— ¿Consideras que soy poco femenina? —le preguntó Keyla a Gastón mientras estaban en su habitación, sacó de su ropero una camisa de cuadros y se la mostró. —. Nunca he visto a las chicas de la universidad usando esto.
—Yo sí, las chicas lo usan—le dijo intentando animarla—, pero a ninguna le queda tan bien como a ti—le guiñó el ojo, la chica sonrió con un leve enrojecimiento en sus mejillas.
—Estoy intentando ser seria.
—Yo también—respondió él y se acercó a ella—, el concepto de lo que es ser o no bonita, está tan poco expandido. Todos tenemos un concepto diferente de la belleza, no tienes porqué limitarte a ti misma si alguien no piensa como tú—le dijo—, yo pienso que eres bonita.
—La sociedad no dice lo mismo.
—Deja tus prejuicios acerca del tema y sé tú misma. Yo te quiero así, ¿por qué no comprendes eso?—la abrazó por detrás de su espalda.
Keyla cerró los ojos al sentir los brazos de Gastón rodeándola, el chico apoyó su cabeza en el hombro de ella y le dio un beso suave en la mejilla. Cuando Gastón hacía eso, la hacía sentir en casa, era una paz que llevaba por dentro, no podía imaginarse nada diferente a él.
—Key—murmuró.
—¿Mmm?
—Te quiero mucho—le dijo y volvió a besarla en la mejilla—. ¿Por qué en vez de escoger una camisa para mañana, mejor nos acostamos en la cama?
Besó su cuello y luego pasó a besar sus hombros con suavidad y ternura. Gastón estaba tan impregnado de Keyla que no quería alejarse de ella.
—Mi papá está en la cocina.
—No nos molestará—le dio la vuelta y la besó en los labios, Keyla abrió su boca sintiendo como Gastón jugaba dentro de ella con su lengua.
Keyla se aferró a él y lo fue llevando a la cama hasta sentarlo y ella colocarse a horcajadas sobre él.
—Te quiero—le dijo ella y lo besó, El chico la sostuvo por las caderas y la atrajo hacia su cuerpo para devolverle el beso.
Keyla sintió dentro de ella una explosión, como miles de mariposas haciéndole cosquillas, como si volaran dentro de su estómago y quisieran salir por su boca. Él era el primero que la hacía sentir así, era el primero que la trataba así y jamás había estado con otra persona en esa situación. No era tonta como para no darse cuenta que estaba enamorada de él.
—Yo te quiero mucho más—se separó de ella para mirarla a los ojos—, no lo olvides.
El papá de Keyla gritó el nombre de ambos desde la cocina, haciendo que ella fiera un salto del susto. Gastón se rio y acarició su cabeza para luego darle un abrazo. Keyla se recostó de su pecho, no quería separarse tan rápido, le gustaba estar así con Gastón, le hacía sentir protegida.
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Lo Que Quieren Los Chicos
Novela Juvenil¿Qué quieren los chicos? El objetivo de Keyla desde que llegó a su nueva ciudad fue conquistar al lindo chico que atiende cada día en su cafetería favorita, pero no sabe cómo acercarse por lo que prefiere recaudar información sobre ellos para usarl...