura, aunque bienvenido, era demasiado grande y tardarían un poco en acostumbrarse. Se alejaron a una esquina y se quedaron allí de pie esperando que alguien dijera algo.
Layna Alena lanzó una profunda y ardiente mirada de odio al coronel, que no pareció darle ninguna importancia, mientras se acercaba a Shao, que estaba un poco más cerca del artefacto. El cambio de temperatura también afectó a Layna, pero en menor medida.
William Wolvert estaba frente a frente con el coronel Tom S. Serus. Estaba claro que el capitán no daría su brazo a torcer, aunque no tuviera el rango ni la fuerza ni la altura de aquel hombre, Cora era su nave... y en su nave, todos eran iguales.
El respeto no es un derecho, sino un privilegio... y aquel hombre no se lo había ganado. La mecha se había encendido, la explosión solo era cuestión de segundos:
· Ya era hora. – dijo el coronel –La verdad, estoy bastante decepcionado con su trato... capitán. – el sarcasmo rebosaba por todos sus poros – Me aseguraré de que reciba lo que se merece cuando lleguemos...
· Escuche, coronel. – le interrumpió William
· Coronel Tom S. Serus para usted.
· Escuche... – William se le acercó, sacó pecho y miró fijamente a los ojos del coronel, que estaban unos centímetros por encima de él – Puedo entender su enojo... pero no voy a permitir que se presente en mi nave, falte el respeto a mi tripulación y me amenace. – la ira se apoderó del coronel
· Su nave pertenece al gobierno, yo soy parte del gobierno, ergo yo doy las órdenes, y le ordeno que se disculpe ahora mismo por su ineficacia en esta misión.
· Escúcheme coronel Tom S. Serus, porque a no ser que la "S" de su nombre signifique subnormal...
El coronel agarró a William y lo levantó del suelo. Layna, que todavía llevaba en sus manos el soldador, se acercó a Tom por la espalda y le golpeó con fuerza, provocando así que soltase a William y se postrase de rodillas en el suelo echándose las manos a la espalda, con una expresión de dolor en su aun enfurecido rostro.
Layna alzó su arma para rematar, los gemelos y Shao estaban estupefactos:
· ¡No! – exclamó William
· Pagarás por esto puta... – le dijo mientras la miraba fijamente
· No lo hagas. – William usó un tono más tranquilizador
El silencio volvió a aparecer en la zona de carga de la nave.
Los gemelos reaccionaron por fin y se acercaron a Tom para ayudarle a levantarse, pero este los apartó bruscamente y se levantó sin ayuda. Miró a Layna y después a William:
· Informaré de esto, tus días de "capitán" están contados.
Con paso firme, el coronel abandonó la estancia. No necesitaba ningún guía... la nave Cora tenía un diseño bastante común y sabía más o menos como llegar y donde estaban las habitaciones para personas ajenas a la tripulación. Los gemelos le siguieron.
Layna corrió a ayudar a William, que se tambaleaba:
· Aun no estás recuperado, será mejor que te lleve a tu cuarto. – dijo con un tono cariñoso y protector
· No Layna... tranquila... Shao... – el joven apartó la mirada de la caja, que inconscientemente había vuelto a mirar tras aquel momento de tensión – Shao, ve a mi cuarto, en el primer cajón esta mi medicamento... llévamelo al puesto de control, estaremos allí.
· Ahora mismo William.
Shao se fue corriendo y Lobo le siguió. Layna y William se dirigieron al puesto de control de la nave, ella no le soltó en ningún momento.
· Gracias Layna...
· No pasa nada tío William, tu siempre has estado cuando te he necesitado... era lo mínimo que podía hacer.
Ninguna palabra más. La actitud dominante del coronel solo había servido para intensificar la clara soberanía de William Wolvert y su tripulación en Cora... ahora Tom sabía que si quería solucionar sus problemas con el capitán debería hablar con él a solas.
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Cora: Destino incierto
Science FictionLa nave Cora y su tripulación son los encargados de trasladar un artefacto de origen desconocido hallado en la moribunda luna Oculus, que orbita alrededor del lejano planeta Horus, hasta la tierra. La aparentemente sencilla misión dirigida por el ca...