Al día siguiente, la chica se encontraba en su habitación, tenía la pantalla de la televisión encendida pero no le estaba prestando mucha atención a ella, más bien su mente había estado divagando en muchas cosas, más que todo relacionado a sus clases que ya se sentía un poco agobiada porque pronto tendría más exámenes.
Su teléfono celular comenzó a repicar y lo tomó de la cama para atenderlo.
—¿Aló?
—Hey, ¿qué estás haciendo? —le preguntó el pelinegro por la otra línea.
—Veo televisión, nada importante. ¿Y tú?
—Tampoco nada importante—respondió—, ¿Quieres ir a un juego de los Knicks? —mencionó, Keyla sonrió. —No sé si te gusta el baloncesto pero creí que sería divertido ir juntos.
—¿Tú y yo solamente?
—Claro—dijo—, una cita un tanto diferente.
—Me gusta la idea—se levantó de la cama—. ¿Cuándo es?
—En una hora—se rió—Disculpa pero ha sido algo improvisado, acabo de conseguir las entradas.
—No, está bien, estaré lista en una hora.
—Dale, te paso a buscar en un rato—le dijo—, te amo, nos vemos.
Lo escuchó cortar y su corazón latió de prisa. Cada vez que le decía que la amaba se sentía en otro lugar, como si estuviera volando por el espacio. Para Gastón, Keyla era diferente, era la excepción a la regla y como toda excepción, siempre termina gustándote.
Salió rápido a cambiarse de ropa, tenía suerte que se había bañado una hora antes así que no se preocupó mucho por ello. Tomó rápido un jean del armario y escogió una camisa de botones que le quedaba un poco grande y tomó la gorra de los Knicks que él le había regalado.
Se vio en el espejo y estaba más que lista, sin embargo se colocó un poco de maquillaje para resaltar un poco más sus ojos. Alexa y Nina les gustaba mucho el maquillaje, así que había aprendido un poco de ellas.
Cuando llegó Gastón, ya habían pasado más de media hora y ella se encontraba lista. Él la abrazó apenas la vio y luego se despidió de Logan para ir ambos al auto. Ya dentro el chico la miró con una sonrisa.
—Te has maquillado.
—Sólo un poco, no se nota casi.
—Yo lo noto—le dijo—, te ves linda, así como siempre—se acercó para besar su mejilla y al separarse le bajó un poco la gorra que llevaba—. Linda gorra de los Knicks.
Encendió el auto para empezar a conducir hasta el estadio de baloncesto. Keyla aprovechó de colocar un poco de música en la radio y estaban dando la noticia que Kloss estaría por sacar un nuevo disco pronto, por lo que para celebrarlo, le dieron un maratón de canciones de la banda ese día en la estación.
Al llegar Gastón entregó las dos entradas que había comprado y tomó la mano de Keyla para pasar antes a comprar algo de beber y comer. El juego comenzaba en unos minutos así que ya estaba casi lleno el lugar.
—Ven, vamos por acá—tuvo que soltarle la mano para poder tomar las cosas bien, sin embargo ella se apoyó de su brazo para no alejarse entre la gente.
El partido estuvo entretenido, claro, sólo si lo veíamos desde el punto de vista de Gastón, en cambio Keyla no entendía nada de lo que sucedía pero aun así se sintió bien porque Gastón la estaba acompañando. Le gustaba ver cómo él se enfocaba en la cancha y cómo festejaba las anotaciones de su equipo, era una faceta que no había visto de él pero le resultaba muy graciosa y linda.
—Gastón—dijo Keyla observando cómo el joven se encontraba concentrado en el juego.
—Dime—volteó a verla y le dio una pequeña sonrisa. — ¿Necesitas algo? ¿Compro más comida? ¿Agua?
—Me gusta el brillo de tus ojos al ver la cancha, ¿Por qué no te dedicaste a jugar baloncesto?
El chico guardó silencio por un momento, su mirada cambió un poco pero luego le sonrió.
—En mi secundaria no había un equipo realmente, habían chicos que se reunían y jugaban pero no tenían un entrenador estable al cual seguir y eso del estilo libre no me gusta en una competencia seria. El fútbol me encanta también pero mi conexión con los Knicks es algo mágica.
— ¿Quieres que al salir le pidamos un autógrafo y una foto a los jugadores?
—Eso sería algo alucinante pero no creo que acepten, normalmente están muy ocupados.
Para sorpresa de Gastón, luego del segundo cuarto, ella se separó de él para acercarse a los jugadores, él la miró a lo lejos y se sorprendió cuando comenzó a hablarles, le sorprendía por dos razones: Eran jugadores profesionales y Keyla era tímida con los desconocidos. No sabía qué les estaba diciendo, pero pudo hacerse la idea cuando ella volteó a verlo y le hizo señas qué se acercara.
Ese pequeño acto hizo que Gastón se sintiera agradecido con ella, él quería tanto a Keyla que no podía encontrar las palabras exactas para describir lo que sentía.
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Quieren Los Chicos
Teen Fiction¿Qué quieren los chicos? El objetivo de Keyla desde que llegó a su nueva ciudad fue conquistar al lindo chico que atiende cada día en su cafetería favorita, pero no sabe cómo acercarse por lo que prefiere recaudar información sobre ellos para usarl...